No, no es mi historia claramente no estoy muerta físicamente, no es mi nombre real, no es mi vida.
Quise desahogarme escribiendo esta historia, basada en mis pensamientos, en mis desórdenes, en mi falta de amor propio, mi indiscutible fragilidad ante el que dirán los demás de mi y aunque han pasado años desde que empecé a escribir está historia, todavía me atormentan las voces, todavía pienso en el hecho de estar sola, vacía, con un hueco en el pecho. Tengo momentos de lucidez, cambio de ánimo cómo cambia el día a la noche, mi reflejo en el espejo no se ve, no me encuentro. Tengo ojeras formadas de noches pasadas pensando lo difícil que es llevar conmigo una vida tan vacía, llena de complejos.
Desearia saber liberar y darme libertad. Pero tengo la desdicha de no poder amarme ni a mi misma, de no poder liberar un poco de mi alma, siempre estar atada a los pensamientos toscos, egoistas, tengo tantas ganas de morir que no visualizo lo que esta a mi alrededor, las personas que me quieren y es que la depresión es egoista y me calcina el alma. Pero al final siempre estoy sola con ella, en la madrugada viendo salir el humo por la ventana deseando ser tan libre como eso, desvanecerme con solo un suspiro y que en el momento que desee morir suceda, sin previo aviso. Al final todos nacimos para morir y es para lo unico que vinimos a este tragico mundo; a padecer por nuestras mismas acciones.
Después de tantantos años, he vomitado todas las ganas que me quedan de seguir, he cortado cada gota de vitalidad y he deseado acabar con esto la misma cantidad de veces que respiro en un día. ¡VIVIR ES LA ACCIÓN MÁS EGOISTA DEL HOMBRE! y aun asi tenemos la capacidad de decir que la vida es maravillosa, cuando hemos destruido con cada paso que damos.
Vuelve la ansiedad, el malestar, la depresión, las ganas de vomitar los restos de tanta miseria.
