Capítulo 3

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Capítulo 3

Todos se encontraban en el gran salón de Estocolmo, comiendo cualquier tipo de comida. Los que más se veían que lo disfrutaban eran Patán y Patapez. Se escuchaba música en cada rincón del salón; las chicas bailaban al ritmo de la música... Eret, Brutacio e Hiccup analizaban a cada jovencita y lo más curioso era que llevaban colgadas, en sus ropas, llaves. Era raro, pero era la verdad.

- Son hermosas-. Dijo Eret viéndolas con admiración

- Ya lo creo-. Dijo Brutacio.

La atención de Eret se vio interrumpida por la belleza de una singular chica, llevaba puestas muchas llaves encima, pero tenía un pelo rubio y largo.

- Ah chicos-. Les llamo Eret-. Vean a esa chica-.

- ¿Brutilda?-. Le llamo Brutacio. La chica volteo y vio a su hermano mellizo. Se observaron y pasados unos minutos se abrazaron y empezaron a reír-. ¡HERMANA!

- ¡HERMANO!

- ¿Son hermanos?-. Preguntó Eret

- No ves lo idénticos que son-. Dijo Hiccup

- Me he enamorado de Brutacio pero en chico-. Dijo Eret sacando la lengua-. Aunque eso no tiene nada de malo. Es muy linda

- Siempre me imagine a Brutilda de otra manera-. Dijo Patán

- Yo la veo exactamente igual que como me la imagine-. Dijo Patapez

- Escuchen, concéntrense, debemos buscar a una chica que nos ayude-. Tal parece que las palabras de Hiccup no fueron escuchadas ya que cada chico se fue en busca de una nueva conquista-. No puedo creerlo-. Hiccup tomo con sus dedos su nariz y cerró los ojos, respiro hondo y conto hasta diez.

Patapez se había dirigido con una chica de cabello negro y ojos verdes, consigo traía unas cuantas llaves; Patán se había dirigido con una chica con cabello rojizo y ojos grises, era linda. Eret estaba conversando con Brutacio y Brutilda; luego tendría tiempo de presentarse con la hermana de su amigo.

Dependía de él seguir con el plan como lo habían acordado. Volteo a ver a su papá y este reía a carcajadas con Viggo mientras que su mamá platicaba muy animada con Tyra. Si las cosas se veían tan bien, puede que Viggo se olvidara de cortar relaciones con Berk. Pero aun así buscaría a la chica.

Se giró y se fue a sentar con los dragones y observó a todos en el salón, en especial a las jovencitas. ¿Por qué traían llaves en su ropa?

Se quedó ahí un tiempo, una, dos, tres horas y ninguna chica lograba ganar su confianza; todas parecían entretenidas en ganar la atención de sus amigos, como si lo único que les importará fuera eso. Había pensado mal, creía que las chicas de esa isla serían normales como las de su isla, pero estas parecían plásticas, niñas bonitas, que solo les interesaba verse bien. O por lo menos eso era lo que aparentaban.

No debería estar juzgando así, pero era lo único que podía hacer, no quería que muchas chiquillas desesperadas por atención fueran a encimársele. La hermana de Brutacio, se veía diferente, como si eso no le importara, la chica con la que estaba Patán y Patapez igual... Tal vez ellas podrían ayudarles, pero hacía falta algo.

Chimuelo pidió la atención de su jinete y este volteo para acariciarle su cuello. Hiccup se paró y sacó a los dragones de ahí. Se sintieron libres por un momento, y empezaron a volar. Subió al lomo de Chimuelo y cuando se disponía a despegar, su dragón le enseño a su cola y vio que no tenía la otra mitad.

A tu lado (HICCSTRID)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora