2- El Despertar

483 55 3
                                    




Cada mañana, al despertar, resucitamos; porque al dormir morimos unas horas en que, libres del cuerpo, recobramos la vida espiritual que antes tuvimos cuando aún no habitábamos la carne que ahora nos define y nos limita, y éramos, sin ser, misterio puro en el ritmo total del Universo.

Elías Nandino

Lance abrió los ojos. Sentía como una cansancio incomprensible se adueñaba de todo su cuerpo, aunque tratara de moverse le era casi imposible. Parpadeo a un ritmo lento mirando a su alrededor, lo único que podía ver era oscuridad tal como si hubiera caído en un vació. Estaba confundido ¿donde estaba? Miro con mayor atención hacía su entorno dándose cuenta de que se encontraba dentro de una especie de capsula, lo único que le permitía ver era el cristal que lo protegía del exterior. Sus ojos se desviaron hacia los lados, al parecer la capsula desprendía luz y esto le permitió darse cuenta de que estaba bajo el agua recostado en la arena, sin embargo, él suponía que estaba en lo más hondo ya que todo sería oscuridad si no fuera por la luz que desprendía aquella capsula.

Trato de moverse, pero solo pudo mover vagamente el brazo que se dejó caer sobre su pecho. Quiso hablar. Le fue imposible hacerlo. Fue ahí cuando una sensación de pánico comenzó a invadirlo ¿qué se suponía qué era ese lugar? ¿donde están todos? ¿qué estaba pasando? Esas dudas no dejaban de darle vueltas en la cabeza, aunque por más que tratara de centrase en buscar una respuesta el sueño volvía a invadirlo. Se sentía tan cansado. Quería gritar pero se sentía tan cansado para hacerlo. Él sabía que ese cansancio no era normal, sin embargo, no podía hacer nada para detenerlo, solo podía dejarse llevar.

-Shiro...- balbuceo con una voz casi irreconocible- Hunk.

Elevó su brazo para tratar de tocar el cristal de la capsula. Antes de conseguirlo su brazo cayo abruptamente sobre su pecho. Tenía pánico de la situación, sabía que en cualquier momento caería en un profundo sueño ¡Debía hacer algo!

-Pidge- dijo parpadeando múltiples veces- Allura...Coran.

Cansancio. Todo en él era agotamiento. Sus extremidades se sentían tan entumecidas como su mente. Debía hacer algo. No quería dejarse llevar por el sueño. Sabía que todo estaba mal. Hizo otro intento para poder conseguir golpear aquel cristal. Impulsó su brazo. Sentía que por un momento cobraba fuerzas.

-Chicos- dijo casi en un susurro.

Con la poca fuerza que tenía llevó su puño al cristal. Debía de hacer ruido. Pero fue inútil. Antes de poder golpear el cristal una oleada de sueño más intenso lo invadió. Su mano solo consiguió estrellarse con un suave roce. Poco a poco su mano comenzó a resbalarse. Y el sueño. Aquel condenado sueño comenzó a nublarle la vista. No quería dormir ¡no debía dormir! pero era imposible. Sus ojos estaban cerrándose, él trataba de impedirlo con múltiples parpadeos y aún así era imposible.

Desvío la mirada hacia la derecha. Había otra capsula. Él comenzaba a caer en el sueño. Concentró su vista, había otra capsula. Sus parpados pesaban tanto. Miró a la persona dentro. El agotamiento pudo con él. Era Keith.

-Keith...- susurró.

Y volvió a dormir.


***********************************************************************************************

-Lance McClain.

Beyond ten thousand starsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora