Capitulo 3: "La Luna radiante"

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-¿Pero cómo van a hacer eso aquí?
-¿No puedo? – dijo Luna.
-No – dije en tono grave – ¿O sea dónde piensan dormir?
-Pensábamos que en tu cama – dijo Ariana
- ¿Y yo donde dormiré?
-En el sofá – respondió Luna
-¿Pero por qué? ¿Y en tu casa por qué no?
-Es muy pequeña para hacer la pijamada ahí. – respondió Luna.
-No, no, no, no, no, no, no pienso dormir en el sofá, así que ustedes dormirán aqu-

(...)

-Soy tan lamentable – dije echado en el sofá mientras ellas ya estaban durmiendo en mi cuarto – bueno, no tengo más que – me acomodé en el sofá para dormir, comencé a fijarme en la ventana a través de la sala, veía la luna llena -.... Hace mucho que no veo la luna, se ve muy radiante – sentí un escalofrió en mis brazos, los miré fijamente, de repente vi una escena en el que miro mis brazos pero con sangre, me sorprendí por un momento.

-¿No vas a dormir? – dijo Ariana, vino a la sala, al parecer iba a la cocina por agua o algo por el estilo.
-Ah... si – seguí mirando la luna.
-¿Qué tanto piensas?
-Realmente no lo sé, ¿ya me explicarás lo sucedido?
-¿Que no es obvio?
-¿Obvio que?
-Del porque te buscan.
-No, no tengo ni idea.
-¿Acaso no recuerdas nada?
-No es que no recuerde nada, simplemente no quiero recordar y siéndote honesto tampoco quiero saberlo.
-Solo debes saber que debes tener cuidado.
-De acuerdo – mire más debajo de la luna queriendo ver el jardín, al hacerlo me di cuenta de una silueta de alguien que al parecer me observaba – pero ¿qué? – Escapó la silueta, al segundo salí de la casa a buscarla, al verla a unos cuantos metros la perseguí – Oye, espera – le dije.

Él era rápido, me era difícil alcanzarlo, lo perseguí por varias calles hasta que se detuvo en un callejón sin salida.

-Ya no tienes a donde ir – dije un poco agitado - ¿Quién eres? – El volteo hacia mí, con la mirada baja comenzó a reír - ¿Qué pasa? – siguió riendo.
-¿Enserio eres tan tonto? – mostró su rostro, al momento que lo dijo aparecieron de la nada otras personas, me rodearon, era una trampa.
-Genial – dije sarcástico – ¿ahora por qué me buscan?
-Simplemente ven con nosotros, no te haremos daño.
-No es necesario mentir, se nota claramente.
Rió – quiero divertirme – me miró fijamente, comenzaron a acercarse hacia mí, voltee hacia la salida, jale el brazo del más cercano hacia el suelo, me impulsé en él para salir de ahí pero uno de ellos me agarró el pie, evitando que escapara, al jalarme con fuerza caí al suelo, intenté soltarme, le di una patada al que me sostenía, me comenzaron a agarrar entre los demás para dejarme inmóvil, ya no podía moverme aunque igual insistía.

-Ya relájate Rubén, es por gusto.
-¿Desde cuándo todos saben mi nombre? – le miré fijamente.
-¿Cómo no serías conocido después de lo que hiciste?
-¿Después de lo que hice?
-¿Qué? ¿Acaso no lo recuerdas? –rió, se acercó a mi oído – ¿no recuerdas a.... Karen?

Vinieron a mi mente escenas aleatorias de un pasado al escuchar ese nombre, mediante esas escenas escuché disparos, unas voces de fondo, risas, rugidos, vidrios rotos, disparos, etc. Me quede en shock en ese momento, bajé la mirada.

-Ja, al parecer si la recuerdas después de todo – se alejó.
-Siéndote honesto no la recuerdo para nada, pero al parecer ella tuvo que ver algo con mi pasado.
Crujió sus nudillos – si quieres arreglamos eso – en ese momento lo llamaron al celular – ¿hola?......si, aquí lo tenemos.................... de acuerdo, lo llevamos de inmediato............ - colgó – bueno, estás de suerte, tenemos que llevarte y no podremos divertirnos contigo por el momento – comenzaron a reír el resto, chasqueó su dedo como señal de que me muevan, me sacaron del callejón, no tenía fuerza de voluntad para moverme en ese entonces por alguna razón, mientras me llevaban se escuchó un silbido atrás nuestro, ellos se detuvieron y giraron para ver quién fue el que silbó, levanté la mirada, era un señor con traje que apareció de la nada, su pelo era castaño, peinado hacia un lado, me miraba fijamente.

-Se supone que eres más fuerte, ¿cómo llegaste a esta situación? – se dirigió a mí.
-¿Tú quién eres? – dijo furioso el líder de los que me atraparon – Largo a menos que quieras acabar como él.
-¿Acabar como él? – Preguntó dudoso – pero si no lo veo con ningún golpe o herida, solo lo están sosteniendo – pensó unos segundos – al parecer evitaste pelear – se dirigió a mí – Ay por dios – puso su mano en su cabeza – y se supone que yo soy el que no le gusta ensuciarse.
-La suciedad ya no será un problema para ti – rió señalándolo con el dedo indicando que atacasen los que no me estaban sosteniendo.

El señor se puso firme – Herd – dijo extrañamente, de pronto aparecieron como unas siluetas a su alrededor ocupando toda la pista, las siluetas eran de unos ciervos, los vándalos sorprendidos se detuvieron.

-¿Qué les pasa? Solo son ilusiones – afirmó el líder, el resto dudoso avanzo un poco, los ciervos comenzaron a golpear el suelo con sus patas con fuerza demostrando que no eran ilusiones provocando un pequeño temblor, sentía como saltaban las piedras a mi alrededor, después las siluetas de los ciervos cambiaron, viéndose a los ciervos en carne y hueso, se detuvieron los chicos con miedo.

-¿Aun crees que son una ilusión? – pregunto el señor. El líder junto a los demás, incluyendo los que me sostenían me dejaron y se fueron corriendo, mientras que la manada de ciervos vino como una estampida para espantar más a los chicos, yo estando ahí no me moví y los ciervos pasaron a mi alrededor evadiéndome, después la estampida que pasaba a mi alrededor comenzó a desvanecerse poco a poco, mientras que el señor se acercaba a mí.

-Ya, levántate niño – dijo cuando estaba enfrente mío.

Obedecí y me levante, estaba asombrado por lo sucedido - ¿C-cómo? – Me miró dudoso - ¿Cómo hiciste eso? – le pregunte.

-¿Cómo que cómo hice eso? Si esto es lo más...... a...... ya veo...... no recuerdas nada al parecer.
-¿Recordar qué?
-Nada, nada por el momento... - me miró – sabes llegar a tu casa ¿verdad?
-Emm.... Sí, no se preocupe señor – dije con la mirada baja.
-¿Señor?.......... ¿Señor? – Me pregunto - ¡¿Señor?!
-....¿Pasa algo?
-¡¿CÓMO QUE SEÑOR? NO ESTOY VIEJO MALDITO NIÑO DESAHUCIADO!
-Ey, yo no estoy desahuciado – le dije enfadado.
-¡Y YO NO ESTOY VIEJO, SOY TAN JOVEN COMO TU SOBRINO! – Me gritó
-¡YO NO TENGO SOBRINO! – le respondí.
-¡ENTONCES SOY MAS JOVEN QUE NEITHAN!
-Y ¡¿QUIEN ES NEITHAN?!
-¡¡YO QUE SE  YO NO ESCRIBO LOS DIALOGOS!!
-Bueno ya paremos, ya no tiene sentido lo que estamos diciendo – respiré profundo - ¿Cómo te llamas?
-Ufff – se peinó – Spencer.
-Bueno, yo soy r-
-Rubén.
-Me puedes explicar ¿cómo sabe todo el mundo mi nombre? ¿Llevo mi nombre en mi cabeza o cómo? – dije alterado.
-Hay muchas cosas de las cuales debemos hablar pero primero ve a descansar, ya es muy tarde.
-De acuerdo, ¿pero como nos contactamos o así?
-Tranquilo, tengo mis métodos.
-Me siento acosado, pero ya, iré a mi casa – le di la espalda y comencé a caminar, al momento en el que tenía que girar a la derecha dije – y muchas gracias............ - le sonreí, me devolvió la sonrisa – Señor.
-Hijo de – en ese momento me fui corriendo directo a mi casa aguantándome la risa de su cara cuando le dije eso.

(...)

Ya en casa fui a mi habitación sutilmente donde estaban durmiendo Luna y Ariana para ver si estaban bien, y si fue así pues estaban ahí, las miré fijamente y en silencio para no despertarlas, se me hicieron muy lindas el verlas dormidas, volví a la sala, me eche en el sofá y miré el techo, pensando en todo lo que paso, y lo que no comprendía, las pequeñas escenas de unos recuerdos pasados, se me hacía todo tan extraño, estaba muy confundido, por lo que decidí dormir.

((((Y ahora otra imagen en version anime, esta vez de Spencer, solo que sin anteojos y con el pelo marrón xD))))

Dark howl of beast: El Nuevo Rey De La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora