Capitulo 5

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Sentada en ventana de su habitación, acompañada por la luz de la luna y nada mas. Perdida en sus pensamientos, había recordado los últimos años de su vida como una película. Pasaban las mejores escenas de amor para después encontrarse con aquella enorme habitación, repleta de muebles y nada mas. Ni un suspiro perdido, las risas se habían esfumado para siempre.

Veía a lo lejos tratando de descifrar que había pasado con ese amor que hacia meses la había hecho tan feliz. Donde estaba el dueño de su corazón a altas horas de la madrugada. Volvió a ver el reloj. Esa noche tampoco llegaría.

Se refugio en aquella enorme cama que había sido testigo de tanto amor, ya no quedaba nada de aquello. Solo quedaban recuerdos. Sintió como las lagrimas empezaron a descender de sus ojos como cada noche. Ese dolor en el pecho. ¿Qué había hecho mal? Se preguntaba a cada momento.

La rutina. El trabajo que Christopher tanto insistió en tomar. "Esta noche no, estoy muy cansado". "¿te has vuelto loca? ¿Como voy a dejar la empresa por irnos de viaje?" en que momento habían dejado de abrazarse a la hora de dormir? ¿en que momento los te amo se habían convertido en infinitas peleas?

Recordó esa noche con amargura, la ultima noche que habían estado juntos en cuerpo y alma. Por lo menos ella. había pasado toda la tarde arreglando el jardín, tal como su madre la había ensenado. Quería olvidar por unas horas en lo que se había convertido su vida. Al caer la tarde Dulce decidió tomar una ducha.

¡Dulce! – esa voz. Salió de la ducha con rapidez. Una nueva pelea se avecinaba. Tomo su albornoz y salió decidida a enfrentar su rutina.

Ahí estaba el. Justo frente a la puerta de la habitación, todo desaliñado. Suspiro con amargura. "no de nuevo" pensó para sus adentros.

¿Volviste a tomar? – pregunto tratando de parecer serena. El se acerco con paso decidido hacia ella, quedando a escasos centímetros de su mujer. Podía sentir el aroma a gel de baño y ese perfume que lo enloquecía.

Dulce se tenso al sentir esa cercanía, hacia tanto tiempo que ni se le acercaba para besar su mejilla. Su respiración empezó a acelerar cuando el aproximo su boca hacia sus labios. Los tomo con fiereza, como si alguien se los fuera a arrebatar.

Dulce permaneció inmóvil. Como había extrañado eso el tomo sus mejillas para intensificar el beso, ella pudo sentir el sabor del alcohol pero realmente deseaba ese momento, así que decidió ignorarlo. Rodeo con sus brazos su cuello. El la dirigió hacia la cama que compartían cada noche. Ella se aferro a el. Podía sentir de nuevo sus manos, sus caricias, lo deseaba. El como todo un experto la hizo vivir de nuevo sensaciones que para ella estaban perdidas. Sus cuerpos se llamaban con desesperación. Se movían al compas de sus necesidades, buscando el cielo.

Dulce volvió a sentirse plena y llena de vida. Cayo sobre el pecho de Christopher exhausta mientras oía los latidos desenfrenados de su esposo.

Te amo Christopher – dijo sin obtener respuesta alguna.

Se entrego a los brazos de Morfeo recordando aquel día que había quedado marcado para siempre en su corazón.

¿Anoche tampoco llego? – inquirió la rubia. Mientras Dulce negaba cabizbaja tratando de ocultar su dolor – mírame – pidió su hermana. La pelirroja alzo su rostro dejando ver sus lagrimas. Anahí la abrazo con fuerza. Lloro por mucho tiempo mientras la consolaba, hasta que logro calmarse.

Traeré galletas – dijo secándose las lagrimas – deben estar hambrientos – repuso tocando el abultado vientre de su hermana. Al levantarse sintió como si el piso se le movía llevo su mano a la frente y se apoyo en el sillón.

¿Que nos paso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora