6 ESTAMOS MALDITOS

221 15 6
                                    

Cuando fui capaz de abrir los ojos, pude notar que estaba en una especie de enfermería. Había una chimenea que calentaba la habitación con una calidez agradable, además de que mi cama no era incomoda como las de los hospitales. Y yo se de eso, porque iba muy seguido por peleas.

Note sombras alrededor de mí, las cuales me miraban con preocupación.

—Está despertando—Escuche una voz femenina, que sonaba aliviada.

—Vamos Arion. Tu puedes, no me asustes así—Reconocí la voz de Roger— ¿No pueden darle un poco más de esa cosa?

—Espera un poco, el néctar en exceso le haría daño—Le explico una voz que no conocía.

Mi vista se fue aclarando un poco más. Reconocí a mis hermanos y a Roger mirándome con preocupación. Pero había otro chico más, que sostenía una copa y me la acercaba a mis labios. Bebí el líquido y de pronto me sentí mucho mejor. Su sabor era impresionante; como si hubieran combinado todas mis bebidas favoritas en un solo trago.

—¿Cómo te sientes? — Me pregunto Will.

—Creo que... un poco mejor— Me trate de sentar, pero sentí una oleada de dolor.

—No te presiones— Dijo el chico que me había dado el néctar.

Tenía cabello negro oscuro peinado hacia atrás. Su rostro era bronceado con ojos azules y portaba una bata sobre la camiseta del campamento.

—Steve, necesitaremos combinar tus pociones mientras hago una oración a Apollo—Dijo Will, dirigiéndose al chico pelinegro.

—Will, ya lo hicimos una vez, creo que es necesario...

—Lo haremos las veces que hagan falta. No voy a perder a otro más— Dijo con determinación Will.

—Está bien— Contesto el chico.

El campista enfermero me dio de beber desde otra botella con un líquido rojizo, mientras Will puso sus manos sobre mi pecho y cerraba los ojos. Cuando había terminado la poción, Will comenzó a cantar. Las palabras que decía hablaban de sanación, salud y fe. Podía reconocer todas sus palabras en griego antiguo y las sentía familiares. De sus manos hubo un brillo amarillento que me envolvió.

Luego, me sentí como nuevo. Sin embargo, Will palideció y cayo sentado en una cama a mi lado.

—¡Will! —Me levante del susto.

Kayla me abrazo, deteniéndome.

—Will está bien, Arion. Utilizo el vitaquinesis para curarte. Solo que toma un poco de su energía—Me explico.

Luego después de soltarme, Roger me embistió y me abrazo temblando. Oprimió su rostro en mi hombro.

—¡Estúpido, no me hagas esto otra vez! Si mueres te juro que te mato— Pude notar una lagrima en su ojo.

—Me siento advertido—Dije.

Steve y nosotros escuchamos la puerta de la enfermería, que indicaba que alguien quería entrar. Kayla fue a abrir la puerta. Era Quirón en silla de ruedas. Ese tipo es un centauro y un hombre en silla de ruedas. ¿Como lo hace? La verdad no tengo idea.

—Arion, ¿Como te sientes?—Me preguntó.

—Mucho mejor, Señor Quirón— Contesté mientras miraba de reojo a Will— ¿Que fue lo que paso?

—Eso es a lo que vine a discutir— Dijo mirándome con sus penetrantes ojos cafes— Steve, creo que Clarisse necesita un poco de néctar. La mordido un monstruo venenoso, para variar.

ARION ELAINE: EL HIJO DE APOLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora