El Juego De Los Dioses

Capitulo 3

Me tomó del cuello y me arrastró hasta lo profundo del callejón con una sonrisa que jamás olvidaré. Con su mano en mi cuello y contra la pared, me levantó del suelo y me mantuvo así un momento.

Al fin pude reaccionar y le alcancé a pegar una patada, logrando que me soltara alejandolo de mi.
Empecé a correr, pero fue en vano, me tomó de los pies y me levantó en el aire.

Se había transformado en la bestia que me había atacado antes.

Intenté soltarme, pero no pude, me estaba agarrando demasiado fuerte. Derrepente empezó a apretarme más, casi podía sentir que me rompía los pies, pero me lanzó contra la pared. Quize huir pero me dolían demasiado los pies, no podía siquiera caminar.

La bestia se acercó amenazante, podía ver el odio que tenía en sus ojos, quería venganza por lo de la última vez. Me tomó de nuevo por una pierna y me levantó, tomó vuelo para azotarme otra vez contra la pared. Cerré los ojos para recibir el impacto, sabía que no tenía forma de evitarlo, y con la fuerza de esta cosa, fue solo suerte que hubiera sobrevido al impacto anterior.

Pero escuché un disparo, pude sentir como la bestia me soltó y caí al suelo, golpeándome la cabeza, quedando inconsciente.

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Cuando abri los ojos, estaba acostado en mi cama. Al principio creí que todo había sido solo un sueño, pero mi cuerpo me dolía demasiado, como si sí hubiera recibido un golpe y sin contar mi dolor de cabeza, además que en mis piernas aún había marcas, como si alguien me las hubiera apretado, estaban aún moradas, y dolían demasiado, apenas y las podía mover, todo esto me llegó a pensar, es verdad que todo es real, pero ¿por qué están tan determinados en matarme? Me atacaron recién saliendo del hospital, justo el día después.

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En una de mis paredes, empezó a billar una figura, color dorado y marrón al mismo tiempo, no tardé mucho en descubrír que se trataba del mismo que del Hospital, y ya sabía lo que seguía después, empezó el mareo, las náuseas, dolor de cabeza, y enseguida caí dormido.

Esta vez era diferente al sueño de la última vez. Estaba acostado en el pasto, era un bosque, había personas corriendo por todos lados, gritando aterrorizadas, huyendo de algo. Derrepente una sombra empezó a cubrirlo todo, y el miedo invadió por completo mi cuerpo. Un temor indescriptible, empecé a sentir desperación, ganas de correr, pero no podía moverme, solo podía ver alrededor, como si estuviera en tercera persona, pero no me podía mover.
La sombra era fría, tenebrosa, como si tuviera vida propia, determinada a consumirlo y destruirlo todo.

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Desperté aterrorizado, di un salto fuera de la cama y enseguida las náuseas volvieron. Corrí al baño, pero mis pies aún dolían, y pude sentir como tronaron al ponerme de pie, y caí al piso.

Tarde un buen rato en el suelo, tuve que esperar a que mis pies dejaran de doler un poco hasta que me pudiera parar de nuevo, y aún así caminaba con dificultad, tuve que apoyarme en la pared hasta llegar a mi cama.

Tomé mi celular para ver la hora, ya había pasado del atardecer, alrededor de las 9:30 p.m.

Al desbloquear mi celular, apareció, un mensaje. Incluía un número telefónico, y decía "llamame".

Dudé un momento sobre si debía hacerlo o no, hasta que caí en cuenta de que podía obtener información sobre todo esto, así que llamé.

No duró mucho sonando.

Contestó una voz femenina, que me sonaba bastante familiar:

- Hola, Kai.