Capitulo 5

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Me apoyé en Lucas llorando, se había ido. Definitivamente.

-Cariño... ¿Quieres ir a cambiarte para pasar todo el día en el tanatorio antes del entierro? - Lucas susurraba con cuidado en mi oreja mientras hacia círculos en mi hombro.

- Si, por favor - asentí mientras el me levantaba y me cubría con su brazo. Unas cuantas cámaras se agolpaban fuera, el me pegó a su cuerpo para intentar protegerme de los flashes.

-¿Quien es el familiar? ¿Anabelle, tan importante es para haber venido? ¿Su relacion es definitivamente seria y no han roto? - esas eran algunas de las preguntas que aquellos buitres en busca de un titular gritaban a nuestro paso hacia el coche.

- Pedimos intimidad para la familia, son momentos duros. Por favor, dejen que suframos tranquilos con intimidad. Gracias- Lucas hablo por mí, luego me abrió la puerta con miedo. Creo que el según mi apariencia creía que si me soltaba me caería, el problema es que yo tenía esa sensación en cada milímetro de mi cuerpo.

Condujo hasta su casa mirándome de reojo cada dos por tres. Ma' se había quedado en el hospital, los de la funeraria irían a por ella y a por los restos de papá al hospital.

Al llegar me abrió la puerta y me ayudó a bajar. Me dio la mano, esta vez no me protegió de nadie ya que (gracias a Dios) no había ningún medio de comunicación alrededor de su casa. Hacia unos días habían terminado de trasladar mis cosas a la casa que de ahora en adelante sería nuestro hogar.

Sentía cada pared más desoladora que la anterior, pero hice de tripas corazón para no entrar en una reacción poco sana y subí.

Llegue a nuestra habitación y cogí un vestido negro corto junto a unas gafas de sol y un velo negro que solo me pondría para evitar a los medios de comunicación un rato. Una vez me metí en la ducha me relajé.

El agua caliente rodando por mi piel hizo que cada uno de mis músculos soltara la tension que ni siquiera sabía que acumulaban en aquellos momentos. Una vez fuera me sequé y me vestí, baje al piso de abajo para ver a Lucas en traje negro, camisa blanca y corbata negra.

- Te queda muy bien ese traje - una vez abajo me abracé a él

- A ti también te queda muy bien ese vestido, Campanilla- me dio un beso en la cabeza - ¿Vamos ?

- Si, porfi - me separé para andar hacia el coche. Nos montamos ambos y el condujo hasta el tanatorio de la M-30. Uno de los más concurridos, por desgracia, de Madrid. Me senté en un banco y esperé. Por la noche no vino mucha gente, además hubo un momento en el que, por desgracia, me dormí. Lucas me despertó con aspecto cansado, llevaba dos cafés y dos Donuts en las manos. Además, me encontraba en los bancos fuera de la habitación en la que me había dormido.

- Campanilla, toma, ayer no cenaste. Se nos olvidó - se sentó a mi lado mientras yo me incorporaba- pero no te vas a librar del desayuno antes de que me vaya a entrenar

- Vale, Lucky Luke - cogi mi café y mi Donuts antes de comenzar a comer. No me había dado cuenta del hambre que tenía hasta que me sonaron las tripas...

- Luego vendré con la comida, ¿o quieres ir a casa?

- No, ven con un bocata o algo y ya después del entierro voy a por la maleta y me vuelvo. Que mañana trabajo - asintió pasando su brazo por mis hombros. Se había terminado el Donuts y en la otra mano sujetaba el café.

Una vez terminé de desayunar me dio un beso en la cabeza - me tengo que ir a entrenar, en tres horas me tienes de vuelta - asentí mientras veía como se alejaba por el pasillo. Con pesadez me levanté del banco, me alise el vestido y volví a entrar a la habitación. Fui hacia ma' y me senté a su lado.

- Ya despertaste - asentí

-Si...

- es bueno, es muy bueno - me dio la mano- vino varias veces a cenar con nosotros porque te echaba de menos - lloré apoyándome en su hombro - le dijo a tu padre que en algún momento le pediría tu mano. El dijo que hasta que eso sucediera tenía un no fijo - ma rió y lloró a la vez recordando - a él también le caía bien, incluso le gritaba menos cuando veíamos los partidos - Reí llorando mientras me imaginaba la escena.

- Solo se va quien es olvidado, ma, y él nunca lo será- ella me abrazó más fuerte

- Nunca - asintió

***

Aquella tarde fue una locura, de repente Mari, Meri y Nere aparecieron junto a sus novios y Lucas. Aunque, a parte de Carrasco, Saúl y Koke a la hora de ir hacia el cementerio de la Almudena aparecieron Torres y Gabi.

- Muchas gracias por venir chicos - abracé a todos una vez había acabado el evento en el que había llorado más que en años

- No te preocupes, necesitábamos venir a apoyarte - dijo Nere. Todos asintieron serios.

- Por mucho que no me hablaras el día de la barbacoa de Griezmann - dijo Gabi para intentar sacarme una risa.

- Lo siento - me encogí de hombros

- El daño ya está hecho - respondió con una sonrisa y después de 48 horas de sufrimiento puedo decir que sonreí con algo de alegría

Así siguió la tarde hasta que fue la hora de ir al aeropuerto. Lucas no se separó de mi.

- Llámame cuando llegues y también... Mándame una foto con Ana y Paul, que quiero verles - sonrio

- Por supuesto - asentí y le di un beso largo y tendido antes de andar hacia el aeropuerto, sabiendo que hasta después de tres meses no le vería. Y esa vez sería para celebrar Navidad.

Lo peor de llegar a casa fue volver a recibir abrazos y pésames que acabaron en lágrimas, aunque fue aún peor encontrar una carta que venía de España. Y que según la dirección era de Paco antes del Ictus.

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¿Que os parece? ¿Pena penita pena, o soy la única?

Por cierto... Si alguien quiere hacerme una pregunta a partir de ahora voy a responder alguna después del CAP ( si queréis)

PD: FELIZ DIA DEL ORGULLO!!!!

No fue nuestro último beso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora