Después de que Anastasia Steele, una maestra en el K&KGW, una de las mejores instituciones para infantes en todo Seattle, se enteró de la enfermedad de su padre Ray, ella se esforzó en cumplir la última voluntad de su padre quien tenía un avanzado c...
Ha pasado una semana desde que hablamos Christian y yo. La verdad me la he pasado evitándolo por temor a que vuelva a decirme que me ama. Yo también lo hago, pero aún me siento tan herida por su falta de tacto.
Decidí salir con Ted este día al parque que está cerca de casa ya que no he tenido trabajo porque estoy súper enferma a partir del beso que Christian me robó debajo de la lluvia. Tengo una terrible tos que me tiene ronca y afónica.
Me visto con una blusa blanca a rayas, un suéter color amarillo sobre de este, jeans, botas de color caramelo al igual que la cartera. Uso aretes pequeños color dorados y reloj. Mi maquillaje es lo usual labial y mascara. Antes de salir me coloco una bufanda y un gorro al igual que Ted.
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Camino con mi bebé en los brazos hacia los juegos infantiles. Hoy es un lindo día de otoño, por lo cual tengo que abrigar muy bien a Ted para que no le de un ataque o enferme. Me siento en una banca frente a los juegos y lo miro interactuar con otros niños.
-Es un niño muy sociable, ¿no lo crees?-dice Christian.
Doy un ligero brinco al verlo sentado a lado de mi. Y el sonríe arrogante.
-Christian, ¿en que momento llegaste?-digo con mi horrible voz ronca y chillona, además de baja.
Él me mira totalmente horrorizado y en sus ojos una alarma comienza a notarse.
-Tu voz, ¿que le pasa?-dice preocupado.
-Sólo estoy enferma, Christian, no te preocupes, se me va a pasar-digo mientras acaricio su mejilla.
He descubierto que eso funciona para tranquilizarlo un poco. Él toma mi mano acariciandola suavemente y yo sonrío. Miro a Ted y él viene corriendo para ver a su padre.
-Mi cielo, recuerda, dijimos nada de correr, ¿sí?-le digo a Ted y él asiente.
Acaricio su cabello y Christian su espalda mientras a Ted le pasa lentamente su sofoco. Cuando pasa Christian lo toma en sus brazos y lo sienta en su regazo.
-Hola campeón, ¿cómo estás?- pregunta. -¿Has cuidado a mami mientras está enferma?-
Ted asiente con una sonrisa parecida a la de su padre. Yo sonrío acariciando suave cabello.
-Él ha sido un buen cuidador- digo manteniendo mi sonrisa.
-¿Qué tal si comemos en el Escala? Gail estará muy feliz por verlos-dice Christian.
-Me parece bien- digo asentando.
Coloco de nuevo el gorro de Ted en su cabeza y coloco su bufanda. Ted se coloca su pequeña mochila y caminamos todos juntos mientras el está en el medio de Christian y yo tomando nuestras manos. Llegamos a la camioneta y Christian toma a Ted el cual al ver a Taylor comienza a llamarlo "T" como los otros chicos de seguridad. Él solamente ríe al escuchar a Ted.
