Capitulo 11

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Aun aturdida por el golpe y por aquella confusión que la abrumaba, llevo su mano hasta su frente para sentir la causa de su dolor. Al ver su mano llena de sangre se escandalizo.

Tranquila – dijo Christopher al notar su angustia – te llevare al hospital - Con un movimiento ágil la tomo en brazos y la subió al auto. Manejo lo mas rápido posible hasta el hospital del pueblo.

La ayudo a bajar del carro ella se resistió a que el la volviera a llevar en brazos. Ella acepto su ayuda desconfiada de aquel hombre.

En seguida fue atendida por los doctores del hospital Christopher vio como la llevaban al área de emergencia. Se sentía tan culpable y la incertidumbre se apoderaba de el, ¿realmente ella no lo recordaba?

Luego de varios exámenes, idas y venidas de las enfermeras, vio como el doctor salía del área de donde tenían a Dulce, se levanto de la silla y camino hasta el, esperando oír buenas noticias.

¿Doctor como esta? – se apresuro a interrogarlo

Fue un golpe muy fuerte, tuvimos que tomarle unos puntos no paso a mayores – le explico pacientemente – sin embargo ella insiste en no recordar nada – el había corroborado el peor de sus temores, podía vivir con su odio pero no con su olvido.

¿Puedo pasar a verla? – insistió. Luego de la aprobación del doctor corrió hacia donde se encontraba ella. nuevamente volvía a verla en una camilla de hospital por su culpa. Esta vez no había sido tan grave como la anterior pero no dejaba de sentirse culpable por eso. Ella lo miro confundida. Mientras el se acercaba lentamente.

Quiero irme de aquí – dijo nerviosa – y necesito resolver lo de mi carro – su respiración se aceleraba al verlo mas cerca.

Yo te ayudare Dulce, no te preocupes – trato de acariciar su rostro pero ella no lo dejo – ¿de verdad no sabes quien soy?

No – respondió en seco. El se llevo las manos a la frente con frustración y le dio la espalda para que ella no viera sus lagrimas – ¿estas bien? – inquirió angustiada. El tomo una bocanada de aire.

Quisiera decirte que si – dijo saliendo de la habitación.

Ella quiso correr tras el pero sus piernas nerviosas se lo impidieron. ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué se sentía tan mal al verlo irse?

Al pasar las horas, el no volvió mas a su habitación. Era lógico para que no iba a volver si ella no lo recordaba se reprocho. Su mente estaba totalmente en blanco empezaba a frustrarse y si ese hombre era alguien importante para ella? El entro de nuevo en la habitación y ella sintió una emoción inexplicable.

Te llevare con tu familia – dijo con seriedad mientras le entregaba ropa limpia para que ella se cambiara.

No! – se adelanto ella – no se ni siquiera quien soy, como le explicare a esa gente que ni recuerdo – dijo exaltada – llévame contigo, ayúdame a recordar quien soy – exclamo tomando su mano.

El había destrozado la vida de Dulce, por su culpa ahora ella no recordaba nada. La vida y sus callejones sin salida. El no se pudo resistir a su petición pero ahora un nuevo miedo estaba presente, ¿Qué pasaría cuando ella lo recordara todo? ¿En que parte de su vida quedaría el?

El doctor había insistido en que Dulce no debía recibir noticias bruscas relacionadas con su vida. Que la amnesia seria temporal pero que no debían forzarla a recordar. Luego de hablar con ambos ella había pedido unos minutos a sola para vestirse.

¿Estas lista? – dijo Christopher entre abriendo la puerta.

Necesito un poco de ayuda con el cierre de mi vestido – dijo un poco apenada – no ha sido la mejor elección para este momento, pero igual gracias por buscarme ropa – agrego cuando el termino de cerrar el vestido que llevaba puesto.

¿Necesitas ayuda para bajar de la cama? – se ofrecio al verla tan palida por todo el suero y los medicamentos que le habían suministrado

Estoy bien – aseguro ella e intento bajarse pero sus piernas se tambalearon haciendo que cayera en los brazos de Christopher.

Ella sintió que el corazón se saldría de su pecho. Sentía unas ganas inmensas de besar sus labios que estaban a milímetros de los de ella. Sus ojos. Había visto alguna vez en su vida unos tan hermosos como los de ese hombre que la sujetaba con fuerza. El rogo porque aquel momento no acabara nunca. Su amada. Cada una de sus facciones hacia que el perdiera el control. Lucho con sus ganas de besarla y gritarle que la amaba.

Las piernas de Dulce recobraron el sentido y el le ofreció su brazo como apoyo. Ambos salieron del hospital rumbo a la nueva aventura que la vida les proponía.

¿Podría recuperarla?

¿Que nos paso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora