Obsidiana es la segunda parte de "La Melodía de Aura", es necesario leer primero Preludio.
La Melodía de Aura es una historia llena de música, literatura, emociones a flor de piel y amores que jamás podrás olvidar. Si te interesa, debes empezar...
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Mañana será el día, ese día. Por fin me enfrentaré a uno de mis mayores miedos sin red de seguridad...
Creo que vomitaré... Mi estómago está revuelto, no tengo nada de apetito... ¡La comida me parece imposible de comer!
El restaurante del hotel Blue Sea I me provoca ansiedad con los colores amarillo que dominan las paredes del sitio. Es bastante elegante, como todo en el hotel, aunque no tiene ventanas y sí esos lindos candelabros colgando del techo. Los meseros han unido unas cuantas mesas para nosotros por orden de Dimas. Incluso el gerente se ha pasado por aquí para ver si nos atienden bien; me reconoció y se ha acercado a saludarme antes a mí que al mismo Dimas. Entendió la situación al ver a Eric entrelazar su mano con la mía.
—Come —ordena So a mi lado—. Hasta que termines el plato no puedes levantarte.
—Sí, mamá —murmuro.
Mastico un bocado de lo que sea que está en mi plato, ni puedo sentir el sabor. Eric parece notarlo, intenta regalarme un poco de tranquilidad con una caricia en la parte trasera de mi cuello mientras platica con Billy.
Sofía y Cedric han conseguido otra habitación. Dimas no estuvo muy feliz con la idea de que Eric y yo estuviéramos a solas. Tampoco ha ayudado que bajáramos tarde y que Bere lanzara una que otra indirecta sobre lo delgadas que son las paredes, no tienes que ser un genio para entender.
—Presten atención —empieza Gabriel—. Es una ventaja que ninguno de nosotros se presente hoy y que no seamos rivales directos. Mañana, como ya dijo Henrik, estará Mjölnir de antepenúltimo y el domingo estaremos nosotros en el penúltimo lugar. Cada noche elegirán a tres finalistas.
Eric está sumamente tranquilo bebiendo de su vaso de agua, me sonríe cuando descubre que lo observo.
—Son veintiuna bandas —añade—. El evento empieza a las ocho de la noche, pero debemos estar ahí desde las siete...
—No será fácil —interrumpe Henrik—. Vaya que no.
—¿Por qué? —pregunta Paolo.
—Hay unos cuántos que se ve que son novatos, pero la mayoría no.
—Es por el nivel del concurso —dice Dimas—. No cualquiera podía inscribirse.
Perfecto, ahora creo que tampoco puedo beber agua sin sentir nauseas... ¡Estúpidos nervios!
—Y hemos atraído un poco de atención por no utilizar el apoyo que ofrece el evento con el alojamiento y transporte —comenta Gabriel.
—¿Atención buena o mala? —inquiere Cedric.
—En este punto cualquiera es buena —responde Henrik—. Por cierto, hoy cierra la noche Indiex.
Si Eric dejara de incomodarse cada vez que se menciona algo relacionado con Ángela, me haría sentir mucho mejor. No me sorprende en lo absoluto enterarme de que Indiex es la banda de Joel, tenía que serlo...