CAPITULO 7: ¿ESTO ES UN ADIÓS?

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Me giré- ¿Qué sucede? –Dije dedicándole una sonrisa, Aoi me la devolvió, pero no como yo esperaba, era una sonrisa de tristeza, Aoi miró por el cristal- Tengo que... -guardó silencio unos momentos, dio un puñetazo al vidrio- Yo... Te-Tengo que irme –los ojos se me abrieron como platos- ¿Co-Como? ¿Por qué? –Me miró- Papá llamó esta mañana –me giré, quería contenerme un poco la rabia- No sé cuándo vendrán por mi... Pero dijo que en esta semana se llevaban mis cosas –una lágrima descendió de mi mejilla, ya no podía aguantar más, sentía un nudo en la garganta- ¡¿Por qué Aoi?! ¿Por qué ahora? –Aoi me miró tristemente- Lo siento, no quería arruinarlo –La rueda de la fortuna descendió, abrí la puerta, iba a salir cuando... Aoi me abrazó susurraba en mi oído- No te vayas, quédate así conmigo unos minutos –Asentí, de mis ojos comenzaron a brotar las lágrimas, me sentía fatal, sentía una gran presión en mi pecho- ¿Por qué tienes que irte ahora? ¡Mierda! –Me abrazó aún más fuerte, me tranquilizaba un poco eso- De verdad lo siento, esta vez no fue decisión mía, por favor, por lo que más quieras –sentía su respiración agitada- prométeme que si no regreso –su voz de cortó- harás como si yo no hubiera existido –lo miré de nuevo a los ojos, esta vez con miedo- No... no puedo –los ojos de Aoi se ponían cada vez más llorosos- ¿Por qué no? –Dijo un poco preocupado- ¡PORQUE TE AMO! No puedo fingir que nada de esto pasó –Me tomó de las manos- Claro que puedes, no hemos pasado tanto tiempo juntos –eso hizo que me sintiera aún peor- ¿Estás tratando de decirme que solo porque no llevamos saliendo mucho tengo que olvidarme de lo mejor que me ha pasado en la vida? –Negó con la cabeza- No me refiero a eso Kei, me refiero a que tienes que olvidarlo porque es dañino para ti –comencé a llorar más- ¡Bien! Si eso es lo que quieres, ¡Hecho! –Aoi me miró con tristeza, yo le devolvía la mirada con una de odio- Si te vas y no regresas te olvidaré, ¿Pero y si regresas? –Me dio un beso en los labios- Si regreso, me entregaré a ti por siempre –se me escapó un suspiro. Las puertas estaban abiertas, estaban esperando a que bajáramos, no iba a esperar a nadie y a nada, no quería pensar, salí corriendo de ahí, llegué al subterráneo, pagué mi boleto y abordé. Todos me miraban, me sentía destrozado, me sentía roto.

Salí, fui directo a mi casa, abrí la puerta y vi que Flourence no estaba, como siempre, subí a mi habitación y me recosté, comencé a llorar de nuevo, mi celular no paraba de sonar, Aoi estuvo marcando por horas.

Me quedé dormido de tanto llorar...

8:19 pm

-Hey, Kei, despierta tonto –Abrí los ojos, era Flourence- ¿Qué sucede? –Me tendió el teléfono- Creo que deberías contestarle el teléfono –le arrebaté el teléfono a mi hermana y lo arrojé al suelo- No es asunto tuyo, ¿Vale? –Flourence me miró con lástima- Yo sé que no es asunto mío, pero, si de verdad lo amas, creo que deberías hacer todo lo posible por estar con él ¿No? –negué non la cabeza- Él se va esta semana –me tomó de las manos- ¿Entonces que esperas? ¡Ve a verlo en este instante! –Negué con la cabeza- Ni de chiste voy a ir a verlo, él se va, y quiere que lo olvide porque piensa que no va a volver –escuché el timbre sonar- Ha de ser mi amiga Sam –Bajamos las escaleras, por desgracia no era Sam- ¿Qué haces aquí? –le dije a Aoi- Lo siento, no me devolvías las llamadas, yo... quiero enseñarte algo, quiero pasar los últimos días que me quedan en la ciudad contigo –negué con la cabeza- No voy a ir –Flourence me tomó de la mano- ¡Ve! –La miré a los ojos, estaba sorprendido- ¿Qué? –Flou me miró a los ojos enfadada- Es su última semana juntos, no seas idiota, o te vas a arrepentir –estaba un poco sorprendido por la reacción de mi hermana, cada que estaba con Aoi se escondía o se ponía de ebria, ¿Y ahora estaba de acuerdo con que fuera y escapara con él? - Está bien –salí de la casa, despidiéndome de Flou con la mano. Aoi me tomó de la mano y me condujo a una motocicleta, me tendió un casco, esta vez no protesté y me lo puse, él se puso el suyo y subimos a la motocicleta, me aferré fuertemente a su chaqueta, sentía su cuerpo caliente- Sostente lo más fuerte que puedas –dijo encendiendo el motor y acelerando.

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