Después de que Anastasia Steele, una maestra en el K&KGW, una de las mejores instituciones para infantes en todo Seattle, se enteró de la enfermedad de su padre Ray, ella se esforzó en cumplir la última voluntad de su padre quien tenía un avanzado c...
Ha pasado una semana desde que Christian y yo nos hicimos novios nuevamente. He estado quedándome con Christian ya que mi casa por alguna razón fue tiroteada, aunque discutí un poco accedí por Ted y por los nervios de Christian.
Ahora me encuentro en el centro comercial con Ted ya que se acerca noche de brujas y es el primer año que la paso con mi bebé así que ahora estoy pensando en que vestirlo. Creo que lo vestiré de príncipe, pensé muy seriamente y nos vestiremos de Blancanieves y los 7 enanos, Ted será el príncipe, Christian el cazador y yo Blancanieves.
Entramos a una tienda de disfraces para comprar todos los disfraces y posteriormente regresamos a Escala. Al llegar lo primero que hago es ir a dejar a Ted a su habitación ya que se quedó dormido en el camino. Luego bajo para ayudar a Gail a preparar la cena.
A media tarde Christian llega supongo que cansado porque tenía una horrible cara de estés.
-Hola cariño, ¿cómo te fue?-digo algo preocupada.
-Bien nena-dice.
-No me mientas Christian, ¿que pasa?-pregunto.
-Enserio Ana, no es nada-dice.
-¿Ya está listo Ted para ir a pedir dulces?-cambia de tema.
-No está dormido, de hecho ya iba a levantarlo para que empezara a arreglarse-digo.
-De acuerdo, te acompaño-dice.
Nos tomamos de la mano como un par de enamorados para subir a la habitación de nuestro hijo. Luego de batallar un poco por despertarlo lo bañamos, lo vestimos y ahora estamos comiendo una rica pasta a la boloñesa hecha por nuestra querida Gail quien no ha parado de mimar a Ted quien sonríe satisfecho por la atención otorgada.
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Una hora después Christian nos despide a Ted y a mi en el ascensor, lo convencí de ir acompañados por Taylor y Sawyer.
Llegamos a nuestro antiguo barrio. Taylor se estaciona a un costado de la acera y Sawyer sale con nosotros. Tocamos la primer puerta y nuestra vecina sonríe atontada por la belleza de mi bebé, le da un puño de dulces y nos despedimos y seguimos la hilera de casas aledañas consiguiendo una muy buena cantidad de dulces. Después de media hora ya estamos devuelta en el Escala. Dejo a Ted con Gail ya que le esta mostrando su calabaza llena de dulces.
Camino al despacho de Christian y antes de abrir la puerta escucho que discute con alguien. Toco suavemente y asomo la cabeza. Él me mira y asienta para luego colgar.
-¿Todo está bien?-pregunto.
-Sí nena-dice sentándose en su imponte silla de cuero.
Me acerco y me siento en sus piernas para luego acariciar su cabello.
