Es duro enfrentarse a la vida, es duro enfrentarse al tiempo inclemente que corre sin cesar, ese tiempo inclemente que dice fuertemente que me equivoqué aunque aún no se en qué, es duro ver la arena correr mientras yo la veo detrás de un muro de hielo que cada día sigue creciendo.
Quizá mi error fue olvidarme de decirte que me encantas, que disfruto tu sonrisa como si fuera un cielo estrellado, anhelo tus ojos para perderme en ellos, que amo tomar tu mano y besar tus labios hasta que en un suspiro se me escape el alma, pero eso parece lejano y frío, parece una invitación a quedarme en la galería del olvido, siendo un cuadro de recuerdos vacíos, quizá olvidé que debía enamorarte cada día, di por sentado que ya me querías, quizá la culpa sea el castigo por no ser mejor y ahora me encuentro en un callejón sin salida esperando mi ejecución.
Mientras el reloj corre inclemente, el muro de hielo se hace gigante, alimentado con mis miedos, torturándome cada segundo amenazándome con que voy a verte partir, el reloj de arena sigue su curso e indica que debo agregar un nombre más a la lista de rotundos fracasos que llamo relación.
Que difícil es, no poder detener el reloj y verlo avanzar, cada vez más lento y amenazador, que difícil es, no poder derribar el muro de terrores y de miedos que intentan congelar mi ser, pero lo más difícil es saber, que ambas cosas están en mi mente, que ahí residen y de ahí no piensan salir.
Mientras tanto, mi corazón arde por recuperar, ese cielo estrellado que es tu sonrisa, tus ojos donde sigo perdido, tu mano que se encuentre con la mía y besar tus labios que me arrancan el alma con un suspiro, ese suspiro que grita te quiero, mientras por dentro rezo por no verte marchar.
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A solas con la luna
RastgeleCuántas veces no hemos hecho la luna nuestra consejera, la que guarda los secretos de nuestro corazón, la que nos ha visto llorar, por eso, A solas con la luna, es una serie de relatos cortos, que hablan de diversos temas, cada uno es una historia y...