Capitulo 17

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~Anahi~

3 días. 3 malditos días llorando. Eso era todo lo que hacia. Llorar y estar encerrada en mi habitación. Mi familia ya sabía lo que sucedia, Maite tuvo que explicarles al verme estando así de fea. Parecía una muerta en vida. Mis ojeras me delataban. Pasaba en pijama todo él día y no salia. Nada mas a comer y no hacia mas nada. Papá ya estaba recuperado y yo le bajaba los ánimos al verme así. Ya había comenzado a trabajar una vez mas. Pero venia a almorzar a casa verme. Mamá y mi hermana si estaban tiempo completo en él hospital y yo cuidaba un rato a mi sobrino hasta que mi cuñado llegaba del trabajo. Había decidido encender mi teléfono, Dulca y Gabriel morirían de la preocupación por mi. Y Ucker me había llamado al enterarse. Sentí que mi corazón se rompió cuando me dijo en que se había convertido Alfonso desde que eso sucedió.


~Flashback ~

Ucker: Any... No hace nada. Nada mas toma. A toda hora. Trabaja y luego de va a algun bar, o compra botellas y se la termina en su casa. Ya ni lo reconozco.

Anahí: Se lo merece Ucker. Me hizo sentir como una mierda.

Ucker: Pasa horas en tu oficina, porque huele a ti, a veces incluso para por tu casa, ayer tenia la esperanza de verte porque pensó que estabas aquí porque llamo a Dulce y ella le dijo que había hablado contigo. Estuvo una hora sentado afuera con la fe de verte, luego llego dulce para estar pendiente de tu casa y lo consiguió alli. Ella misma me dijo que parece un cadáver.

Anahí: ¿Y que quieres que haga? – suspire – ¿Que corra a sus brazos? ¿Que lo perdone? Claro que no, él me utilizó Ucker. Y no se lo perdonaré. Estaré con mi familia en Rusia hasta mi graduación. Luego volveré otra vez a mi país.

Ucker: Te apoyare en todo. Any. Pero tienes que saber que Poncho esta mal. Al menos llamalo, él quiere saber de ti. Con él tema de tu salud tan delicada, quiere saber como estas, como te has sentido... Morirá de la preocupación y él miedo porque no sabe nada de ti.

~Fin del Flashback~

Tenia muchos emails y llamadas perdida de el, pero no contestaba ninguno. Mi corazon estaba vuelto nada. Y no quería destruirlo aún más. Ya no volvería a su empresa. No quiero trabajar mas allí. Ni verlo mas. Quería seguir con mi vida en Rusia y olvidarlo. Y es así como el lo quiere. Si no, no hubiera echo lo que hizo. A veces creo que a los hombres le falta cerebro. Recibí un mensaje de papá invitándome a almorzar, así no comía sola. Todos estaban trabajando y mi cuñado tenia a mi sobrino con él en su casa. Era mejor si salia, algo para ditraerme. Me di un baño largo, arregle mi cabello y luego me maquille hasta disimular mis ojeras y mi cara de muerta.

Esta vez mi papá no me prestaría el ferrari así que me toco manejar él BMW que papá me había regalado mis 18 años

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Esta vez mi papá no me prestaría el ferrari así que me toco manejar él BMW que papá me había regalado mis 18 años. Mi favorito. Mi bebé. Aunque amaba mi jeep. Ambos eran mis favoritos. Es difícil. La empresa no quedaba lejos, como a 10 minutos de la casa. Entrar allí era como si fuera Madonna en una alfombra roja. Aunque por poco colocan la alfombra roja. La regla #1 de papá era que su familia nos trataban como es. Esto no me gusta, mucha atención, muchos ojos en mi. Subí hasta él último piso, papá tenia allí nada más su oficina, y se subía por una ascensor privado donde nada mas la clave la tenia él, su familia y su asistente.

Anahí: Pareces él rey del mundo – dije al entrar a su oficina.

Enrique: Mi sueño es serlo – me dio su sonrisa mas atractiva.

Se levanto y luego de acomodarse su traje, me abrazo y me dio mil besos. Aun era su niña pequeña y eso para mi es mas que suficiente. ¿Por que no es así todos los días? Agarro su maletín «raro en él usarlo» y salimos. Esta vez, nos fuimos en su ferrari. Yes Yesss me encanta.

Llegamos al restaurante donde él solía traerme cuando mamá estaba trabajando. Mi lugar favorito. Mi comida favorita además de las barbacoas era la comida del mar. Estábamos en él mismo puerto donde mis padres se conocieron. Los mas romántico. Esto me hacia acordar cuando comí con Alfonso al lado de la playa.

Enrique: ¿Quieres volver a Miami? – preguntó sin preámbulo.

Anahí: No lo se. No creo papá. Pero en octubre es mi graduación, tengo que estar.

Enrique: Lo se, pequeña. Nosotros estaremos allí. ¿Pero de momento si quieres regresar? ¿Quieres seguir con la vida que tienes allá?

Anahí: No lo se. Allá tengo todo por mi cuenta, a veces tu me ayudas en lo monetario pero se siente bien trabajar y lograr todo yo sola. No vivo de lujos como vivía aquí, y es algo que me gusta.

Enrique: ¿Te avergüenzas de mi? –  preguntó bajando la mirada.

Anahí: ¡No papá! Por dios. Claro que no. Es sólo que aquí nos tienes acostumbradas al lujos, al dinero y a lo que queramos... No se si soy realmente así. Me gusta comprarme muchas ropas y lo sabes – ambos reirmos – Pero mas halla de eso, me gusta trabajar y tener lo mio.

Papa no dijo mas nada, simplemente se acomodo en su asiento y le dio otro sorbo. Se veía pensativo, esto no era normal. ¿Y si lo lastime con  mis palabras? ¿Y si lo hice sentir mal? No me lo imaginaba. Papá era de los pocos hombres que mostraban sus sentimientos. Era un ruso frío. Nada mas se veía él verdadero él con su familia. Del resto, era como un perro rabia. Solo le faltaba echar espuma por la boca.

Enrique: Desde los 14 años he estado trabajando día y noche, antes no tenia nada, ni comida. Y ahora, es como una obsecion, me gusta trabajar, me gusta la manera en lo que hago, la manera en que mis sueños están plasmado en mi empresa. Mis padres querían que fuera abogado, sin tener dinero me pagaron la universidad y me gradúe de leyes, a los meses me di cuenta que no era realmente lo que yo quería. Y desde ese entonces, comence sólo a trabajar una vez mas, fuertemente como lo hacia desde joven hasta que funde mi propia empresa. Esta es la vida que a mi me gusta, porque veo en todo reflejado mis años de trabajo, mi sudor, mis ganas casa día de ser mejor. Te doy todo porque eres mi hija, mi motivación mas grande además de Maite... Si te mimo demasiado es mi problema, no de la sociedad. Te admiro porque quieres tener todo por tu cuenta, pero recuerda, que cuando yo muera todo lo mio sera tuyo. Maite no aceptara porque su profesion es la medicina.

La palabra de mi papá me dejaron sin habla. Tal vez yo también era egoísta y no me daba cuenta que su manera de trabajar era para que nosotras no viviéramos como él vivió antes. La vida en Rusia era dura, poco tenían dinero, otro salían a trabajar desde jóvenes para pagarse la universidad, y algunos no tenían ni para comer. Yo creía en la realeza, por decirlo así. Estuve en colegio privados, siempre mis fiestas eran las mejores y mas populares, y luego, me fui porque eso ya era mucho para mi.
 

Después de almorzar con papá regresamos a la empresa y de allí me fui a casa. Al llegar había una caja marrón en toda la puerta. Que extraño normalmente se encargan del correo. Lo abrí y había muchas rosas. Mis favoritas. Mi corazón se derritió. Ya se quien las había enviado. En todo él medio había una tarjetita. Y se me hizo difícil ignorarla.

« "Te extraño. Perdoname. ¿Podrias contestar algunas de mis llamadas? Moriré si no se algo de ti. Con amor. A.H" » 

Mi corazón dio mil vueltas. Sus detalles me mataban de amor. Pero así no lograría que lo perdonara ni que volviéramos a ser algo. Él había cruzado él límite y yo si era orgullosa. Si no hubiera arruinado todo así... Tal vez yo ya hubiera regresado a Miami.

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• mi JEFE • (1°T. COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora