Capítulo 25

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- Tendremos que ir a casa de nuestros padres. – dijo Jade envuelta en un albornoz después de tomar una ducha caliente, Lyla estaba en el baño ahora haciendo eso. La luz había vuelto y estaban en el departamento. Derian le pasó una enorme taza de chocolate caliente.

- No creo sea una opción.

- ¿Por qué no?

- Sería exponerlos a ellos también. Primero Lyla ahora tú. Debemos evitar más daños colaterales.

- ¿Tú crees? –dijo Jade apretando su taza y sentándose en el sofá. No era la dinámica y aguerrida ejecutiva en ese momento, se veía sumamente joven con el pelo húmedo y desamparada mientras observaba el vaho del chocolate subir. –Pensé que íbamos a morir, a manos de ese hombre o por la caída. Lyla, ella... fue rápida, sensata y nos salvó a ambas. -Aferró con más fuerza aun la taza. Derian se la quitó con suavidad.

- Se supone debes tomarlo, no destruir la taza. –ella asintió y él se la pasó de nuevo mientras dirigía una mirada hacia el baño, aun se sentía sumamente intranquilo sino tenía a Lyla a la vista.

- Esto es una fortaleza ahora. –le dijo Jade al ver hacia donde iba su vista. Había gente de seguridad dentro y fuera del departamento y del edificio y más gente buscando en calles aledañas, la policía también había hecho acto de presencia y después de un rápido interrogatorio y de hablar con Derian habían iniciado la búsqueda. –Hubieras entrado al baño de no ser porque te echó ¿verdad? –le dijo con una tenue sonrisa. Él asintió con una mueca y la sonrisa de Jade se intensificó.

Derian había llegado hacia escasos minutos, después de la revelación de Josh se había saltado todas las reglas de transito y había llegado en tiempo record. Al estacionar se había fijado de la oscuridad en toda la cuadra, había visto a los de seguridad gracias a las luces de su auto comiendo dentro de su vehículo ajenos a todo y concentrados en la comida chatarra que consumían y de inmediato había llamado a su propio personal, molesto por haber sido tan estúpido de creer que Lyla estaría bien cuidada por el personal de su padre. Fue entonces que le pareció ver una sombra adentrándose en el edificio. Salió del auto y corrió, aporreando el capó del auto de los de seguridad de camino, quienes al verlo entrar al edificio por fin actuaron y le siguieron de inmediato, todo había sido cuestión de segundos. Al oír una puerta siendo despedazada, y la ausencia de gritos temió lo peor, las escaleras se le hicieron eternas, las piernas le quemaban pero cuando llegó se encontró con nada. La luz seguía sin aparecer, llamó a gritos a Lyla y cuando llegaron los demás inspeccionaron todo centímetro a centímetro, llegó su gente casi al tiempo que los otros, tuvo la inteligencia de asomarse y ver a dos mujeres corriendo bajo la lluvia hacia el auto, la mitad de los hombres se precipitaron abajo a la orden de Derian. Él coordinó a los demás para que buscaran, el hombre no debía andar muy lejos. Por ello había bajado al último. La había tomado entre sus brazos con una mezcla de alivio por encontrarla a salvo, de coraje infinito por no haber estado a buen resguardo ni ella ni Jade y de odio hacia quien les estaba haciendo todo eso. Ella no le apartó por un buen rato. Hasta que vio que le ponían a Jade un saco sobre los hombros, él hizo lo mismo con Lyla, la luz volvió y al oír que no había sido encontrado nada en el piso superior, subieron nuevamente pese a las protestas de las dos. Pero, por lo pronto era lo mejor, tenían que ponerse algo seco, estaban empapadas y hacia frío. Lyla no había discutido, pese a que había tenido cabeza fría para sacarlas de tal situación, era obvio que el shock ahora la envolvía, había estado callada y respondido apenas al interrogatorio de la policía, no había corrido a Derian ni preguntado el por qué de su presencia, eso por lo pronto él lo agradecía, aunque no le gustaba verla así de callada y ausente.

Lyla salió al fin después de que Jade le contará mas detalles que ahora recordaba a Derian, no había salido en albornoz, llevaba pantalones y un suéter enorme que se veía muy abrigador.

Ojos NegrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora