Capítulo 30

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Maratón 2/3

~Anahi~

Oficialmente, estaba en Rusia. Mi bienvenida fue extraña y nadie preguntó él porque vine tan pronto. Ni él porque de mi animo. Todos me daban mi espacio y sinceramente es extraño. Estoy acostumbrada a que si me ven con una mala cara quieran saber que ha sucedido. Y esta vez no fue así. Supongo que mi hermana les dejo claro que era mejor no decirme nada. Había acomodado un poco de ropa aquí, no eran mucho los dias que estaría en Rusia pero tampoco me iría mañana mismo. Quería estar con mi familia y luego darme él tiempo que necesitaba. Luego de que almorzara con todos, me bañe y me cambie, y acompañaría a papá al trabajo.

 Luego de que almorzara con todos, me bañe y me cambie, y acompañaría a papá al trabajo

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Antes de llegar a la empresa, compre dos cafés, él favorito de papá y él mio. Este era antes mi rutina. Comprar café, ir a la empresa y a veces trabajar con papá. Estacione mi auto y subí. Muchos de los que trabajan aquí me conocen desde hace mucho tiempo, y otros desde hace poco años pero él cariño siempre ha sido él mismo.

Anahí: Papá, llegue –anuncie entrando a su oficina.

Enrique: Hola princesa –se levanto y camino hasta donde estaba yo –¿Cafe con crema y azúcar?.

Anahí: Él mismo papá.

Ambos cochamos los vasos como en señal de brindis y luego nos sentamos. Él terminaba de firmar los papeles que para mi son interminables «siempre lo he pensado así» y yo nada mas lo veía a él. Y a Rusia detrás de él. La empresa era uno de los edificios mas altos de Rusia. Y parecía manejado todo por un rey. Sin duda alguna, mi papá es mi orgullo. A pesar de todo lo que ha sucedido. Y apartando la situación de mis hermanos.

Anahí: Papá... ¿Tu conoces la compañía Herrera Rodrigues?.

Enrique: He escuchado poco de ella. Se que en las compañías Rodriguez, es la número 3. Y esta en Miami. Muy exitosa. ¿Por que mi princesa?.

Anahí: Allí trabaje yo en mi estadia en Miami –a papá se le abrieron los ojos de golpes –Antes de venirme, él dueño supo que yo soy tu hija. Y básicamente me ha pedido a gritos que al menos le consiga una cita contigo. Desde hace años, su papá ha intentado hacer negocios contigo y no lo ha logrado.

Enrique: Tal vez es porque estamos en países diferentes ¿Por que no me dijiste nada? ¿Como se llaman ellos?.

Anahí: Actualmente, él dueño es Alfonso Herrera. Su papá le ha entregado la empresa hace un mes, él Señor Alejandro Herrera.

Enrique: Todo lo que te puedo decir es, que jamas te avergüence tu apellido. Porque he luchado muchísimo para dejarlo en alto. Y la idea es que ustedes se sientan orgullosas de mi y de tener ese apellido.

Simplemente asentí. Papá me callo con lo que había dicho. Si me sentía orgullosa, pero a veces llevar ese apellido era un poco lidioso. Salió de la oficina y a los minutos regreso con una carpeta. Mas trabajo seguro. Me guiño un ojo y marco un numero. Mierda, que estaba haciendo.

-Buenos días. Compañía Herrera Rodriguez –esa era la asistente que es una perra.

Enrique: Buenos días, con él señor Alfonso por favor.

- ¿De parte?

Enrique: Digale que llaman desde Rusia.

A papá le causaba cierta risa esto y a mi también. Que loco estábamos. Colocaron la llamada en espera y como a los dos minutos, atendieron.

Alfonso: Buenos días, habla Alfonso Herrera.

Enrique: Aquí son buenas tardes ya, muchacho. Un placer conocerte así sea vía telefónica, Enrique Puente.

Alfonso: ¿Puente? ¿De S&H Naviera Rodriguez?

Enrique: Ese mismo, señor Herrera. Lo he llamado porque me han dicho que usted esta interesado en asociarse con mi empresa, y que lo ha intentado desde hace años.

Alfonso: Así mismo, señor Puente. Desde que mi padre tenia él mando de la compañía. Hace un mes, él se enfermo y se jubiló, he quedado yo al mando de todo.

Enrique: Me gustaría reunirme con usted y su padre, para afinar los detalles ¿Cuando y donde podría ser?.

Alfonso: Podría ser en Rusia, si así lo desea usted señor.

A Alfonso se le escuchaba mucha emoción en la voz. Se que su padre le diría lo muy orgulloso que esta en este momento porque ha logrado en un mes lo que él por años ha buscado. Aunque yo lo consiguiera, él también tiene meritos. No estamos juntos, pero escucharle la voz y su emoción, me ha llenado por completo él corazón.

Enrique: Bueno, señor Herrera. Mi asistente enseguida les enviará todo los detalles. Dirección de mi empresa, él chofer para que no esten perdidos en Rusia y él hotel. Esperó verlos por aquí pronto.

Alfonso: Así será, señor Puente. ¿Puedo preguntarle algo mas?.

Enrique: Si, digame.

Alfonso: ¿Esta Anahí con usted? ¿Podria decirle que por favor conteste mis llamadas o mis mensajes?.

Papá me miro directamente a los ojos y ya su cara no era la misma. Mierda Alfonso, te voy a matar.

Enrique: Contactaré a Anahí y le diré que me has dicho eso.

A los minutos, papá colgó y se levanto. Y venia un sermon. Mas bien. Primero me mata y luego me dice él sermon en la tumba.

Enrique: Era tu jefe. ¿Fuiste algo de él?.

Anahí: Si papá... –digo con miedo.

Enrique: Anahí Giovanna –me reprendió –¿El es la razón por la que dejaste Miami?.

Anahí: No papá, he querido alejarme. Y también lo he tratado de ignorar.

Enrique: Nunca mas te involucres con un jefe, mi pequeña. Es lo peor que podrás hacer. Lo digo, porque tengo años con este trabajo y he visto miles de cosas.

Se que estaba molesto pero intentaba ocultarlo con un toque de dulzura. Él es único. Luego de acompañarlo en la tarde, nos fuimos directo a casa y cenamos en familia. Esa noche, mi hermana, mi cuñado y mi preciosisimo sobrino nos visitan. A todos, una vez mas, les alegra tenerme aquí. Y yo feliz  pero también triste, comparto con ellos. Mi teléfono sonó a lo lejos y me levante pidiendo disculpas a buscarlo.

Alfonso:
Gracias. Hoy es él día mas feliz de mi vida. Y él de mi papá. Por favor, disculpame. Quiero hablar contigo. Con muchísimo amor, Alfonso él terco.

Ese mensaje toco mi corazón y me alegro bastante. Él estaba feliz. Y era por mi. Pero no quería decir que lo perdonaría y estaríamos juntos. No cuando yo siento esto tan fuerte y él nada. Pero el saber que estaba así de feliz, hizo que en mi cara se pusiera una sonrisa. Solo Alfonso sabe como hacerlo.

• mi JEFE • (1°T. COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora