Capítulo 4: "Demasiado pacifico......"

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Al despertarme el día siguiente fui a la habitación, aún estaban durmiendo, me acerqué a Ariana.

-Oye, ya despierta – dije cuando le hinqué la nariz con mi dedo, ella se estiró un poco.
-No hagas eso – dijo molesta.
-¿Qué cosa? – dije mientras le seguía hincando la nariz.
-Eso.
-Ah.... – pensé por unos momentos.
-Ya para.
-No – sonreí. En ese momento ella me mordió el dedo, lo hizo con fuerza, grité y aparté mi dedo. Por el grito Luna que estaba al otro borde de la cama se alteró y se movió mucho, cayéndose de la cama, la vimos caer – tu también levántate Luna - dije adolorido por la mordida.

Se levantó del suelo – gracias por su preocupación eeh – dijo sarcásticamente mirándonos feo.
-De nada, haré el desayuno, bajen rápido – sonreí mientras fui a la cocina.
Mientras iba al pasillo me tiraron una almohada a la cabeza, caí al suelo, me sorprendí mucho el que pasara eso con una almohada, me levanté y giré a ver la habitación, cerraron la puerta rápido, sonreí – me las pagará – fui a la cocina, prepare el desayuno, vinieron y nos sentamos a comer.

-Ariana: Y ¿adónde te fuiste en medio de la noche Rubén? – me preguntó 
-Luna: ¿Qué? – pregunto Luna sorprendida.
-Ariana: Es que cuando baje por algo de beber lo vi despierto en el sofá mirando las estrellas y de repente se fue de la casa, por eso pregunto, ¿adónde fuiste Rubén?
-Rubén: No es nada importante – le dije mientras seguí comiendo.
-Ariana: Si fuera así no te hubieras ido tan alterado – me sonrió mientras comía.
No conteste por un momento.
-Luna: ¿Eran los mismos de ayer?
-Rubén: No lo sé sinceramente – acabé de comer, de repente Luna puso su mano encima de la mía.

–Luna: Tranquilo, todo estará bien – me sonrió, le devolví la sonrisa.

-Ariana: Ustedes son pareja ¿verdad? –preguntó Ariana.
-Rubén y Luna: ¡¿QUÉ?! –dijimos al mismo tiempo, ella sacó rápido su mano y se sonrojó.
-Ariana: ¿Entonces eso es un sí o....?
-Luna: No, solo somos amigos - contestó.
-Rubén: Sí, eso es verdad, solo amigos – dije nervioso.
-Ariana: Ah...Es que se ven tan.... - De ahí Luna me empujó con fuerza botándome de la mesa.

-Luna: ¿Ves?, solo amigos.

-Rubén: No era necesario eso – dije adolorido mientras me levantaba. Ariana comenzó a reír – en fin, voy a la tienda a comprar unas cosas, vuelvo luego.

(...)

Estando en la tienda comprando las cosas, una niña pequeña se topó conmigo por accidente, al parecer estaba jugando, al toparse se cayó su helado, ella triste comenzó a llorar.
-No niña, no llores – me arrodillé para intentar consolarla, al ver que no funcionaba me levanté, busqué un heladero con la mirada y al hallarlo fui a por él, compré un helado y se lo di a la niña – toma, para ti – le sonreí.
La niña volvió a estar contenta y se fue con su helado, al verla me di cuenta que a unos metros estaba su mama al parecer la esperaba para irse a algún lugar, me sentí bien al ver a la niña feliz con su madre, de ahí simplemente seguí con las compras y fui en rumbo a casa, mientras caminaba comencé a mirar detalladamente mi alrededor, a los adultos, a los adolescentes, a los niños, el ambiente era tan pacifico, que hasta parece que no era común las desgracias, obviamente es lo que siempre disfrazo la humanidad, la realidad, pero me sorprendía al ver tanta gente que estaba sonriente.

(...)


-Ya lleguee – dije al entrar a casa, dejé las compras en la cocina, fui a la sala y me senté en el sofá, prendí la televisión - ¿Qué han hecho mientras no estaba, eeh? – Dije en voz alta para que me escucharan, nadie respondió, gire hacia el pasillo - ¿Hola?...... ¿Luna?...... ¿Ariana?............ –me pareció escuchar que se cayó algo - ¿Mami? – Dije en voz aguda, la casa estaba vacía al parecer – Tal vez salieron a alguna parte – seguí viendo la televisión, no había nada interesante, busqué un programa por unos minutos, nada entretenido, de ahí en adelante no recuerdo nada.

