Entramos a la fiesta, Kei se desenvolvía satisfactoriamente dentro de la muchedumbre, todos lo veían como el centro de atención, un par de chicas se le acercaban, todas y cada una parecían estar atraídas por él como si fueran un imán.
La música se hacía cada vez más presente, Kei comenzó a bailar con una chica, vaya que la canción estaba demasiado cachonda- ¡Vaya!, pero tu amigo si se sabe mover –sonreí- Mejor que tú, si lo creo Akise –el aludido sonrió- ¿Desde hace cuánto se conocen? –Tomé un poco de mi cerveza- como de unos cinco años –mentí- ¡Wow!, ya es algo –asentí- Es una buena persona, la verdad es que le admiro –Akise rió- ¿Te gusta? –Miré a Akise- Tal… -miré a Kei, parecía divertirse- Tal vez –me levanté de mi asiento y bajé a donde Kei se encontraba- ¿Me lo prestan un momento señoritas? –Ellas rieron- ¡Claro! –dijeron en coro, les guiñe el ojo y tomé del antebrazo a Kei- Pareces estar disfrutando de la fiesta –Kei rió- ¿Parece? ¡La estoy disfrutando! –reí- Tengo algo importante que decirte –Un reflector se posó encima de ambos, nos tapamos las caras- Bienvenidos a mi fiesta, espero que todos la estén disfrutando –todos aplaudieron- Bien, como pueden ver el día de hoy tenemos a nuestro querido Aoi Watabi y a su desconocido acompañante –todos aplaudieron- Bien, bien, les pido un poco de silencio –toda la multitud se silenció- Quisiera que estos dos chicos abran nuestro jueguito de cada fiesta –Akise se frotó las manos- Démosles un caluroso aplauso –la música comenzó a sonar de nuevo y los aplausos se hicieron cada vez más fuertes y acompasados- Todos conocen como jugamos con esto ¿Verdad? –Akise mostró una baraja de cartas- Para quien no lo conozca trata de pasar las cartas con la boca, si esta se cae la pareja de participantes que no haya atrapado la carta deberá besarse, sea hombre y hombre, mujer y mujer u hombre y mujer, para hacerlo más interesante, así que les pido a todos que escojan a dos personas de sus grupitos –Los reflectores se apagaron y miré a Kei, su mirada parecía descontrolada- Le diré a Akise que no lo haré –Kei negó con la cabeza- Está bien, yo te dije que actuaría ¿no?, además, esto se ve divertido–dijo Kei sonriendo, bebió de su cerveza y de nuevo se encendieron los reflectores, esta vez encendieron 5 uno para mí y Kei, otro para una pareja de chicas y los otros dos para un par de chicos y chicas y el que alumbraba a Akise- ¡Que comiencen los juegos! –nos pusieron en una fila, Kei empezaba, seguía yo, seguía una chica acompañada de un chico, luego le seguían las dos chicas y por último y chico y una chica.
Kei se puso la carta en los labios, me la pasó cuidadosamente, succionándola para que no se me cayera, se la pasé a la chica y sucesivamente hasta que a las pareja de un chico y una chica se les cayó- ¡Descalificados! –El chico protestó- Pero –Akise sonrió- ¡Nada!, ¡Fuera! –La pareja se retiró- ¡No hay beso! –gritó Akise. De nuevo teníamos que empezar, todo fue bien, hasta que los únicos que quedamos fuimos Kei y yo- Muy bien damas y caballeros, esto es bastante interesante, quedan dos chicos y esta vez no jugarán con la baraja, jugarán con cerezas –Akise abrió un frasco de cerezas, si se dan cuenta están resbalosas por el almíbar, así que si pierden ustedes sí tendrán que besarse- No es justo –protesto Kei- Bien –Akise rió- No me importa, las reglas son las reglas-Kei volvió a darle un sorbo a su cerveza- ¡Bien! –dijo el ojiazul.
Esta vez comencé yo, estaban bastante resbalosas pero si la podía sostener entre mis labios, se la pasé a Kei, inmediatamente que aparté la cereza de mis labios se le resbaló a Kei de los suyos, rápidamente me aparté, dejando que la cereza cayera- Wow, de verdad, creí que se salvarían, pero ahora tendrán que besarse –Vi como Kei se ponía pálido- Eso o 7 minutos en el armario chicos, ¿Qué deciden? –Lo miré, parecía que volvería esa mirada de miedo que había visto hace un par de horas- 7 minutos en el armario –Kei me miró sorprendido- ¡Vamos! –Le dije amablemente- Va-Vale –le tomé de la mano y fuimos al armario más grande que tenía Akise- Bien, aquí estamos a salvo –Kei me miró- ¿Por qué lo dices? –Lo miré unos segundos y luego miré al techo- Aquí no hay cámaras, es el único lugar en donde no las hay –Kei se puso rojo- ¿Y qué haremos aquí en siete minutos? –Me quedé en silencio unos momentos- ¿Qué quieres hacer? –Le dije- Pu-Pues no lo sé –sonreí- Creo que solo podemos hablar –sonrió- Hay algo que tengo que decirte Kei –el me miró a los ojos, sentía que hacía mucho calor- ¿Saldrías conmigo? –Kei se puso pálido, estaba sorprendido, shockeado diría yo- Está bien si no quieres… sé que es raro pero –Vi como Key se abalanzaba a mis brazos, la verdad es que ahora me carcomía la culpa, me sentía realmente mal por jugar con los sentimientos de alguien más, alguien que no se lo merecía- ¿Es una broma? –Dijo confundido- No lo es, es la verdad -¡Mierda! ¿Qué mierda estoy haciendo?- Entonces sí –puse una sonrisa de tonto que ni yo sabía que tenía y me acerqué lentamente a sus labios, estaba peligrosamente cerca de ellos cuando escuché que la manija daba vuelta- Bien chicos se ha acabado el tiempo –todos se quedaron callados, incluidos Kei y yo- No es lo que parece –dije rápidamente, pero olvidaba que cuando decía eso siempre era “No es lo que parece” un “Es lo que parece”- Mierda –dije por lo bajo, me puse de pie, Kei todavía seguía atontado- Demos un aplauso a la dulce pareja –todos rieron y comenzaron a aplaudir. Akise se me acercó- Viejo, ¿Quieres mi habitación? –Negué con la cabeza- No seas idiota Akise –el aludido comenzó a reír, bien, solo pasa a recoger el juego que me prestaste la vez pasada ¿Vale? –asentí subí las escaleras directo a la habitación de Akise, llevé a Kei por miedo a que le fueran a hacer algo mientras yo no estaba, entramos a la habitación, el juego estaba en la cama, cuando ya lo había tomado vi que alguien había puesto el cerrojo- ¡Mierda! –Grité- ¡Akise!, ¡Abre la maldita puerta ahora mismo! O te juro que cuando salga te castraré cual cerdo –lo único que escuché como respuesta fue una risa por parte de Akise- ¡Maldición! –Kei me miró preocupado- ¿No podemos salir por la ventana? –Asentí- yo iré, en un momento abro la puerta y nos vamos, ¿Entendido? –Kei asintió. Abrí la ventana y bajé por las escaleras de emergencia- ¡Ahora vengo!, ¡Quédate en la habitación! –Kei se asomó por la ventana- ¡Vale! –bajé la escalera con cuidado, llegando al patio trasero de la casa-mansión, corrí directo a las escaleras, pero estas estaban trabadas, un par de jalones y estas cedieron, llegué al cuarto de Akise, estaba vacío, la ventana estaba cerrada- Maldición -bajé de nuevo las escaleras y busqué algún indicio de en donde podría estar Kei, había un tumulto de gente en la piscina, me acerqué hacia allá.
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LA APUESTA DEL MILLÓN
RomantizmAoi, el guapo, el popular del colegio, es retado a tener una cita con Kei, el mayor nerd y marginado de la escuela... Lo que Aoi no sabe, es que Kei está perdidamente enamorado de él... Con el paso del tiempo, Kei se enterará más sobre la peligrosa...