IV.

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  No había podido evitar escuchar su conversación.
Por accidente la escuché debido a que había salido una vez más al patio a buscarla para saber qué le había pasado.

  Esa chica iba a irse y no había tenido la oportunidad de enlazar una amistad o, mínimo, no había podido mantener una relación decente como personas maduras.

  “¿Y qué te hace pensar que esa chica es una persona madura, Byron?”

  No importa, si no llegué a algo con ella fue por culpa suya... No es que haya querido llegar a “algo”, sino a algo simple. Ya me entienden.

  Salí de mis pensamientos cuando ella se giró y se sobresaltó un poco al verme con la mirada al infinito. Por primer vez en todo el día, se guardó el celular en su bolsillo trasero del pantalón y sonrío.

  -¿Sabes si Jonnhy ya se desocupó? - dijo con un tono de voz muy tranquilo, a mi punto de vista. Le quedaba bien.

  - Probablemente ya no está haciendo nada. Por suerte, sus idioteces no duran tanto como crees.

  Soltó una leve risilla y, por fin, pude notar sus facciones relajadas y tranquilas.
Me gustaba verla así; irradiaba paz y daba un aire relajante, para nada tenso (como el de hace unas horas).

  -Te irás, ¿cierto? -conseguí decir, esperando a que no me golpeara por mi intromisión.

  -Sí. Creo que Jonh, en verdad, no me quería aquí desde un principio, y veo que había llegado en un momento muy inapropiado.

  -¿Por qué lo dices?

  -Pude notar que esto -dijo haciendo un ademán señalando la casa- era como una especie de fiesta o reunión. Y yo llegué sin avisar, soy como una especie de intrusa o "colada".

  La miré fijamente para analizar lo que acababa de decir.

  -No eres una intrusa. Eres la hermana de Jonnhy. Tú, aunque no lo creas, eres bienvenida aquí. No tienes por qué pensar eso.

  Le revolví un poco el cabello y ella ladeó la cabeza para esquivarlo, cosa que no funcionó.

  -Aún así. No conozco a nadie y estoy segura que nadie quiere conocerme.

  -Yo sí.

  Ella giró su vista hacia la mía y, por primera vez en todo el maldito día, pudimos mantener la mirada sin hacer ademán de querer desviarla. Sus ojos brillaban con la luz del foco del patio y le daba un gran efecto al cristal de sus anteojos; podría sonar cursi, pero siempre me han fascinado las miradas pues en ellas se encuentran la verdadera identidad de alguien, y pude notar que en ella no había amargura ni tanto odio a la humanidad como ella quería aparentarlo. Solo había una chica que deseaba poder sacar un lado oculto y extrovertido de ella misma.

  -A mí sí me gustaría conocerte. Digo, ¿a quién no? Estoy seguro de que los chicos también estarían felices de tenerte más a menudo por aquí.

  Ella seguía teniendo su mirada sobre mí. Me empezaba a poner nervioso. Tenía una mirada muy pesada pero agradable a la vez.
Tuve que desviar la mía para poder concentrarme.

  -A nosotros no nos importa tu pasado, tu religión, tus problemas personales o tu forma de pensar sobre algo; te aceptaremos por cómo eres. Y, por lo visto, eres una gran persona, "chica Jonnhy".

  Rió al escuchar eso último.

  -¿"Chica Jonnhy"?

  -Eres su hermana y aún no sé bien tu nombre -reí al captar la gran estupidez que acababa de decir.

  -¿Mi nombre...? -dijo, pero fue interrumpida por la bocina de un auto.

  Demonios. Justo cuando estaba muy bien con ella, se la llevan.

  -Elizabeth, al parecer ya llegaron por ti -dijo Jonnhy asomándose por el umbral de la puerta.

Ella asintió y se adelantó a entrar a la casa. Tomó su pequeño bolso y se despidió de su hermano.
La acompañamos hasta la calle y  en lo que Jonh saludaba a la chica que conducía, yo me despedía de su hermana.

  -Bien, ya sabes. Eres bienvenida cuando tú quieras. Ven con Jonnhy de vez de cuando para que nos conozcamos más -sonreí y le volví a revolver el cabello.

  -Lo pensaré. Gracias por todo -dijo con una amplia sonrisa. Insisto, le queda bien.

  La chica del auto (quien tenía el cabello corto y rizado, estaba maquillada y lucía como una adolescente vestida de joven-adulta) abrió la puerta del copiloto para que pudiera subir al coche. La hermana de Jonh, sostenía la puerta cuando se giró para verme y decirme:

  -Soy Elizabeth. Para que no te quedes con el suspenso.

  Reí y sacudí la cabeza.

  -Soy Byron. Un gusto, Elizabeth.

  -Lo sé.

  Y sin más, se subió al auto de la chica fresa (¡eso! Parecía chica fresa*)
Me quedé en la acera cuando arrancó el coche, mirando cómo se iba y tal vez ya nunca volvería.

  Giré un poco mi cabeza para ver quién se encontraba detrás de mí, esperando que fuese Jonh, pero en lugar de eso me topé con un Ethan medio confundido.

  -¿Ya se fue?

  -Sí, se fue.

  -¿Volverá?

  -Eso espero, Ethan.

  -¿Y quién era la otra chica?

  -Okay, Ethan, suficientes preguntas -dije mientras empujaba a mi amigo hacia el interior de la casa.

  En este lugar no es bueno que haya dos enamorados...

  Espera, ¿qué?

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*Fresa: este término se usa en México, coloquialmente, para referirse a una persona que viste a muy "fashion" xd, escucha música moderna y actúa como lo haría alguien que tiene dinero(?)
No sé si me di a entender 😂. Los mexicanos entenderán xD

Cuando cedí mi TronoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora