Capitulo 2: "Sigues siendo el mismo de siempre"

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-Ah, al parecer me recuerdas - dijo sonriendo.

-Tú......

-..... - me miró dudoso.

-Tú......

-No sabes quién soy ¿verdad?
-Ssshhh - lo callé - es para darle más drama al momento.
-Aggh Rubén, se nota que sigues siendo el mismo de siempre - puso su mano en su frente dando vueltas alrededor mío.
-Y tu sigues siendo el mismo........... seas quien seas, ahora que me pregunto, ¿Qué paso con Ariana?
-Relájate, ella está bien, pero si hablamos de ti.........
-¿Sabes? Creo que es tarde así que por favor déjame irme a casa y.....
-No lo creo - trajo una mesa con ruedas en el que tenía varias cosas de doctor o cirujano.
-Emm, ¿qué piensas hace-
Saca una inyección con una aguja grande.

Al verla rompí las cuerdas rápidamente, me levanté de la silla y boté la mesa hacia él para detenerlo.

-¡NO! - Grite - ¡Ni loco pienso recibir esa aguja!

Comenzó el cuarto a iluminarse en ciertos segundos de rojo mientras sonaba como una alarma, busque alrededor mío una salida, logre ver una puerta en la que sin pensarlo dos veces fui a abrirla.

-¡Deténgalo! - grito él.

De la nada veo alrededor mío unos con traje de anti radiación, corrí lo más rápido que pude para no ser atrapado, al cabo de unos segundos escuche disparos atrás mío, al parecer querían detenerme a cualquier costo, de ahí pareció un momento de persecución en cámara lenta, veía como las balas me rozaban, como a los lados del pasillo habían unos ventanales a otras habitaciones, el ver todo esto detenidamente, sentí un gran Deyavu, que ya había pasado todo esto antes, una misma situación en la que escapaba, pero que mis extremidades se veían diferentes en ese recuerdo. Se fue el momento de cámara lenta, llegue a la puerta de al final del pasillo, al abrirla me fije que estaba en un lugar como casi despoblado, me escondí, cuando aparecieron los chicos del traje no me encontraron y decidieron buscarme, a mi suerte al lado contrario de donde estaba, sabiendo que eso iba a pasar.
Me comencé a apartar lentamente de ese sitio, me fijé a mi alrededor, parecía estar a un extremo de la ciudad.
-Aggh, detesto caminar, será un camino largo -Caminé derecho a donde se veía a lo lejos como unas estructuras más grandes para de ahí ubicarme y llegar a casa.

(...)

Llegue a casa altas horas de la noche muy agotado.

-Estoooooy mueeeeeeeerrtoooooo... - me eche en el sofá mirando al techo - Lunaaaaaaaaa , ¿estás aquí?

-Si - respondió.
-Lo sabiaaa - levanté las manos al aire como señal de victoria - me puedes preparar la cena ¿por favor?, es tu turno.
-Vale, vale.
-Gracias eres un amor, ¿también podrías traerme una bolsa de hielo? - Me lo tiré en la cara, tapándome la boca - Gaciaaas - dije mientras aun tenia la bolsa en mi boca.
-¿Dónde estabas? Ya es muy tarde.
-Lo sé, lo sé - puse el hielo detrás de mi cabeza - haber me golpearon en la cabeza, me secuestraron, me llevaron al otro lado de la ciudad, casi me-

De repente se puso Luna en frente mío, agarrando mis manos, mirándome a los ojos enojada.

-Emm, ¿Qué pasa? - Se comienza a acercar - ¿Qué estás haciendo? - me puse nervioso.

- ¡¿Cómo que te secuestraron?! - Me gritó
- Pero no es para tanto - dije asustado.
-¡¿Cómo que no es para tanto?! - me gritó a la cara.
-Relájate, estoy aquí, ¿no?
-Sí, pero ¿y si te pasaba algo?
-Sé cuidarme.
-Sí sabes cuidarte ¿Cómo te secuestraron?
-Es que les termine dando ventaja - dije como niño mirando hacia abajo- pero tranquila, no pasa nada.
-¿Cómo que no pasa nada? - me levantó la voz.
-Ya, relájate, ¿enserio tanto te importo?

Ella al escuchar eso se puso un poco roja, dejo de mirarme y se apartó.

-No cambies los roles - me acerqué - se supone que yo te cuido, no tienes que preocuparte por mí, ¿va?
-¿Pero y si-
Puse mi dedo en sus labios para callarla - No pasa nada, estoy bien. - le sonreí.
Me devolvió la sonrisa, nos miramos por unos segundos - Eres un idiota - me golpeó con fuerza en el estómago quitándome el aire.
-Bueno, ya no estoy bien - dije adolorido por el golpe.

Tocaron la puerta. Se nos hizo raro el que vinieran a tan largas horas de la noche. Luna se fue a la cocina y yo fui a abrir la puerta. Al abrirlo era Ariana.
-No esperaba verte - me dijo seriamente.
-Me tienes que explicar muchas cosas - le dije - en primera, te obligaron, ¿verdad?
-¿Cómo lo supiste?
-No te puedo ver como una chica mala.
-Si soy malvada - infló sus cachetes.
-Ya suéñalo - reí - Oye Luna ¿por qué le diste mi dirección a Ariana? - levante la voz.
-¿No puedo? - respondió.
-Ja - reí - entra, y después me explicas todo - le dije en voz baja.
-Habrá mucho tiempo para eso.
-¿Cómo que habrá m-
-¿Qué no te dijo?
-¿Decirme que?
Vino Luna a la sala y las dos juntas afirmaron - Haremos una pijamada.

-¿QUEEEEEE?

Dark howl of beast: El Nuevo Rey De La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora