Haruno

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"Ningún rasguño" sonrió de medio lado. Al menos su regeneración le permitía alardear sobre su estado, toda cicatriz, llaga, o duro golpe; había sido borrado con facilidad de aquel cuerpo "frágil" de la pelirrosa. Con paso decidido había salido de esa habitación donde yacía un cuerpo pálido, o lo que había sido de un cuerpo, ya que solo se percibían serpientes y una cabellera oscura en la habitación. Entro a su cuarto y sacudió el polvo que se plantaba estaba sobre ella, así mismo ya pensaba en limpiar las bizcocidades y manchas de sangre sobre su rostro, se tendria que dar una larga ducha.
Se dirigió al espejo, frente a ella se mostraba el reflejo de una pelirrosa llena de suciedad, bufo. Se desvistió, miro su cuerpo con detenimiento, otra persona en su lugar estaría llena de cicatrices, y más con su reciente pelea con Orochimaru, recordó los restos de este sobre el piso. Agradecía a su clan y bijuu encerrado dentro de ella para que su cuerpo en cuestión de segundos no dejará rastos de cicatrices.

Salió del baño y secándose el cabello con una toalla se dirigió al cajón y saco un conjunto [el de la imagen de arriba] Se puso su top con red y un corto short de licra, tomo los cubre codos rosas y los posiciono en cada extremidad, tomo su estuche y lo amarro en un costado de su pierna derecha, tomo el vestidillo rojo con cuello; miro los símbolos de su clan y suspiró complaciente antes de ponersela, luego se puso sus zapatillas de piel que le llegaban debajo de la rodilla y por último  agarro su cabello en una coleta alta, el flequillo le caía a los lados de su frente, sonreía triunfante frente al espejo. Estaba orgullosa de portar el símbolo de su clan, después de todo; ya no habría riesgos por Orochimaru.
Preparo una mochila con algunas provisiones y se dirigió al laboratorio de Orochimaru, avanzaba a grandes zancadas por los estrechos y enormes pasillos iluminados solo con antorchas, llegó a una enorme puerta gruesa y de metal pesado, estaba muy asegurado como para poder ingresar solamente girando la perilla, chasqueo la lengua -"Tsk".

Recordó su pelea con la chica pelivioleta, sonrió de medio lado, aspiro aire lo más que sus pulmones le permitian, lo contuvo y exhaló vapor hacia la puerta, aprovecho que el metal perdió rigidez y concentrado chakra en su mano la hizo puño y soltó un fuerte golpe contra la puerta, está salió volando.

Una enorme habitación estaba frente a ella, instrumentos de laboratorio sobre las mesas al igual que pequeños tubos de cristal en vertical burbujeantes con personas dentro de ellas -"experimentos" -pensó ella, siguió avanzando hasta quedar frente a un escritorio con centenares de carpetas, inspeccionando rápidamente en las carpetas un título le llamó la atención

-Uzumaki Karin -pronuncio mientras alzaba la ceja, su mente no pudo evitar ver el rostro del atolondrado de su compañero en su mente

Abrió la carpeta, al inicio de las hojas se mostraba la fotografía de una chica pelirroja de lentes, curveo la ceja nuevamente y prosiguió a leer...

-"Deteccion de chakra a gran distancia"

Le sería de mucha utilidad esa chica, encontraría más rápido a Itachi Uchiha en lugar de estar viajando sin rumbo fijo. -"Itachi"- ahora le venía a la mente su ex compañero Uchiha. Un sonido rechinante la saco de sus pensamientos, a lado de ella en una especie de pecera, un tipo de tez clara, cabello algo largo color celeste y dientes extraños le miraban, la ojijade le miró prepotente y volvió su mirada al archivo que tenía en sus manos -Guarida sur- ahora sabía dónde se encontraba, cerro la carpeta y la arrojo al escritorio. Un nuevo sonido de cuando alguien toca una puerta se volvió a escuchar, se giró. Nuevamente era el tipo peliceleste. Se acercó hacia la pecera, le miró y se cruzó de brazos alzando la ceja, la pelirrosa esperaba que el chico hablara, el silencio no duró mucho tiempo, aquel tipo desnudo frente a ella tomó la palabra.

-¿Quien eres? -el peliceleste se había acercado más a la pecera -Tú no pareces ser Orochimaru o Kabuto, son los únicos que entran aquí -El chico la miraba de pies a cabeza -ademas rompiste la puerta, es obvio que no deberías estar aquí

Camino A SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora