~Anahi~
Había llegado sana y salva a Rusia, lo primero que hice fue avisarle a Alfonso que ya había aterrizado y su respuesta fue que quería que volviera. E incluso ya lo extrañaba. Al llegar a casa, la primera persona en recibirme fue mi sobrino intentando dar los primeros pasos.
Anahí: Santiiii! Que grandes estas, mi bebe - su pequeño brazos me rodearon y sentí la felicidad en mi.
Tisha: Anahí, oh dios hija si te he extrañado - salio de la cocina y me abrazo.
Enseguida Maite se me tiro encima y mas atrás mi cuñado William hizo lo mismo. Los extrañaba. Pero a quien quería ver, es a Papá. Ya lo habían dado de alta así que subí a la habitación donde se encontraba de reposo. Tenía él oxigeno puesto y una maquinita que constantemente vigilaba sus pulsaciones. Mis ojos se llenaron de lágrimas al verlo así, tan frágil. No parecía él hombre que nos había cuidado y regañado por tanto años. Aunque su calva relucía. Me acerque a él lo mas que pude y acaricie su extraña barba. Nunca se la quitaba. Abrió los ojos lentamente y una sonrisa se formo en su rostro.
Enrique: Mi niña, Anahí estas aquí - estiro sus brazos y me acosté en su pecho.
Anahi: Papi... No me des estos susto por favor.
Enrique: Este susto logro que vinieras a Rusia, lo haría mil veces más. Te he extrañado tanto, pequeña.
Anahí: Y yo a ti, papi. No ha sido fácil tenerte tan lejos, a veces me hacia falta tus consejos de viejos y tus regaño en ruso.
Enrique: Hace años no te acostabas de esta manera en mi pecho - me apretujo mas hacia él.
De esa manera, papá y yo conversamos de todo. Y al rato, mi hermana y mi mamá se unieron a nosotros. Hasta que mi sobrino subió junto a mi cuñado llorando por mi hermana. Estábamos todos en la habitación de mis padres hablando. Esta vez, era yo él centro de atención. Todos querían saber de mi vida en Miami, como era, mi casa, mi trabajo. Todo. No di casi detalles del trabajo ni mucho menos de Alfonso, nada mas maite sabia sobre él. Y prefería que se quedara haci hasta saber que tendríamos algo estable y serio.
Esa noche mamá, maite y yo preparamos la cena. Como era fin de semana, los que trabajaban en la casa estaban libres aunque no me importaba porque siempre me había gustado cocinar. Papá tenia mejor semblante y eso para mi era mas que suficiente, su rostro tenía mas color y se le veía una sonrisa. No se despegaba ni un sólo momento de mi. William nos hacia reír con sus chiste malos y como siempre, mi sobrino santi se terminaba de robar él espectáculo con alguna de sus locuras de bebes. Todo lo que pedia era que fuéramos así siempre.
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La mañana en Rusia estaba fría. Extrañaba este clima. Mi habitación estaba justo como lo deje cuando me fui hace tres años, lo único es que mamá había cambiado el color de la habitación «era toda rosa» y había mandado a construir un closet mas grande. Mi sobrino me había levantado llenándome de baba y jugando con mi cabello. Lo que mas me alegraba. Tenia que llamar a Alfonso. Aunque allá todavía es de madrugada. Seguro que aun duerme.
Papá se veía mejor, ya se estaba levantando mas de la cama y dando ordenes por teléfono, jamas dejaba de trabajar, era imposible. Me vestí para salir a comprar algunas cosas ya que mamá y maite trabajaban, y papá también trabajaba desde la habitación.
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• mi JEFE • (1°T. COMPLETA)
FanficAmbos estarán en un nuevo mundo... Él conoce lo que es verdadero amor, algo mas que un simple polvo. Ella conoce la perverción, él lado malo, él sexo mas allá de lo básico . ambos disfrutan lo que tienen, sin contrato sin atadura, ella niega sentir...