AMENAZA

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POV LEÓN.

Hice lo correcto. No puedo arrastrar a Mariana conmigo. Hacia mi propio infierno.

Al llegar a mi departamento, me encontraba abriendo la puerta cuando dos hombres me empujaron hacia el interior y comenzaron a golpearme. Quise defenderme pero uno de los dos tipos sacó un arma y me golpeó con ella en forma de amenaza. Debía dinero de las drogas que había estado consumiendo y habían ido a cobrarme, les dije que no tenía el dinero completo todavía y me dijeron que tenía una semana. Si no les daba el dinero, se la iban a cobrar conmigo.

Le agradecí a dios que no hubiera estado Mariana en el departamento. Ahora me sentía en paz ya que si me pasaba algo. Mariana estaría a salvo, ya que los hombres no sabían de su existencia, tenía que mantenerme alejado de ella, tenía que dejarla ir, ella tiene que rehacer su vida con alguien que pueda darle un futuro, alguien que la respete y no ponga en peligro su vida. Creo que ese tal Esteban es su mejor opción, ellos deben estar juntos.

***

Pasó una semana y pagué el dinero que debía, me ofrecieron más mercancía pero me negué.

Fui a la universidad para darme de baja, había estado investigando sobre centros clínicos para ayudarme con mi adicción a las drogas, el cigarro y el alcohol. Necesitaba algún tipo de ayuda, quería recuperar a Mariana pero debía sobreponerme para hacerlo, tenía que intentarlo y si fallaba, ella sería feliz con otro.

***

Vi a Mariana con su nuevo amigo Esteban. Creo que ese tipo ya estaba en sus planes de conquistarla. No sé por qué... Pero creo que lo he visto en algún lado antes, solo que no logro recordar en dónde.
Solo espero que en los tres meses que dura mi estadía en el centro (si todo va bien claro está) ella no se haya olvidado de mí, tendré que jugármela al desaparecer de su vida por completo durante tres meses, pueden pasar muchas cosas. Ella puede olvidarme, o aceptarme después de que vea que he cambiado por que no quiero perderla.

***

Le pedí de favor a un amigo que le diera una carta a Mariana. Una carta que le escribí antes de irme para iniciar mi tratamiento, llevaba mi maleta y pasé a ver a mi compañero para que le entregara la carta. Le dije que se la diera después de que todos notaran mi ausencia (más bien que ella la notara), sabía que me buscaría, o de eso tenía esperanzas, ya que si lo hacía y leía la carta, significaría que aún siente algo por mí.

Pero si esa carta no llegase a estar en sus manos jamás. Me resignaría a perderla y que ella fuese feliz sin mí, la amo tanto que quiero su felicidad aunque eso termine de matarme completamente.

***

Llegué a la clínica y me registraron, en teoría mi primer día fue terrible, quería irme, quería ir a buscar cocaína, necesitaba un cigarro con urgencia, tanto que tuvieron que sedarme para que pudiera quedarme quieto y dejara de golpear la pared con mis puños ya que las manos las tenía completamente destrozadas, la ansiedad me estaba matando, y eso que solo era mi primer día, creí que me volvería loco.

***

Al día siguiente desperté con las manos vendadas, y una de las enfermeras me guió hasta un cuarto donde estaban varias personas sentadas en círculo, sabía lo que haría, sabía que tenía que hablar de la razón por la cual estaba aquí, vi rostros devastados, peores que yo, con sus ojos rojos con ojeras por no haber dormido en días, entonces hablé.

—Mi nombre es León, y soy adicto al cigarrillo, al alcohol, a la cocaína y marihuana. Decidí entrar a este lugar porque no quería perder todo lo bueno que me rodeaba, perdí a la mujer que más he amado en toda mi vida, quiero reponerme y ser alguien digno para ella. Ella es mi fuerza, aún la amo y saldré de todo esto por mí. Para ser mejor y que ella me perdone.

Todos me miraron, algunos esbozaron una sonrisa, otros me miraron con tristeza, quería salir de este lugar lo más pronto posible, quería superar esto.

Y voy a lograrlo, lo voy a hacer.

HASTA QUE TE CONOCÍ (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora