Dark howl of beast: El Nuevo Rey De La Oscuridad

Capítulo 7: "¿Vivir o morir?"

(...............)

Casi llegando a casa.
-Tadeo: Una pregunta Rubén, Ella.... – se refirió a Ariana – es una de ellos ¿verdad?
-Rubén: Lo era – dije incómodo.
-Tadeo: Y ¿Por qué viene con nosotros? – dijo serio.
-Rubén: Tranquilo, ya no lo es, ella me ayudó a escapar.
-Tadeo: Pero ¿Qué pasa si ella-
-Ariana: No soy parte de ellos – interrumpió – estuve bajo el mismo techo con Rubén antes, me consideran traicionera por no llevarlo, pero no te preocupes, no tienes que temerle a una niña – le sonrió a Tadeo.
-Rubén: ¡Uuuuuuuhhh te ganaron! – levanté la voz.
-Tadeo: Cállate.
-Rubén: De acuerdo.
-Tadeo: Bien.
-Rubén: ¡Uuuuuuuhhh te jodieron bien feo! - en ese instante me dejó caer al suelo
 -Tadeo: Ups, perdón, no fue mi intención - dijo sarcásticamente.
-Rubén: Mal....dito – dije agonizando.

Me puso de nuevo en su espalda, logré notar claramente su sonrisa malvada al verme en el suelo.

-Tadeo: Y ¿Cómo reiniciaste tu vida Rubén? – me preguntó.
-Rubén: ¿Cómo qué? – pregunté confuso.
-Tadeo: Pues..... Tener una casa, tener dinero, saber mantenerte, ¿cómo le hiciste?
-Rubén: Bueno, obviamente la casa es alquilada, el dinero......... bueno no sé qué pasó exactamente........

*Historia del pequeño relato*

Lo primero que recuerdo fue que al despertar estaba enfrente mío un señor calvo atemorizado al verme, su ropa rasgada al igual que las paredes de nuestro alrededor, se escuchaban sirenas de fondo de la policía, estaba confundido.

-Oye.........Me puedes decir ¿qué pasó? - le pregunté confundido.
El señor temblando me tiró un maletín y su cartera – toma, toma todo, pero por favor, ¡No me hagas daño! – se fue corriendo.
-Pero.....¿Qué? – agarré la billetera y abrí el maletín, estaba lleno de dinero, demasiado en mi opinión - ¿Por qué me dio todo esto?........ Bueno, es malo rechazar un regalo – Salí de ahí con el maletín, al hacerlo muchos policías me apuntaron al principio, pero a un par de segundos dejaron de hacerlo.

-Ven aquí niño – me dijo un oficial, obedecí y me acerqué - ¿estás bien?, ¿el oso no te hizo daño?

-N-noo..... – Dije confuso – estoy bien.
-¿Seguro? ya que tu ropa está destrozada – me fijé en mi playera, era verdad lo que dijo – mejor ve con tu padre a algún lugar seguro.
-¿Mi padre?
-Sí, el señor que acaba de salir hace unos instantes, es tu padre, ¿no?
-S-si, voy a buscarlo – me alejé de aquella escena.

*Fin del pequeño relato*

-Rubén: Se me hizo muy raro ese momento, no sabía lo que pasó, pero al nunca encontrar al señor conservé el dinero, el cual era demasiado, alquile una casa y todo eso, por suerte el señor tenía todo en efectivo y no en tarjetas ni nada por el estilo, lo de mantenerme no era difícil, excepto el hecho de cocinar, en un principio iba a restaurantes, y así fue durante un buen tiempo hasta que hace como 7 meses conocí a Luna y ella me enseñó, aunque era cruel como profesora, tenía que comer lo que cocinaba sepa o no bien, ya te imaginaras como sufría cuando salía mal la comida....

-Luna: ¿Qué querías? Dárselo al perro – dijo mirándome.
-Rubén: Pero si no tengo uno.
-Luna: Igual no lo tendrías ahora se le hubieras dado tu comida – me sonrió
-Rubén: Que mala – dije afectado por lo que dijo– ya he mejorado en la cocina....
-Luna: ¿Hace cuánto casi quemas tu casa?
-Rubén: ............Pero si ya sé hacer algunos platillos bien como el de-
-Luna: ¿Hace cuánto? – Dijo un poco más fuerte sonriéndome
-Rubén: ......Mejor cállate – dije resentido.

(...)

Volvimos a casa, al ir entrando Tadeo chocó mi cabeza con el borde de la puerta, me sobé la cabeza

–Rubén: ¿Ahora que te hice? – dije en voz alta, se disculpó y entramos verticalmente, me sentaron al borde del sofá, Luna fue a por alcohol mientras que Ariana me quitó la playera y limpiaba la sangre de mi espalda provocada por las cuchillas que ya me habían quitado en un principio; Tadeo se sentó en el otro extremo del sofá, Luna llegó con el algodón y el alcohol, se sentó atrás mío y comenzó a curar las heridas de mi espalda.

-Luna: Oye Rubén... 
-Rubén: ¿Qué pasa? – le pregunté mientras soportaba el dolor del alcohol.
-Luna: ¿Por qué no me dijiste todo esto.............?
-Rubén: ¿Decirte qué?
-Luna: De eso de los experimentos, ellos.........., del cuando tus brazos eran diferentes al pelear.... Todo eso – dijo un poco tímida.
-Tadeo: No es su culpa – interrumpió – él no se acordaba de nada, apenas recordó todo cuando le dije lo que sabía de él.
-Rubén: Sí – continué – y apenas se lo que él me dijo, recuerdo ciertas cosas y así, también me enteré apenas hoy, como tú.
-Luna: Y ¿Qué pasará ahora?
-Rubén: Pues no lo sé sinceramente, pero ya nada será lo mismo – me pasó una playera nueva para que me la pusiera, diciendo indirectamente que ya acabó de desinfectar las heridas – pero se me hace que es mejor, ya no será aburrido – se fue Luna a la cocina.

-Tadeo: Ey, Rubén, no vas a involucrar en esto a la chica ¿verdad?
-Rubén: ¿A Luna? ¿Por qué lo dices? – giré hacia ellos.
-Tadeo: Le puede pasar algo con el hecho de estar incluida.
-Rubén: ¿Enserio vamos a venir con la típica trama de los superhéroes?
-Tadeo: Solo digo que ella no debe estar metida en todo esto.
-Rubén: Ya por todo esto puedo cuidarla yo mismo, y además, tampoco voy a llevarla a las peleas o algo por el estilo.
-Tadeo: Espero que te resulte, aunque igual presiento que terminarás haciendo lo mismo que en las películas de superhéroes – se puso cómodo en el sofá.
Le tiré un colchón.
-Rubén: "¿Cómo podría protegerla sin estar todo el tiempo con ella?"....... – dije en mi mente, de ahí se me ocurrió una idea.

-Rubén: ¡Lunaaaa!
-Luna: ¿Qué pasa?
-Rubén: ¡Ven un momento!

(...)

-Rubén: Listo, así estarás protegida.

La cubrí de almohadas y colchones de los sillones como si fuera un fuerte, ella estaba confundida 

(Así estaría Luna al ser cubierta por las almohadas y colchones, esta es una imagen referente para que puedan visualizarlo)

-Rubén: Tadeo, ven a ver cómo quedó - vino a verla, se aguantó la risa.
–Tadeo: Ni el lobo feroz te destruye esa casita – dijo sarcásticamente.
-Rubén: Gracias – le sonreí, me acerqué a Luna – ahora estas protegida– le sonreí. Ella sacó su mano y me golpeó en la nariz – oye y eso ¿Por qué?
-Luna: Por idiota – miró hacia otro lado desviándome la mirada.

Llamaron al celular.

-¿Hola? – respondí.
-Muy buenas, ¿Rubén? – me dijeron, reconocí su voz, era quien me salvo la otra vez de los chicos.
-¿Señor?
-............... – no respondió.
-¿hola? – pregunté.
-...... te odio.
-¡Si eres tú! – Afirmé emocionado - ¿Qué pasa?

-Llamé para decirte que vendremos a por ustedes, tienen que unirse a nosotros, prepararse y-
-¿Para qué o qué?
-Eso depende, ¿quieres vivir o morir?