ARION ELAINE: EL HIJO DE APOLO

2 EL ZOOLOGICO TRATA DE MATARME

Desde ese día supe que mi vida no iría a ser la misma de antes. Ni siquiera en lo más recóndito de mi mente sería capaz de imaginar algo parecido. Aunque a pesar de eso, yo había tenido ciertas experiencias.

Veras, desde que era pequeño me pasaban cosas extrañas que yo creía eran culpa de mi imaginación infantil. Por ejemplo: Cuando estaba en primer año de jardín de niños, un hombre muy extraño se acercó a un ex compañero mío mientras jugábamos. El chico era un problemático, pero esa no era la razón para la que un hombre de un solo ojo nos siguiera a ambos. Claro, los docentes nos salvaron amenazando al hombre con llamar a la policía. Cielos, si ese chico de ojos verdes no hubiera estado ahí, no sabría que podría haber pasado. Claro, él se había graduado antes que yo, ya que era tres años mayor que yo.

Luego unos años después, cuando estaba en primaria, me metí en una pelea en educación física. Este niño cleptómano le quería quitar un juguete a un niño de primer año. Entonces en ese tiempo yo casi me graduaba. Así que no pude soportarlo y lo comencé a golpear. No supe cómo, pero el chico comenzó a cantar en verso como un loco, y a juzgar por su mirada, él no lo hacía por su propia voluntad.

Así que, mi vida ya era curiosa, pero no aterradora...hasta ahora.

*******

Después de que Roger y yo acabáramos con los monstruos, nuestros compañeros actuaron como si nada hubiera ocurrido. Lo que es peor es que pasaron de estar corriendo en terror, a actuar normal, así de rápido. Y para el colmo, nuestro amigo Esteban no sabía nada.

Lo que recuerdo es que sentí mucha debilidad y caí al suelo como un saco de papas. Aún tengo la marca del golpe en le ceja derecha, así que ahora parecía Anakin Skywalker de Star Wars.

Cuando desperté, encontré a Esteban mirándome a mi y a Roger. Al parecer, nos habían golpeado con una pelota tan fuerte que quedamos inconscientes por un momento.

-Eso va a dejar marca- Dijo Esteban mientras me ayudaba a levantarme.

-¡Monstruos!- Se levanto muy rápidamente Roger, con un aspecto muy ridículo.

-¿Que tenemos cara de monstruo, te refieres?- Me burle, aliviado de que Las furias no existían.

Para asegurarme de que no estaba loco, trate de atacar con algo a Esteban para tomarlo desprevenido.

-Me duele como si las mismas furias del inframundo me estuvieran castigando- Dije sosteniendo me la cabeza.

Esteban trago saliva, pero rápidamente fingió una sonrisa.

-¿De que estas hablando?- Se rió.

-De que unos murciélagos gigantes trataron de matarnos- Se quejó Roger.

****

Sí. Las cosas dejaron de tener sentido esos días... o más bien, empezaron a tener sentido. Pero no de la manera que yo esperaba.

Después de ese extraño suceso todos regresamos a nuestra escuela. Lo primero que quisimos hacer fue ir a nuestra habitación.

Atendía un internado a las afueras de El Paso, Texas. Se llamaba "Academia Hemsworth para chicos especiales". Creo que decidieron poner "especiales" para cubrir la palabra "problemáticos". Yo estaba aquí por mi problema de déficit de atención y Roger igual.

Era un gran edificio azul en forma de "U", rodeado de unos pequeños parques. Todo lo demás era un área desértica.

Pero eso no era lo malo, porque lo que hacia horrible este lugar eran sus estudiantes. Veras, este colegio esta lleno de niños ricos, a los cuales sus padres decidieron mandar aqui para evitar mas problemas.