Capitulo 8

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Arrugo los papeles con frustración ya era la tercera vez que hacia lo mismo. Se negaba a darle el divorcio. Eso jamás pasaría, ella era suya y no seria de nadie mas.

Intentaría volver a hablar con Dulce por enésima vez. Desde aquella tarde en la que le habían dado el alta en el hospital había insistido en hablar con ella, pero al regresar a su casa descubrió sus maletas en la entrada. Ella no lo quería mas en su vida.

No era para menos había acabado con su matrimonio y ahora tenia en la conciencia la vida de su pequeño hijo que jamás llegaría a conocer. Tomo sus cosas y con paso firme se puso en camino hacia su viejo hogar.

Parqueo el carro frente al lugar que había sido testigo de los mejor y de los peores momento su de su vida. Respiro profundamente y se dispuso a salir.

Toco a la puerta y al cabo de unos segundos fue abierta. Allí se encontraba ella. La mujer de sus sueños. Llevaba en brazos una pequeña niña rubia como de unos tres años.

Dulce – dijo aliviado al ver que había abierto la puerta. Al verlo ahí parado frente a ella sintió que sus piernas fallarían, no podía creer que el estuviera allí. A pesar de todo lo que había pasado lo amaba y sentía felicidad de poder verlo.

Pensé que era otra persona – confeso cerrando la puerta nuevamente pero Christopher se lo impidió.

Por favor vamos a hablar – le suplico.

Ya no queda nada de que hablar a menos q hayas venido a traerme los papeles del divorcio – expreso fríamente, el ignoro el comentario mientras tomaba la mano de la pequeña niña que llevaba Dulce.

¿Ella es tu hi...? – Dulce no lo dejo terminar

Ella es Camila, mi sobrina – dijo sonriéndole a la niña mientras ella le devolvía el gesto, Christopher se derritió ante aquella imagen. Sin embargo sintió mucho dolor, ya que no podría verla así con sus hijos – si no tienes nada que decirme relacionado a lo que te mencione por favor vete – se dirigió a el e inmediatamente su sonrisa se borro. A pesar de su amor el dolor que sentía por lo que había sucedido no se había calmado.

No hemos hablado desde aquel día, por favor Dulce no me hagas esto – Dulce sintió como si su corazón volviera a estallar en miles de pedazos al recordar ese día.

¿Qué te estoy haciendo Christopher? Te estoy dejando el camino libre para que seas feliz y me dejes ser feliz o que? No te basta todo el daño que me hiciste? – esas palabras habían atravesado su corazón el no quería que ella le dejara el camino libre el quería remendar todo lo malo que había hecho. Quería ocupar su corazón de nuevo. ¿Cómo remediar el daño que había hecho?

Tras cerrar la puerta trato de mantener la calma para no asustar a su sobrina. Había sido mas fuerte de lo que se imaginaba. Se refugio en su habitación mientras ponía algo en el TV para que su sobrina se entretuviera y no notara que ella estaba a punto de desplomarse a llorar.

Sin que lo pudiera detener sintió como Christopher había revivido su dolor, al verlo recordó la imagen desagradable que había estado dando vueltas en su memoria desde aquella amarga tarde. Mientras Camila dormía profundamente, ella tomo de su mesita de noche aquel portarretrato que antes estaba sobre ella.

Las lagrimas empezaron acorrer, porque la felicidad que se reflejaba en esa foto se había ido. Se había escapado de sus manos sin saber como. Acariciaba aquel objeto anhelando volver a vivir lo que allí se reflejaba.

Hola hermanita – Anahí se sentó sigilosamente a su lado al llegar - ¿Por qué lloras? – dijo acomodándole el cabello a Dulce

Ha venido a verme – musito. Su hermana la abrazo mientras ella trataba de desahogarse.

¿Qué piensas hacer? –

Creo que me iré un tiempo a la casa de campo que compramos cuando nos casamos – sus ojos se iluminaron un poco esa casa significaba mucho para ella – necesito despejar mi mente y esta casa cada día me lo recuerda mas. En cambio aquella casa no la disfrutamos ya que al poco tiempo empezaron los problemas – dijo tristemente.

Cami y yo te extrañaremos pero lo que sea porque estés mejor – Las hermanas se fundieron en un cálido abrazo.

Aquel hombre estaba hecho furia desarmando las gavetas del despacho.

¿Hijo que te pasa? – pregunto su padre asombrado por la actitud.

No encuentro las llaves papa – dijo con frustración. – necesito irme de aquí no entiendo que tengo que hacer para recuperarla me estoy muriendo sin ella – se exaspero

Huir no es la mejor solución Christopher – dijo su padre pacíficamente

No quiero huir solo necesito ir a un lugar tranquilo. Donde pueda pensar en que hacer para que ella desista de divorciarse de mi – dijo cabizbajo. – esa casa era uno de nuestros sueños – confeso con tristeza.

Nunca pierdas la fe hijo – dijo su padre poniendo un manojo de llaves en sus manos.


¿Que nos paso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora