Capítulo 15

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Habían terminado de comer hacia varios minutos y para ser un hombre tan ocupado parecía muy relajado. Habían tenido una agradable conversación, él parecía no querer irse y eso le extrañó.

- Así que en serio vas a vigilarme 24/7...-dijo ella más extrañada que molesta, pensando que esa era la causa.

- ¿Lo dices porque no me he ido? ¿Tan pronto quieres deshacerte de mí?

- Simplemente creí que alguien como tú tendría montañas de trabajo.

- Y las tengo, pero soy el jefe ¿recuerdas? Hablando de trabajo ¿Cuántos días te dieron?

- Una semana, me la debían por vacaciones.

- Tienes mucho trabajando allí ¿verdad?

- Unos cinco años. – detrás de cámaras todo era un corre, corre, prisas y mucha presión pese a que ella no era la encargada principal solo un asistente de producción. Aun así le gustaba lo que hacía. Aunque a veces consideraba que lo que en realidad le gustaba era la independencia e ir contra los designios maternos.

- ¿Es un programa de chismorreos no? –le dijo con mirada aguda.

- Sabes bien que no, me has investigado como ya has admitido en más de una ocasión. Es el noticiero matutino más importante tanto de la cadena como de la ciudad, está en el ranking diez del país.

- ¿Y te satisface?

- Sí, supongo que sí. –dijo ella algo dudosa lo que le hizo fruncir el ceño por tal indecisión.

- ¿Supones? –le interrogó alzando una ceja.

- Vas ahora a analizar mi vida ¿o qué?

- No, solo que para ser una rebelde creo que has elegido lo primero que se te ha cruzado por el camino y no lo que en verdad querías.

- Son grandes declaraciones para ser alguien que me conoce de hace cinco minutos. –le espetó molesta y él sonrió. Lo malo de esa sonrisa es que a ella se le empezaba a olvidar lo que acababa de hacer o decir, aunque tuviera dos segundos de haber pasado. –vete a trabajar. – exclamó llevando los platos al lavabo.

- Ya lo hago yo. –dijo él levantándose de inmediato y poniéndose a su lado.

- ¿Y sabes como fregar platos? –le dijo con sorna buscando el jabón.

- Claro, fue uno de mis primeros trabajos. –esa revelación le llamó mucho la atención. Él abrió la llave y empezó a aclarar los platos.

- ¿Cómo es que un chico que lavaba platos es un magnate ahora?-preguntó muy interesada tomando el primer plato que él le daba y pasándole el jabón con la esponja.

- Fácil, soy un viajero del tiempo. Así que suelo ir al futuro ver en qué puedo invertir y luego regreso y lo hago, entonces... - calló de pronto cuando ella dejando lo que estaba haciendo le lanzó un trapo de la cocina que le dio en el pecho.

- Si no quieres decirme no lo hagas, solo no me trates como a una idiota.

- ¿Me acabas de aventar un trapo sucio?-dijo sorprendido.

- Está más limpio que tu mente eso te lo puedo asegurar, simplemente se me resbaló y fue hacia ti. – mintió descaradamente, no pudo seguir haciéndolo pues dio un pequeño chillido cuando él le lanzó un poco de agua con la mano.

- Se me ha resbalado esa agua... -le dijo aparentando seriedad.

Ella lo miró indignadísima mientras se limpiaba el agua de la cara con el antebrazo pues tenia las manos llenas de jabón, él vio un brillo peligroso en sus ojos.

Ojos NegrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora