Dark howl of beast: El Nuevo Rey De La Oscuridad

Capitulo 13: "¡¿Por que lo hiciste?!"

-Rubén: ¿Qué paso entre ustedes?
-Janeth: Bueno.... – entrelazó sus manos.
-Rubén: Ow, si es algo personal no te preocupes.
-Janeth: Comenzó después de que nos rescataran........

*Historia de Janeth y Ariana*

Estábamos en una camioneta, nos estaban llevando a su organización, al llegar y darnos habitaciones donde podamos descansar, me fijé que habían personas que estaban entrenando, me llamó la atención, le dije a Ariana que deberíamos entrenar con ellos, ella estaba un poco nerviosa pero igual aceptó, le pedimos al jefe que nos entrenara y nos una a su organización, aceptó y desde entonces entrenábamos con ellos, me sentía bien, en sus ejercicios era la que destacaba más, Ariana aunque no destacaba seguía practicando conmigo, aunque ella no estaba muy animada, durante unos meses, noté que ella estaba un poco rara, de la nada desaparecía, sea por el entrenamiento o a veces un día completo, temía el por qué ella faltaba, no le pregunté nada al respecto para no molestarla, pero un día, al lograr verla alejarse de la organización, la seguí, para saber a dónde iba o por qué desaparecía, la seguí sutilmente hasta que llegamos a un lugar donde se veían personas uniformadas, ella más se acercaba sutilmente a verlos, yo aún la seguía, finalmente me di cuenta que esas personas uniformadas eran parte de quienes nos habían retenido, se me hizo raro e incomprendible el por qué ella venía a verlos. Decidí regresar antes que se diera cuenta que estaba ahí, esa misma noche esperé en la habitación a Ariana para preguntarle, pero no venía, Salí a buscarla, al hacerlo en todo lados, finalmente busqué en la oficina del jefe, con la esperanza de que estaba ahí hablando con el jefe, al abrir la puerta de la oficina me fijé que estaba con la luz apagada, me pareció ver una silueta saliendo por la ventana, la silueta de una chica, con la luz de la luna alumbrando la habitación me di cuenta que se veía un completo desorden, como si hubiera estado aquí un ladrón buscando joyas y dinero. Salí por la ventana para seguir aquella silueta que vi, lo intente seguir en un bosquecillo que había al lado de la organización, era un poco complicado el lograr pasar los árboles en la oscuridad, me demoré como un par de minutos el salir de ahí, al llegar a la autopista que se encontraba al otro lado del bosquecillo, logré fijarme que en medio de esa pista, iluminada por unos faroles de ahí, habían 2 personas, un señor uniformado y mi hermana dándole un folder, sino me equivoco ese folder tenia datos importantes de la organización, me quedé impactada por lo que estaba haciendo, al entregarle, el uniformado le dijo algo, pero no logré escuchar que fue, me acerqué poco a poco sin que se den cuenta, al hacerlo lo suficiente escuché a Ariana decir "Si, me uniré a ustedes" el uniformado le respondió "Buena decisión", volvió sus extremidades en alas y garras y se fue volando. Cuando se alejó lo suficiente me acerqué a Ariana.

-Janeth: ¿Qué hiciste? – le pregunté alterada, ella volteó hacia mí - ¿Por qué hiciste eso?, Sabes quienes son, ¿verdad? - ella agachó su mirada – Respóndeme, ¿Por qué lo hiciste?
-Ariana: No es cómo crees... - dijo un poco decaída.
-Janeth: Pero si vi que estabas entregándole a sus manos, te vi escapar de la oficina, de seguro con esos papeles, te he visto yendo a su organización, recuerdas lo que nos hicieron, ¿verdad? ¿Lo recuerdas? – dije más fuerte.
-Ariana: Créeme, no es lo que parece – dijo haciéndome frente.
-Janeth: Una acción dice más que mil palabras.
-Ariana: Confía en mí, por favor. Soy tu hermana – agachó la mirada.
-Janeth: ¡Una hermana no hace cosas a la espalda de la otra, no se une a quienes alguna vez nos hicieron daño, no miente, no traiciona! – le grité.
-Ariana: Entonces no deberíamos ser hermanas – levantó la mirada, me miró con el ceño fruncido, me impactó sus últimas palabras.
-Janeth: Tienes razón – le dije al fruncir el ceño, se me escaparon un par de lágrimas, quería romper en llanto, le di la espalda y me apresuré en irme a la organización para que no me vea llorar.

(...) Al día siguiente. Desde esa noche ella se fue, al igual que la organización que decidieron cambiar su ubicación. Desde entonces, ya no nos hablamos, ya no somos como las hermanas que alguna vez fuimos.