Tentación apocalíptica.

capitulo 54

Capitulo 54

POV Amaral

—Iré contigo quieras o no, así que hazte la idea, Dixon —declaré mirándolo desafiante.

—¡Estás herida, por dios, mujer! No puedes ser tan terca, no ayudarás en nada, al contrario, serás un estorbo —manifestó molesto—. Hazte a un lado o no voy a responder mujer.

—No te tengo miedo —mantenía mi postura desafiante y seguía obstaculizando su paso—. Llévame contigo, quiero ayudarlos, son muchos caminantes.

—¡Ya llévala, Daryl, nos está retrasando! —grita Spencer desde el interior de la camioneta.

—Sí estamos retrasando al resto, Daryl —sonreí al notar cómo por fin Dixon cedía y me hacía un gesto para que me suba a la moto—. Es bueno poder dialogar y llegar a un acuerdo mutuo señor Dixon —dije con una sonrisa victoriosa mientras me acomodaba en la parte trasera de su moto, abracé su cintura, él solo bufó y partimos al encuentro de los demás.

Dejar a Davi con Carol y Carl me dejaba más tranquila, sabía que podía ayudar. La herida casi no dolía y no iba a estar tranquila sabiendo que están en problemas.

—¿Cuántos caminantes son? —le pregunté, él me había comentado que era una horda, pero no la cantidad.

—Al menos unos cien, no lo sé con exactitud, pero sí son bastantes.

Al oír su respuesta una ola de preocupación me invadió, esa cantidad era mucha ¿Cómo podrían con todos esos caminantes?

—¿Qué te dijo Glenn exactamente?

—No dijo mucho, solo que llevara refuerzos y que el plan había cambiado.

—Pero esta gente no sabe ni siquiera disparar un arma, no entiendo porque los trajeron.

—Necesitamos gente y ellos tendrán que aprender por la mala, tal como aprendimos nosotros, Amaral —respondió Daryl, me quedé en silencio sumiéndome en mis pensamientos.

Llegamos hasta donde estaban reunidos Rick y los demás. Me bajé de la moto y corrí a los brazos de mi esposo.

—¿Qué haces aquí, amor? Tenías que haberte quedado con los niños —dijo correspondiendo a mi abrazo un poco estupefacto.

—Daryl dijo que necesitaban refuerzos y aquí estoy para ayudarles.

—Las cosas en Alexandria no están nada bien Rick, Pete... —habló Spencer acercándose a nosotros junto con las otras diez personas de Alexandria que nos acompañaban, pero antes que pudiera terminar la oración lo interrumpí mirándolo fulminante.

—Luego hablaremos de eso, Spencer, ahora estamos aquí por otro asunto —miré de la misma manera a los demás para que no hablaran, no quería que Rick se distrajera ni un instante en estos momentos.

—¿Qué pasó con Pete? —de todos modos, ya había preguntado Rick y, conociéndolo, sabía que no se quedaría tranquilo hasta saber lo sucedido.

—Él está muerto —solté—. Lo maté.

Rick me miró sin dar crédito a mis palabras.

—¿Dices que mataste a Pete? ¿Qué te hizo ese infeliz?

—Intentó abusar de ella, Rick —acotó Daryl al momento de llegar hasta donde estábamos—. Le dije que no viniera, pero es demasiado testaruda tu mujer.

—¿Ese maldito logró hacerte algo? —Rick me tomó por los brazos esperando a que le respondiera.

—No, no alcanzó a hacerme algo —respondí intentando tranquilizarlo—. Estoy bien, amor, ahora debemos concentrarnos en esto.