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No sabía lo que estaba haciendo, era una mezcla de dolor y satisfacción, esperanzas y tristezas. En algún punto de toda esta amarga historia a la que se podría llamar primer amor, todo salió mal, desde un inicio todos sabían que una relación así estaba condenada a pagar con dolor y una enorme cadena que colgaría de los brazos y pies de aquellos jóvenes, arrastrándolos simultáneamente a un oscuro y tormentoso lugar del que ninguno sabría escapar solo.

Desde el preciso momento en que sus miradas se cruzaron algo dentro del joven de cabellos rubios hiso clic, su cuerpo sentía cosas que jamás había experimentado antes y sentía que era invencible solo por estar frente a él, frente a Park JiMin, el chico que tantas noches le robó el sueño, el chico que su madre cuidaba como un bebe, el chico del cual estaba completamente enamorado, si, el chico con esquizofrenia al que todos abandonaban. Un corazón incompleto que por un segundo se sintió pleno, un amor enfermo y retorcido que se sentía tan real, tan fuerte, un amor que traspasaba todas las barreras de la sociedad. YoonGi lo sabía, sabía que un día esto pasaría, sabía que cuando viera a Park JiMin caería rendido ante él, antes los miles de voces que escuchaba, caería rendido ante los demonios, si, demonios que atormentaban día y noche a un pobre y desamparado JiMin de apenas 14 años, pero eso realmente no fue un impedimento para YoonGi, al contrario, era un incentivo a ayudarlo, descubrirlo, conocerlo y sobre todo amarlo, porque JiMin era una persona y como todos necesitaba amar y ser amado, conocer y descubrir cada pequeño detalle del mundo y de cierto modo lo estaba haciendo.

YoonGi sintió el pequeño cuerpo tembloroso del chico entre sus brazos aferrarse cada vez más a él, las manos de JiMin se enredaban con delicadeza y suavidad en el nievo cuello de YoonGi, y las manos de este apresaban con total seguridad la cintura de su príncipe. De algún modo le agradece al doctor Jackson por decirle todas esas cosas de JiMin, sin duda fue una de las pocas cosas buenas que le ocurrieron en ese lugar, más bien la única cosa que si valía la pena. De verdad le dolía estar encerrado todo el día sin saber que hacer porque él no estaba loco, no necesitaba estar en ese lugar y tomar píldoras cada día, pero entendía que si quería estar bien con su madre debía aguantar solo un poco más de tiempo ahí, y lo hiso, lo logró, salió de ese lugar y está orgulloso de eso. Y en este momento YoonGi puede decir con certeza que... hay cicatrices que nadie puede ver. Hay heridas que no sangran. Hay lagrimas que no mojan y gritos que no hacen ruido. No niega que siente miedo y no sabría que hacer si algún día se encuentra solo. Se avergüenza de las lágrimas que alguna vez sus ojos derramaron por miedo o desesperación, se arrepiente de todas las palabras dichas y las no dichas también, pero de lo que más se arrepiente es de encerrase en si mismo y no demostrar sus sentimientos como cualquier persona lo haría, se prometió a sí mismo no volver a ser débil frente a los demás, pero ahora, con JiMin ahí era muy difícil cumplir esa promesa.

Estaba completamente consiente del daño que esto le causaría, pero no le importaba terminar roto si eso ayudaba a JiMin, porque estaba consiente que JiMin no sabía quién era el y que su contacto solo se debía al miedo que sentía en esos momentos. JiMin no lo conocía, nunca en su vida lo había visto y eso simultáneamente llevo a YoonGi a darse cuenta de que JiMin no lo amaba y muy contrario a lo que él pesaba e imaginaba cada día en su mente, JiMin no correspondía sus sentimientos.

Con esos pensamientos en mente y recordándose cada segundo que el agarre tan fuerte que JiMin mantenía en su cuello era nada más que miedo, miedo de todas las personas que en ese momento intentaban acercarse al joven con intenciones de sedarlo, miedo a todas las voces que escuchaba día a día en su cabeza, miedo a el mismo y que no se trataba de ningún sentimiento amoroso hacia él, acarició con toda la suavidad del mundo las hebras negras de su amor, sintiendo como cada vez los sollozos del chico iban aumentando su intensidad. En medio de lágrimas, soniditos lastimeros y respiraciones agitadas en su cuello, YoonGi sintió su pecho doler de una manera jamás antes vista, las punzadas eran cada vez más fuertes logrando que se volviera difícil respirar con normalidad. El sentimiento de opresión en su pecho no se iba y eso lo desesperaba, sin contar lo fuertes gritos que se escuchaban por parte de las enfermeras.

Con fuerza que realmente no sabe de dónde saco movió con cautela el cuerpo de JiMin sintiendo como instintivamente el chico reforzaba el agarre en su cuello. Los sollozos de JiMin no paraban, pero si bajaban de volumen poco a poco. Alzó su mirada con los ojos completamente cristalizados en busca de su madre y la encontró entre los brazos de un robusto hombre uniformado, bastante alto en comparación a su delgada y pequeña madre; se veía el ceño fruncido del hombre y la fuerza que estaba usando en el cuerpo de Suran. Su madre se removía fuertemente entre los brazos de aquel hombre. YoonGi gritó cuando el cuerpo de JiMin cayó completamente sobre el suyo y vio a su madre ser tirada fuertemente al suelo por el idiota que la sujetaba anteriormente.

- ¡NO!, DEJENLA. - gritó YoonGi, ya que, luego de que su madre cayera al suelo otros dos hombres llegaron y la sujetaron contra el piso.

- JiMin, mírame. - intento remover el cuerpo del chico, pero este ya había perdido la conciencia. Volvió el rostro en dirección a su madre y sus miradas conectaron. - Mamá ayúdanos, JiMin... yo, por favor.

Realmente no sabe cómo sucedió, pero su madre se las arregló para quitar a los dos hombres de ella y quitar de las manos de una enfermera una de las tantas inyecciones que eran para JiMin, miró a los lados y enterró dicho objeto en la pierna del primer sujeto que la retuvo, a lo cual el hombre cayó de rodillas diciendo una y mil groserías contra Suran. Se abrió paso entre todas las enfermeras que estaban en la habitación y por fin llego hasta su hijo. YoonGi se sorprendió de la rapidez con la que su madre actuó, pero el vio todo en carama lenta, como en esas películas de acción que a tía SooMin le gustaba ver.

- YoonGi, tu eres fuerte y sabrás como ayudarlo, solo... por favor no te ilusiones. - su madre susurro muy cerca de su oído y el la miró no entendiendo del todo a que se refería. Suran entendió con la mirada de su hijo que no estaba entendiendo del todo la situación, en realidad le dolía decirle eso a su hijo, pero era la verdad y si no quería que YoonGi sufriera más debía decirle lo que realmente pasaría con JiMin. - en cuanto JiMin despierte... el, no te recordará.

YoonGi abrió sus ojos y su boca al escuchar lo que su madre había dicho. Si bien, sabia lo que pasaba con JiMin y su enfermedad no pensaba que algo así ocurriese, no al grado de olvidarlo. Pero la pregunta era. ¿por que JiMin lo olvidaría?, tenía mil peguntas por hacer, pero de su boca no salió ni la más mínima palabra. Se sentía adormecido y confundido. Vio a su madre caer de nueva cuenta al suelo con los ojos cerrados y una jeringa sobresalir de uno de sus muslos. Su vista se nubló y todo se escuchaba lejano, el dolor en uno de sus brazos lo alertó e intentó acercase a su madre aun con JiMin en sus brazos, pero fue en vano y de un momento a otro ya no sostuvo el cuerpo de JiMin con él. Luego de eso se vio rodeado de nada más que oscuridad.

Esto está recién comenzado.

~🍃~

Hola!

¿Volví? bueno de algún modo si, me disculpo por la tardanza, de verdad este tiempo fue muy difícil. El colegio me tiene estresada, las cosas se están volviendo muy caóticas para mí. Realmente intente escribir durante este tiempo y de hecho mi mejor amiga me regalo una linda libreta para poder escribir, lo cual le agradezco con todo el corazón, porque la libreta de verdad me encanta, en un principio no quería usarla por miedo a estropearla, pero desde que la escribí por primera vez ya no puedo soltarla, de verdad voy con ella a todos lados.

Ya, volviendo a lo importante, chicas quiero decirles que... dicen aún tiene algunas sorpresas que revelare en poco tiempo más, quizás algunos especiales, quizás... no lo sé aún.

Quiero agradecer todo el apoyo que le han dado a dicen y Mi Tormento, de verdad me hace feliz que disfruten de leer algo que escribí yo, que al inicio era nada más que una pequeña idea. Tenía mucho miedo de que no les gustara o de decepcionar a muchas personas, pero luego... las lecturas comenzaron a aumentar y los votos... los comentarios que de verdad valoro mucho, de verdad las amo con todo el corazón.

Asdfghj bueno me despido con muchos besitos y no olviden que anónima las ama con toda su vida.

Adiós.💕💕💕

Mi tormento 🍁YoonMin 🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora