Prólogo.

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A las afueras del reino de Mewni una carroza con alta seguridad (solo el chófer y dos guardias) viajaban a toda velocidad, mientras el chófer conducía, a lapar de una figura cubierta por una extensa capa negra con una gran capucha, se encontraban ambos guardias, mas atentos ante quien se escondía bajo aquella tela suave, a lo que pasaba afuera, sabían que se encontraba encadenada de cuello, manos y pies, con un bozal e incluso una venda en los ojos, aunque nada se miraba por aquella capa que llevaba.
Mientras los guardias tenían su atención en la figura encapuchada, pues no se podía ver si era hombre o mujer, fuera de la carroza varios monstruos corrían con capuchas y máscaras de cráneos ya sea de su misma especie o de otras, a lo lejos un ave monstruo apuntaba su arco hacia el chófer y en un golpe certero la flecha atravesó su cráneo, otro monstruo sapo sin ser aún detectado por los guardias atrapó el cuerpo del chófer silenciando cualquier ruido, la figura bajo la capa se encontraba nerviosa, sabia que esto pasaría pero lo había ocultado pensando que podría tener un momento de libertad, el sapo se encontraba corriendo a lapar de la carroza del lado izquierdo, como otro monstruo cíclope de piel roja y un cuerno corría del lado derecho, y el ave monstruo volaba por encima de la carroza mirando como aterrizar en el asiento del chófer, al hacerlo, un "estornudo" oportuno vino de la figura distrayendo a los guardias del ligero movimiento clavando sus miradas en la capucha, la carroza fue guiada por otro camino, el ave desengancho a los animales que impulsaban la carroza y salió volando al mismo tiempo que los otros dos monstruos se detenían, a lo lejos un reptil apuntaba tres flechas a la carroza y justo al soltarlas la figura dejo caer su cabeza en el hombro de un guardián esquivando la flecha que se entero a un lado de ella mientras que las otras dos daban en su punto exacto, la cabeza de los guardias, la carroza se topó con la raíz saliente de un árbol provocando que la carroza se volverá y exparsiera un poco de las medicinas y comida que llevaba, los cuatro monstruos se acercó a la carroza volcada mientras recogían aquellas medicinas y comida en carretillas que estaban ocultas, era obvio que todo estaba planeado, mientras recogían los suministros la figura salía silenciosamente de la carroza por la ventana trasera rota, a pesar de estas herida de su tobillo derecho y rasguñaba considerablemente pero no lo suficiente como para perder tanta sangre, salio lo más silenciosa posible, aun estando vendada camino al lado contrario de los monstruos alejándose de su vista y mientras lo hacía se quitaba la venta de los ojos mostrando unos resplandecientes ojos _____, si camino se detuvo al ver por primera vez un cuelo tan azul y blanco, la luz le segaba ligeramente y provocaba un ardor de ojos y dolor ligero de cabeza pero no le importaba, lo que miraba era una explosión de color, miraba un sol y mil amarillo, un cielo azul, nubes blancas, tierra y troncos marrones, hojas verdes y anaranjadas, era la primera vez que miraba tanto color o el exterior, sin embargo no duro mucho al ser bruscamente empujad@ contra un árbol y acorralad@ en el mismo con un cuchillo en su cuello, pero sus ojos se fijaron en aquellos brillantes ojos ámbar amarillos quedando totalmente hipnotizad@, al igual que el reptil quedo hipnotizado por los ojos de la figura, que acercaba lentamente unas pequeñas y delicadas manos las cual rosaron la mejilla del reptil cual se alejó solo un poco algo confundido, pero la figura siguió a acariciar su fría y algo escamosa mejilla, el leve calor que trasmitía la piel de la figura le daba una sensación reconfortante y cómoda el reptil, algo que nunca había sentido, pero su placentera sensación se fue al escuchar la lejana voz de uno de los monstruos.

-¡Su majestad, ya tenemos todo!- exclamó el ave.

Al salir del trance pensó rápido y noqueo a la figura cual al caer al suelo se pudo ver una figura femenina de un cuerpo atractivo, usando solo y únicamente un vestido corto de color blanco, algo sucio y rascado por el viaje, de tirantes delgados y no llegaba mas arriba de 8 dedos sobre su rodilla, iba descalza y encadenada de los tobillos, muñecas y cuello, todos unidos en la misma cadena, aunque cargaba un collar con lo que parecía una placa de identificación que decía "N° 13-T" y a la vuelta una serie de numero, como los códigos de barra de la cocina del supermercado, el reptil rompió la cadena entre sus tobillos y muñecas dándole la facilidad de cargarla en su hombro como un costal de papas, o maíz, (XD entienden? Porque en Mewni casi todo es de maíz. No? Nadie? Bueno).

-Su majestad ya- el sapo callo al ver la chica en su hombro e inconsciente- No pensara.

-Llevarla al reino, o si?- terno el cíclope.

-Claro que si, si Mewni esta tan desesperado como para llevar a una chica oculta entre los suministro significa que es imposible y sabe algo, y no nosotros se lo sacaremos- hablo el reptil a lo cual sus hombres monstruo solo asintieron- Y si no tiene nada que sirva de juguete- a esto sus hombres sonrieron y prosiguieron a marcharse- "Solo espere que cantes rápido, no quisiera lastimar tan bello cuerpo"- pensó mientras caminaba con sus hombres.

Traidores. (_____xToffee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora