El Juego De Los Dioses

capitulo 4

Una voz femenina me contestó la llamada.

-Hola Kai.

Sin pensarlo pregunté -¿Quién eres? - pero no tuve respuesta, solo soltó una pequeña carcajada y dijo -Te esperan en el parque detrás de la escuela, a la hora de la salida, no faltes - y colgó.

Intenté llamar al mismo teléfono varias veces, pero no volvieron a contestar.

Toda la noche tuve sueños similares, pero esta vez salian monstruos de las sombras, perseguían a las personas que huían, pero otras personas se quedaban a pelear, aunque no lograban hacer nada contra aquellas bestias.

Dió la mañana y la hora de ir a la escuela.

Ahora ya no sentía que alguien me seguía.

Pasé todo el día dudando si debería ir al lugar acordado,  no sabía que me esperaba ahi,  sabía que podía ser peligroso,  pero aún así sentía que debía ir.

Llegó la hora y fui al patio detrás de la escuela,  justo como me dijieron. Pasó un poco más de una hora y la escuela ya estaba vacía, pero seguía esperando.

Unos minutos después,  alguien me tomó de la parte de atrás de la camisa, y me arrastró por un par de calles,  hasta llegar a una de las plazas más lejanas y poco concurridas de la ciudad.

Cuando al fin logré soltarme,  ví a un hombre alto,  mucho más que yo, y de cuerpo bastante musculoso, con una camisa blanca de manga corta. No podía ver quien era,  pues traía una mascara puesta.

Era color blanco con líneas azul celeste, parecían formar un símbolo o un patrón, pero de momento no podía decir como era.

Sin más de un minuto de haberme soltado, arrojó un fuerte puñetazo que no tuve manera de evitar, lanzandome al piso.

Me llevé las manos a la cara, pero esta en el suelo el me pegó una patada en el estómago.

Me tomó una vez más del cuello de la camiseta y me puso de pie. Sin soltarme,  volvió a pegarme, esta vez en la mandíbula. Por un momento crei que por ese golpe mi mandíbula estaba rota, pero después de unos momentos dejó de doler.

Intenté ponerme en una posición en la que podría darle pelea,  pero no pude evitar un gancho que me tiró por debajo de la barbilla.

Otra vez me puse en posición, pero esta vez si pude bloquear el golpe que me tiró por la izquierda, esquivar el golpe que me Tiro por la derecha, pero me pegó una pagado con giro en el estómago, lanzandome algunos metros hacia atrás.

Ya no me podía poner de pie, y sentía que mi vida corría peligro, pero no podía hacer nada al respecto.

Después de unos 5 minutos recibiendo golpes, al fin empecé a poder llevarle el ritmo en la pelea,  aunque a duras penas.

Después de cierto punto, empezó a golpear cada vez más rápido y fuerte, y desde el interior de su camisa,  daba la sensación de que sus músculos brillaban un color azul celeste.
Bloquee uno de sus golpes, pero en ese momento dio un giro sobre si mismo, sentí como si me hubiera pegado mil patadas en solo un segundo.

Podía ver como todo se nublada otra vez.

Empecé a sentir un fuerte dolor en el pecho, pero no era algo que sería resultado de un golpe, era un dolor un tanto extraño.

Pude sentir como subía lentamente por mi garganta, hasta que llegó a mi boca, y empecé a vomitar un líquido blanco con celeste,  que poco a poco fue cubriendome el rostro.

Empecé a ver todo de un color distinto,  pero podía distinguir facilmente el entorno a mi alrededor.

Ya no me dolía la paliza que me acababan de pegar.

Voltie a ver a la persona que hace unos momentos me estaba golpeando y apartir de ese momento,  empecé a actuar por mero instinto, pero ni siquiera sabía que estaba haciendo.

Tomé una barra de metal que estaba clavado en mi espalda, y poco a poco empezó a salir un líquido como el que acababa de vomitar y empezó a formar una espada,  parecida como la que tuve en mis manos tiempo atrás. Blanco con azul celeste, con un resplandor parecido al de los músculos de ese tipo, pero con un color más oscuro.

Empecé a pelear solo soltando mis músculos y dejandome llevar por mis instintos.  Esta vez si pude pelear, pelear para salvar mi vida.

Ambos saltamos al mismo tiempo, golpeando mi espada con su brazo.