Después de que Anastasia Steele, una maestra en el K&KGW, una de las mejores instituciones para infantes en todo Seattle, se enteró de la enfermedad de su padre Ray, ella se esforzó en cumplir la última voluntad de su padre quien tenía un avanzado c...
Hoy me asusté bastante cuando no se le bajaba la temperatura a Ted, pero me alegra saber que está mejor. Ahora estoy decidiendo que ponerme, Christian vendrá en una hora y no se que ponerme.
Sigo mirando en mi armario y encuentro un top negro de un hombro, me gusta, puede funcionar, vuelvo a buscar y encuentro una larga falda plisada con estampado de rayas blancas y negras; y flores. Me gusta como se ven, quito mi albornoz y me visto. Decido combinar el atuendo con tacones púrpura y accesorios dorados. Seco mi pelo y lo ondulo para luego tomarlo en una coleta. Mi maquillaje es el de siempre, mascara y lipstick, esta vez es color púrpura.
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Justo cuando termino los últimos toque suena el timbre, voy a atender y veo a Christian, como siempre bien vestido, y lleva un gran ramo de rosas blancas.
-Oh por Dios, Christian, son preciosas-digo.
-No le hacen justicia a tu belleza-dice galante.
Yo sólo lo miro y sonrío con las mejillas rojas. Llevo las rosas a la cocina para ponerlas en un florero, luego vuelvo con él.
-Te ves muy hermosa-me dice.
-Gracias, tu tampoco te ves mal-digo sonriendo.
-¿Nos vamos?-pregunta
-Sí, me muero de hambre-digo.
Tomo mi cartera para meter mis llaves y mi teléfono. Subo al auto de Christian y me pongo el cinturón de seguridad.
-¿Cómo sigue Ted?-pregunto mientras él arranca.
-Ya no tiene temperatura pero si tiene el resfriado-dice.
-Oh vaya, como lo siento, espero se mejoré pronto-digo.
Christian y yo estamos en un elegante restaurante italiano del cual ya no recuerdo su nombre, comí un rico fettuccine a la fiorentina con hongos y queso. Estamos casi yéndonos, solo está esperando a que termine mi vaso de agua, tome unas copas de vino y empecé a sentirme algo mareada por eso pedí agua. Cuando termino nos levantamos y salimos.
Ahora estamos caminando en un parque, a las 11, casi 12 am, pero me gusta es más tranquilo a esta hora. Nos detenemos para sentarnos en una banca. Lo miro y él también lo hace, se ve como quisiera decirme algo. Pero luego baja la mirada.
-Bueno, ¿y en que situación se supone que estamos?-pregunto.
-Pues no lo se, hemos salido un tiempo, ¿novios?-pregunta ofreciéndome su mano como si estuviera negociando.
-Novios-tomo su mano pactando nuestra relación.
De un tirón me tiene sobre sus piernas y besa mis labios de forma salvaje, se lo que quiere pero no porque tiene un bebé que debe ir a vigilar.
-Basta, Sr. Grey-digo y él me mira. -Tiene que ir a cuidar su pequeño hijo enfermo, no es momento para distraerse con noviecitas-digo sonriendo.
-Bien, pues vámonos-dice.
Caminamos hasta el auto y después de entrar el conduce hacía donde creo que es su casa.
-¿A donde vamos?-pregunto.
-Vamos a recoger a Ted- dice.
Oh entonces vamos a la casa de su madre. Luego de un largo camino estamos en la puerta de la casa de Grace, la cual me obliga a llamarla así cada que me ve. Ella abre y nos saluda cariñosa.
-Así que ella era la razón de tu apresurada llamada-le dice a Christian mientras me abraza fuerte.
-Mamá-contesta él en reproche.
-Sabes que es verdad, bueno, díganme, ¿ya están juntos?-dice ilusionada.
-Sí mamá-dice Christian refunfuñando.
-Dios, me alegra- dice sonriendo y nos abraza.
-¿Ya puedo ver a mi hijo?-dice él.
-Claro cariño-dice ella.
Ella se retira y vuelve con Ted quien se emociona al verme. Sonrío cuando me lo entrega, yo lo abrazo y le doy muchos besitos y él se ríe. Una vez que nos despedimos de Grace y Carrick quien salió a saludar ahora estamos de camino a la casa de Christian. Cuando me doy cuenta estamos entrando al garage. Se estaciona, yo salgo con Ted en brazos ya que se durmió en el camino.
Subimos por el ascensor y llegamos unos minutos después. Es un lugar muy bonito y elegante. Me indica donde esta la habitación de Ted, subo a ella para recostarlo en su cuna, arroparlo y besar su frente. No sé porque él saca mi lado maternal. —Sí lo sabes, Steele—me dice mi conciencia. Es verdad porque me recuerda a mi bebé. Salgo de la habitación del bebé antes de que me ponga a llorar.
Bajo las escaleras y me encuentro con Christian al pie de ella. Una canción de Frank Sinatra suena de fondo.
-¿Me concedes esta pieza, Srita. Steele?-pregunta.
-Seguro, Sr. Grey-sonrío.
Intento seguir su pasos con gracia hasta el final de la canción en el cual lo abrazo.
-No lograré hacer que te quedes, ¿verdad?-dice.
-No-digo sonriendo.
Me separo, tomo mi cartera y vuelvo con él. Nos tomamos de la mano y me escolta al ascensor. Lo llamo y cuando llega me despido depositando un suave beso en sus labios.
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Chicas acá les dejo otro capítulo, estoy haciendo tarea así que no se si me de tiempo de subir otro capítulo pero lo intentaré. Que lo disfruten.
Sin más por el momento, me despido queridas Greysesseds, con amor, su amiga.