(...)

Despierto en un cuarto oscuro, me iluminaron para percatarme, no había nada en donde estaba.
-Por fin despertaste Rubén – dijo un parlante que había en la habitación.
-¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? – pregunté mirando hacia las paredes buscando una cámara.
-No te preocupes, no pasará nada.... Siempre y cuando obedezcas nuestras peticiones.
-¿Enserio tuvieron que embriagarme o algo para traerme? ¿Saben?, con invitarme a venir se ahorrarían trabajo.
-No vengas con tus juegos, y aparte, no te embriagamos ni nada, te encontramos dormido y fue fácil traerte, dormiste como tronco, pero olvidando eso, pasarás a una serie de experimentos y análisis, tienes algo que nosotros queremos – dijo serio.
-Y ¿Por qué no me lo piden?, se los daría sin problema.
-Así no se hacen las cosas – levanto un poco la voz – además no creo que sepas que es lo que queremos, ya que al parecer no recuerdas nada.
-Bueno, no me siento cómodo con eso de hacerle cosas raras a mi cuerpo así que si me dejan ir yo estaría encan-
De repente prenden la luz de otra habitación al lado que podía ver por una ventana se veía a dos chicas que estaban amarradas a unas sillas con una venda en los ojos, me pareció reconocer a la de al lado.
-¿Ariana?..... ¿Pero que estás....?- después me di cuenta de la otra chica - ¿Luna?
Comenzaron a pedir ayuda las chicas en la otra habitación.
-Pero ¿Qué? oye, ¿Ariana no trabajaba para ti? – me dirigí al parlante.
-Ella y tú bajo el mismo techo, y no te trajo sabiendo que te buscamos, ¿tú no lo considerarías traición?
De ahí grito Luna intentando escucharse al exterior.
-¡Luna! –grité, me acerqué a la ventana y comencé a golpearla.
-Está hecho de un material muy resistente, no podrás romperlo – me informa el del parlante.
-¡Maldito bastardo, déjalas en paz!
-Hagamos un trato, tú haces lo que te digamos y no les haremos nada, o mejor dicho, no le haremos nada – resaltó.
-No LES HAGAS nada y....... –apreté mis puños – trato hecho – dije con la mirada al suelo.
-Muy bien, así se habla.
-Tranquila Luna – dije en voz baja– te sacare de aquí, tenlo por seguro.
Vinieron unos uniformados y me llevaron a un cuarto donde no había rejas, sino era un ventanal en una parte, me dejaron ahí, miré mi alrededor, había algo como un comunicador en las paredes de al lado, me eché al fondo, comencé a mirar el techo.

-¿Qué quieren de mí? – Dije en voz alta, miré mis manos – ¿Qué tengo yo que ellos tanto necesitan?
-Eso depende, ¿Quién eres? – dijo el comunicador de la derecha, al parecer era otro prisionero o algo por el estilo.
-No creo ser importante – respondí.
-Por algo estas aquí, ¿no?, ¿Cómo te llamas?
-Rubén....
-¡¿Rubén?! Espera, ¿eres el mismo Rubén de hace 3 años? – gritó sorprendido.
-¿Hace 3 años? – pregunte confundido.
-No molestes, ya te tomaban por muerto por desaparecer durante tanto hombre.
-Pero ¿de qué hablas?
-Pero ¿Por qué volviste? ¿Por qué te dejaste atrapar?
-¡Dime de qué tanto hablas! – le grité.
-Relájate Austin – dijo el del comunicador izquierdo, del otro lado – parece no recodar, ¿cierto?
-Si.... Realmente es así, no recuerdo nada, por favor.......... Explíquenme ¿Qué fue lo que paso? ¿Qué hice? ¿Qué quieren de mí?
-¿Enserio no recueras nada? – preguntó Austin.
-No....
-¿Ni a Karen? – preguntó el otro.
-¿Karen....?

*Escenas pasadas*

-Oye....Rubén..... ¿Cuándo acabara todo?
Limpio mis manos del polvo de tanto excavar, seco mi frente del sudor – pronto Karen.... Pronto....

Dark howl of beast: El Nuevo Rey De La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora