3- Respuestas

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  Pero yo estaba pensando una manera de multiplicar por diez, y siempre, en la respuesta, obtener de nuevo el problema. 

Lewis Carroll

Al final decidieron seguir a aquel ser que se había presentado como Rod. Ninguno del equipo mencionaban nada, todos estaban completamente absortos con lo que estaba sucediendo en aquel momento, en especial Lance que todavía trataba de buscar un modo para hilar cabos sueltos pero su mente estaba tan nublada que nada concreto salía  a relucir. Rod los guió por una habitación enorme donde habían más de esos seres que había nombrado como domys, todos eran iguales a ella solo que eran de menor estatura, además que llevaban una especie de batas blancas parecidas a las de un doctor en la  tierra. Toda esa habitación era blanca y estaba repleta de monitores, maquinas y lo que parecía cientos de registros regados en el suelo, ninguno de los domys les hecho una mirada era tal y como si ellos nos estuvieran ahí. Fueron pasando por distintas habitaciones las cuales cada una tenían una apariencia fúnebre como si se tratara de un hospital, aunque por las maquinas que se mostraban era evidente que no era un hospital terrestre al menos.

Fueron guiados a una amplia habitación que parecía el comedor y los guiaron a una de las mesas más grandes del lugar donde les indicaron que tomaran asiento en las sillas. Con miradas repletas de curiosidad, Lance miraba aquel comedor donde varios domys tomaban bandejas llenas de comida y optaban por sentarse en diferentes lugares al igual que mesas, pero casi ninguno de ellos compartían palabras entre si cuando coincidían en la misma mesa.

-¿Podemos saber dónde nos encontramos?- preguntó Shiro sentándose al lado de Rod.

-Este es nuestro centro de investigaciones donde llevamos a cabo ciertos trabajos especiales- respondió llamando a lo que parecían unos guardias con armadura que se acercaran.

-En realidad nos preguntábamos ¿qué planeta es este?- cuestionó Allura.

-Imagino que están confundidos pero antes de poder hablar sobre lo que sucede ustedes necesitan comer algo- una sonrisa filosa se formo en su rostro escamoso- Después de hibernar un tiempo ustedes necesitaran recuperar algo de energía.

-Estoy de acuerdo con eso- dijo Hunk con una amplia sonrisa.

Todos se dieron la vuelta para mirarlo de un modo acusativo.

-¿Qué? Tengo hambre- se encogió de hombros.

-Eso pensé.

Uno de los guardias que llamó se acercaron a Rod la cual con un ademan señaló hacía los paladines. Casi como un parpadeo se dieron cuenta que otros guardias traían entre sus manos delgadas varias bandejas de comida. De inmediato fueron puestas frente sus narices. Lance miro aquel alimento que le ofrecieron, parecía un pez normal solo que este poseía una nariz enorme y redonda, además que este tenía múltiples dientes filosos. Miro a los demás los cuales también se habían sorprendido por aquel pez pero al final todos habían comenzado a comer, hasta él que misteriosamente sintió un fuerte nudo en el estomago que le indicaba todo el hambre que sentía ¿Cómo podía sentir tanta hambre? Se sentía como si llevara varios días sin recibir ni una porción de comida, su cuerpo se sentía de ese modo y se veía de ese modo; mientras Lance disfrutaba de aquella comida notó como sus manos eran más delgadas, de por si eran alargadas y delgadas pero en esta ocasión se veían huesudas y frágiles. Todo en él se notaba más frágil y demacrado, hasta él mismo se encontraba sorprendido por ello ¿Cómo había podido terminar en ese estado?

Beyond ten thousand starsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora