• mi JEFE • (1°T. COMPLETA)

Capitulo 22

~Anahi~

Mis días con Alfonso cada vez iban mejor, algunas veces dormíamos en su casa, otras veces en la mía. Él se veía atento y en muchas ocasiones se mostraba detallista. Dulce no paraba de repetirme que estaba enamorado de mi. Gabriel decía lo mismo, y Ucker se había vuelto inseparable conmigo. A Alfonso a veces se le salia lo celoso «y eso demostraba que lo que sentía por mi superaba una simple atraccion», no me había conseguido mas a Christian. Y ya Alfonso se había calmado un poco más, pero igual tenia un bulldog atrás siempre. Asi le digo al guardaespalda que coloco. No me gustaba esto. Esta vida la había dejado en Rusia. Papá siempre corrió peligro y la familia estaba involucrada, siempre teníamos que tener un guardaespaldas atrás. No había vuelto a trabajar, no porque yo no quisiera, si no porque Alfonso preferia que no fuera, a veces me la mantenía ocupada con Loli y en una que otra ocasiones salia con su mamá. Para ellos yo era la novia de Alfonso. Aunque nosotros no habíamos formalizado nada.

Alfonso: ¿Donde te encuentras nena? – me preguntó por teléfono.

Anahí: En casa, preparando él almuerzo. ¿Tu donde estas? ¿En la oficina?

Alfonso: Si nena, voy saliendo de una reunión. Almorzaré allá, tenemos que hablar.

Anahí: ¿Que sucede Alfonso? No me asustes.

Alfonso: Hablamos en casa. Ya estoy saliendo. No te asustes – lanzo un beso y luego corto.

Ciertamente, si tenia cierto susto en mi corazón. ¿Y si era algo sobre Christian? Dios. La seriedad con la que dijo todo, se que a lo mejor no es algo bueno.
Termine él almuerzo, para complacer a Alfonso hice pollo horneado. Parece un niño pequeño cada vez que como pollo. Y me encanta. Aun no se bien cuales son mis sentimientos hacia él o los de él hacia a mi. Pero esto que somos me gusta. Aunque tampoco tiene nombre lo que somos. ¿Amigos con derechos? ¿Amigos con beneficios? ¿Novios? A veces descifrar a Alfonso es difícil. Mas cerrado que un Coco. Escuche la puerta principal abrirse y enseguida mi chico entro con su típico traje negro y atrás de él, Portilla. Ya lo quería un poco más. Y ya lo había aceptado. Sostenía unas carpetas, seguro del trabajo.

Alfonso: ¿Es pollo horneado verdad? – asentí y enseguida una sonrisa se asomo en su rostro.

Anahí: Si no venias, pretendia llevarte él almuerzo al trabajo – lo bese gustosamente y luego se sento en él taburete. 

Comenzó hablarme de lo que había sido su día, de los trabajos, reuniones y un sinfín de cosas mas mientras yo servia él almuerzo. Portilla comió en él comedor para no molestarnos, según el, y las normas de Alfonso. Yo las respetaba porque no podía pasar por encima del jefe. Ver la cara de satisfacción de Alfonso por mi comida era mas que suficiente. Parecíamos una pareja normal. Solo faltaban los niños corriendo por la casa. ¿Casados y con hijos? ¿Alfonso y yo? No lo se. No se si nos veía así. Recogí los platos y los deje en la cocina, luego los lavaría. Alfonso se veía ansioso por hablar y quería salir de dudas. Portilla se encontraba a unos escasos metros de nosotros.

Alfonso: Nena... Esto que verás no es fácil. Y creeme que yo también he intentado entender que es pero no lo logró.

Anahí: ¿Que me estas queriendo decir? – susurré.

Él me paso las carpetas que tenían pocos papeles. ¿Acaso esto tenia que ver con Christian? ¿O a que venia esto? Abrí las carpetas con miedo, sin saber que me encontraría.

Anahí: ¿Maricheo y Nicolás Puente?¿Quienes son ellos?

Alfonso: Tus hermanos menores.

Sentí que él mundo se me paralizó. ¿Hermanos? ¿Tenia mas hermanos?¿Y jamas nos hablaron de ellos? Segui leyendo y efectivamente, ambos habían sido presentado por mamá y papá.

Anahí: Nacido en Rusia, son morochos... 17 de junio de 1998. Presentados por Enrique Puente y Tisha Portilla. Yo estaba pequeña, tenia solo 4 años. Con razón no lo recuerdo. Pero Maite tenia 8 años, si debe de recordarlo. ¿O no? Si no. Me lo hubiera dicho ya.

Mi mente se había convertido en un lío. Y tenia unas ganas inmensas de llorar. ¿Acaso ellos nos habian ocultado esto todo él tiempo?¿Y donde estaban ellos? En ninguno de los papeles decían que estaban muertos. Estaban vivos y sin sus padres... ¿Que clase de vida es esa?

Anahi: ¿Como lo sabes? – pregunte sin que me quedara nada por dentro, estaba ardiendo de la rabia – ¿Ahora revisas mi vida como un detective privado? – alce la ceja y él sólo asintió – ¿Hay mas información sobre esto?

Alfonso: No nena, no dice donde vive ni con quien. Es escasa la información. 

Como haría para procesar todo esto, no lo se. Se que estaba ardiendo en rabia al saber que mis padres me ocultaron esto. Y no podían decir otra cosa, si claramente dice que ambos fueron presentados por ellos como sus hijos legítimos. Y en Rusia. Justo en la clínica donde nacimos Maite y yo. ¿Coincidencia? No lo creo.

Anahí: Tengo que ir a Rusia aclarar esto.

Alfonso: No... No quiero que te vayas.

Anahí: Lo se, pero esto es algo que tengo que aclarar quiera o no. Esto me esta atormentando la cabeza ¿Como pueden ser capaces de tener hijos y no hacerse responsables de ellos?

Alfonso: No lo juzgues, Anahi. No sabes ni la razón de porque han echo eso. O de lo que sea que ha sucedido.

Anahí: ¿Acaso eres ahora él defensor de mis padres? No tienes ni idea de como son ellos.

Alfonso: No soy su defensor, pero no los pongas como los enemigos que crees que son – alzo su voz.

Anahí: ¡Alfonso por dios! Ni lo conoces, no sabes como son ellos realmente. ¿Que crees? ¿Que son santos de mi devocion? – grité – No conoces nada de ellos, ni de mi. ¡No sabes nada!

Alfonso se veía molesto, y al mismo tiempo dolido por mis palabras. Mierda. Esta vez dije cosas que no debía. Sinceramente, él tema de padres, hermanos, y así es algo muy delicado para él que defendía hasta la muerte. Pero esta vez yo no lo apoyo. Papá y mamá no han echo todo bien como él cree. Y aunque le estoy ocultando parte de mi vida, se que si se llega a enterar, a lo mejor entendería. Ninguno de los dos decía nada, solo nos fulminabamos con la miradas.

Alfonso: Tienes él jet listo para irte cuando quieras – se rasco la cabeza con un gesto que no me gustaba – Me voy, mañana hablamos y me dices cuando tengas fecha para irte.

Anahí: Alfonso no... No quise gritarte ni decirte todo eso. Simplemente estoy molesta, asombrada, esto me agarro fuera de base.

Alfonso: Es que tienes razón, Anahí. No se nada de ellos, no se nada de ti. ¿Porque discutir? Es así.

Anahí: Alfonso, no es así – cuando intente acercarme, se alejo un poco mas de mi – No te alejes.

Alfonso: Mañana hablamos, cuidate.

Me dio un simple beso en la frente y se retiró de mi casa. Dejándome sola, sin habla y vuelta un lio. Pero esta vez le he hablado mal. No me he contenido. Ni supe controlar mi rabia. Pero es que esto... ¡No es fácil! Y él debería de entenderlo. Si fue a quien le llego la información. ¿O no? Dios mío. ¿Es encerio? ¿Todo va bien en mi  vida y algo debe de arruinarlo? Si realmente ellos son mis hermanos, estaría feliz, pero al mismo tiempo queriendolos matar a todos porque me lo han ocultado.
Porque Papá y Mamá los han alejado de nosotros. Porque no crecieron con su familia. Tal vez mañana llame a Maite antes de decidir ir a Rusia. Esto debía de aclararlo. Pero primero tengo que lograr que Alfonso se desenfade conmigo.

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