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YoonGi despertó ese día con un muy buen ánimo, de hecho, despertó mucho antes de lo previsto, tomo una larga y relajante ducha donde se tomó su tiempo en enjabonar correctamente su cuerpo y poner crema hidratante en cada pequeño espacio de sus piernas y torso. Bajo a la cocina donde preparo café para él y su madre; ya que al ser las seis con treinta de la mañana, Suran aún estaba dormida.

Cuando ya faltaban cinco minutos para las siete de la mañana Suran bajo las escaleras envuelta en una vieja bata rosa que le había regalado el doctor Jackson en alguna navidad pasada al ser su santa secreto. Con pereza froto sus ojos intentado desaparecer el sopor de sus cansados ojos, estiro sus brazos de manera que su espalda crujiera y lentamente levanto la mirada encontrándose con un YoonGi bañado y sonriente acompañado de una enorme taza de café humeante entre sus manos. Se sorprendió bastante, ya que, su hijo no acostumbraba a levantarse temprano, contrario a eso había que pelear con YoonGi para que se despegara de su adorada cama. Definitivamente algo andaba mal con YoonGi hoy.

- ¿Qué sucede, YoonGi? - pregunto con cautela Suran. YoonGi hizo una mueca bastante graciosa en forma de confusión, él también estaba sorprendido, pero era mejor no preguntar o sino su buen ánimo se iría rápidamente.

- Uhm, nada. - solo se limitó a encoger sus hombros y alzar la taza de café a su madre.

Suran aun con dudas tomo la taza tibia entre sus manos y sintió el exquisito aroma a café que la taza desprendía; soltó un sonidito de placer y llevo la taza a sus abultados labios. Luego de un desayuno tranquilo entre risas de los malos chistes de YoonGi y Suran quemándose la lengua cada cinco segundos por la temperatura del café salieron de casa.

YoonGi al llegar al trabajo de su madre bajo con entusiasmo del viejo auto de su Suran  y prácticamente arrastro a su madre hasta la oficina del doctor seokJin. A veces era sorprendente lo bien que se entendían YoonGi y seokJin, era como si se conocieran de toda la vida, lo cual era cierto, pero había algo más... algo que Suran aún no podía entender y era la complicidad que existía entre su hijo y su compañero de trabajo.

- YoonGi, que alegría verte. ¿Cómo va todo? – YoonGi sonrió mostrando sus encías y movió efusivamente su mano hacia el doctor.

- Buenos días, seokJin hyung. Todo está bien y usted hyung, ¿como esta? -seokJin se levantó de su cómoda silla giratoria y camino en dirección a YoonGi, alzo su mano y con cuidado y cariño acaricio los cabellos del joven.

- Eres adorable, YoonGi. He estado muy bien. - seokJin sonrió y miro a Suran. - ¿cómo estas hoy pequeña saltamontes? - Suran soltó una pequeña risita y miro a seokJin entrecerrando los ojos.

- Que no se te olvide que soy mayor que tú, pequeño pinky pinky Boy. – seokJin se sonrojo y rodó los ojos en modo de fastidio. Nadie más que su NamJoon debía decirle así. Excepto JiMin y claro está, la señorita Suran saltamontes.

- Okey, lo siento saltamont... lo siento, Suran Noona. -YoonGi estaba en una esquina de la oficina de seokJin riendo de las estúpidas peleas que se madre acostumbraba tener con seokJin.

Suran se fue dejando solos a YoonGi con Jin hablando de no sabe que cosa, pero que al parecer era bastante interesante para ese par. Marco su hora de entrada al trabajo como ya era costumbre, cambio su vestimenta casual por su amado uniforme de trabajo y fue a visitar a su primer paciente del día, kang SeulGi; una chica de veintitrés años con trastorno disocial de la personalidad o mejor conocido como trastorno sociópata.

Mientras tanto seokJin hablaba y jugaba con YoonGi mientras terminaba los informes que el jefe le estaba pidiendo y analizaba los nuevos pacientes que ingresaron al hospital las últimas semanas. Reían de las ocurrencias del más pequeño y comían dulces que NamJoon hyung había traído para YoonGi unas horas atrás. Habían pasado alrededor de ocho horas juntos y todo se sentía bastante cómodo y pacífico. Compartieron el almuerzo y descansaron unos minutos en la cafetería del lugar. Pero toda su tranquilidad fue interrumpida por unos suaves toques a la puerta y la angelical voz del doctor MinHyuk.

Mi tormento 🍁YoonMin 🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora