Capitulo 18

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Maratón 1/3

~Alfonso~

Alejandro: ¿Que tanto daño le hiciste Alfonso Herrera? ¿Porque Anahí no trabajara mas a la empresa?.

Alfonso: Papá... Es complicado.

Alejandro: No, no es complicado nada. ¿No podías mantener tus manos alejadas de kimberly si es que pretendías algo con Anahí? Sabes muy bien que en mi empresa no se aceptan esa relaciones entre trabajadores, pero a esa muchacha cada vez que te veía se le brillaban los ojitos.

Primera vez que veía a mi padre así de molesto conmigo. Realmente si que la valora. Mamá no dijo nada al respecto, simplemente me llamó poco hombre al saber lo que había sucedido, y obviamente, mis hermanos estaban del lado de Anahí, todos tenían sus razones para apoyarla a ella.

Alejandro: ¿Porque lo hiciste hijo? Tal vez y hubieras podido tener una relación sería con esa muchacha. Y mira lo que hiciste. ¿Porque sigues con kimberly? ¿No fue suficiente lo que nos hizo a todos?

Alfonso: Kimberly me busco papá. No yo a ella.

Loli: Pues, fuiste tremendo estúpido –dijo detrás de mi – Anahí es muy tierna y por tu culpa, no la veré mas.

Mi hermana había formado un lazo con Anahí muy grande, a veces salían juntas y en mas de una ocasión Loli la llamaba para sus consejos de chicos que ella sabe que no estoy de acuerdo. Y mis hermanos, la odoraban, veían en ella la hermana mayor que les hubieran gustado tener para hacerle bromas y así. Todos en mi familia la querían. Y yo como un estúpido «Loli tiene razón» La había dejado ir. Todos me lo reprochaban de cierta manera y realmente, no los culpaba. Podían hacerlo día y noche, porque es así. Me comporte mal con ella y esta vez, ella no planeaba ni hablar conmigo así fuera una ultima vez.

~Anahí ~ 

Estaba adaptándome otra vez a la vida de Rusia. Extrañaba levantarme cada mañana malhumorada e ir a trabajar. Aquí no hago nada, sólo cuidar a mi sobrino que tiene las mil y una manera para sacarme una sonrisa. Todos estaban trabajando y yo abollada en casa. Extraba a Dulce, Gabriel y Pablo... E incluso lo extraño a él. Me hace una falta gigante. Una semana sin verlo, es mucho para mi. Mi teléfono sonó varias veces y era Maite.

May:
Arreglate, te espero en él hotel St.Regis. almuerzo de hermanas, te amo. William cuidara a Santi.

Que raro, seguro ya había dejado él hospital. Luego de ducharme y arreglarme él desastre de cabello que tenia, me maquille decente y luego me vesti. Mi familia y yo amabamos comer en ese hotel, e incluso, allí fue la fiesta de la boda de mi hermana.

Ante de salir, mi cuñado había llegado para encargarse de mi adorable Santi. Busque mi cartera y salí hacia él hotel, quedaba cerca. Por suerte, nuestra estaba centrada por lo que eran pocas las cosas que nos quedaban lejos. Al llegar, deje mi auto con él valet y luego camine hasta él restaurante. No veía a Maite por ningún lugar.

Anahi: Nena. ¿Donde estas?

Maite: Pasa a la parte de la mesas privadas, tras la puerta del vidrio.

Me pareció extraño que se sentara ahí, normalmente vamos en cuando hay una fiesta o algo así. Cuando entre, jamas espere lo que vi. Alfonso estaba de pie junto a la mesa, cargando unas flores, tenia su típico traje pero tenia la barba larga y una cara se cansado, que tenia tiempo sin ver. Los nervios aparecieron una vez mas en mi. No podía creer que había venido hasta Rusia por mi. Esto era nada mas miradas, ninguno de los dos decía algo.

Cerré la puerta y me acerque mas a el. Su olor, su típico olor. Jabón de baño y perfume... Ambos se mezclaban y lograban algo en mi, me sentía que no podía con mi vida. Lo extrañe. Y ahora lo tenia tan cerca de mi. Él dejo las flores en la mesa y con un sólo paso que dio, llego hasta mi. Me abrazo, pegando mi cabeza a su pecho, dándome besos en la cabeza.

Alfonso: Nena, te he extrañado tanto – susurro.

Anahí: ¿Por que lo hiciste? – enseguida mis ojos se llenaron de lágrimas.

Alfonso: No llores, Anahí no. Hay una explicación.

Anahí: No se si quiero escucharla... – baje la cabeza.

Alfonso: Por favor... Te extraño, quiero que regreses a Miami conmigo.

Sus palabras dieron justo en mi corazón. Sentí que por eso que había dicho, todo en mi se había revuelto. En sus ojos veía que se sentía mal, me demostraba unas cosas que jamas espere de él. Unió mas nuestros cuerpos en un abrazo y sentía que esto es todo para mi. Lo extrañe. Mas no se si estoy dispuesta a perdonarlo. No se si volveré con él. Mi mente decía una cosa y mi corazón otra. Ambas en una guerra para ver quien tenia la razón y yo no sabia a cual escuchar.

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• mi JEFE • (1°T. COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora