Capitulo 13

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Dulce se acerco lentamente hacia el con los ojos fijos en su objetivo. Sus labios. Ansiaba tanto fundirse en ellos desde el primer momento en que lo había visto después del accidente. No podía creer lo que estaba a punto de pasar, no tenia las fuerzas ni las ganas de detener ese momento, Christopher deseaba aferrarse a aquella mujer y nunca dejarla ir.

La lluvia los sorprendió sin avisar, ambos rieron al sentir las gotas resbalar por sus rostros. Christopher se puso de pie y le ofreció ayuda, tomo su mano y ambos caminaron bajo la lluvia de regreso a casa.

¿Estas bien? – pregunto Christopher tras cerrar la puerta de la casa

Estoy perfecta – le aseguro al ver su cara de preocupación al verla toda empapada – un poco de agua no le hace daño a nadie – Con las ropas húmedas y con el sueno en los ojos pero estaba tan feliz de estar ahí, junto a el. No sabia como o porque pero ahí era donde quería estar.

Ella se acerco hacia el para quedar frente a frente, apartó un rulo castaño que caía sobre su frente y lo acomodo. Acaricio su rostro aun mojado por la lluvia. Tomo sus mejillas entre sus manos y lo atrajo hacia ella y justo como ella tanto lo deseaba, se apodero lentamente de sus labios.

Christopher se dejo llevar por aquel beso como si su vida dependiera de ello. Sus manos instintivamente tomaron la cintura de Dulce haciendo que se pegara mas a su cuerpo.

Sin imaginar que ese beso los llevaría a la locura siguieron desbordando las ganas que tenían el uno por el otro. Christopher sabia que debía parar, pero no podía. La deseaba tanto que era incapaz de detener ese beso.

Como pudieron llegaron a la habitación, Christopher la coloco sobre la cama con tanta delicadeza que dolía. Con las manos llenas de dudas se acariciaron, como si fuera la primera vez. Con el alma media desnuda, se entregaron al amor, mas sincero no pudo ser.

Dulce dormía sobre el pecho de Christopher, mientras el se deleitaba mirándola a la luz de la luna. El miedo recorría su cuerpo. La perdería, cuando ella recordara todo el la perdería para siempre. Maldijo una y mil veces el haberle hecho tanto daño.

Se sentía tan egoísta al pensar en su traición. Ella confiaba en el, en su amor y a cambio el se había dejado llevar por la lujuria. Rebecca era el peor error de su vida, el error que le había costado la vida de su hijo y el amor de la única mujer que el era capaz de amar con todas sus fuerzas.

El sol atravesó la habitación testigo de la mejor noche que había vivido. Despertó y como si aquello fuera un sueño, ahí lo encontró a su lado una sonrisa se dibujo en su cara al recordar lo que había pasado. El se removió entre las sabanas y despertó para encontrarse con su espectadora.

Buenos días – dijo adormilado

Esto no puede ser, es mas hermoso de lo que soñé – aseguro ella acariciando su rostro. Christopher se sorprendió al escuchar aquello y tomo la mano con la que ella lo acariciaba.

¿Has soñado con esto Dulce? – inquirió nervioso. Ella asintió apenada. El se levanto de la cama buscando que ponerse.

¿Qué pasa Christopher? – quiso saber

Tenemos que regresar Dulce, debes estar con tu familia – dijo secamente saliendo de la habitación.

Le rompía el alma hablarle de esa forma, después de haberle hecho el amor. Se reprocho por aquello, debía controlarse el no la merecía no merecía su amor, no merecía sus besos y las caricias que le había regalado esa noche. Debía alejarse de ella antes de volver a lastimarla.

¿Que nos paso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora