Narra Kei:
Dormí en casa de Rick, era muy lujosa y espaciosa, ahí dormían todos sus subordinados (incluyéndome a mí) momentáneamente era el único lugar en donde me podía quedar, ya que si regresaba a casa con Flourence podrían amenazarla y no la quería exponer a ello, de por sí me sentía culpable por haberme ido de casa como para volver a ocasionar aún más problemas de los que ya estaba causando- James, despierta, ya es un poco tarde, tenemos trabajo que hacer –me cubrí con las cobijas- No quiero, cinco minutos más –Sentí como tironeaban las mullidas sábanas lejos de mi cuerpo- No, anda, solo cinco minutos más –Escuché la risa de Rick- No me obligues a llamar a John –negué con la cabeza, no quería abrir los ojos- No, a John no, él me sacaría de la cama enseguida –De nuevo escuché la voz de Rick- Ese es el punto –Escuché las pisadas del gigantón de John, enseguida me levanté como un ninja- ¡Ya! ¡Me levanté! ¿Contentos? –Rick se cruzó de brazos y me sonrió- Bueno… ahora vístete que tenemos que salir ya, o se nos va a atrasar más el vuelo –bufé, John me miró, le dediqué una sonrisa, volteó los ojos y salió de la habitación- Baja en cinco o nos iremos sin ti –Qué más quisiera, desearía que se fueran si mí, no quería tener que estar de vigilante todo el rato, pero si quería llegar hasta Aoi es lo que tendría que hacer.
Me duche, me vestí y bajé como Rick me lo había pedido- Bien chicos… ahora que todos están aquí creo que deben saber qué vamos a hacer el día de hoy… bueno pues, hoy tenemos como propósito encubrir, hoy nosotros no robamos, solo encubrimos, ¿Vale? –todos asentimos- Bueno… entonces eso es todo –subimos a una camioneta blindada, en la cajuela habían un montón de armas, escondidas debajo del forro, llegamos al aeropuerto y nos dirigimos a un lugar que yo no conocía, me dediqué a mirar el paisaje mientras todos tomaban, pulían sus pistolas o cosas por el estilo, tan centrado en las nubes estaba que el viaje no se me hizo largo, todo lo contrario, en un abrir y cerrar de ojos llegamos a nuestro destino, bajamos y abordamos una camioneta similar a la que habíamos subido antes de llegar al aeropuerto, nos llevó a una gran casa, ya me estaba acostumbrando a ver mansiones a diario- Bueno… aquí comienza, si son descubiertos no duden en usar la fuerza bruta –todos fuimos a nuestros puestos, de nuevo yo era el vigilante, me ubiqué en mi posición; desde donde yo estaba se podía ver el atardecer, era hermoso, de pronto escuché a una chica gritar, me asomé al otro lado de la parte trasera de la explanada de la mansión, había una chica pelirroja, estaba siendo llevada a una camioneta, no me quedaría sin hacer nada, abandoné mi puesto y me dirigí hacia donde ellos estaban, ellos estaban tan distraídos con los gritos de la chica que no advirtieron mi presencia, de pronto a cada uno le solté un fuerte golpe, en un dos por tres todos estaba tirados en el suelo- ¿E-Estás bien? –la chica asintió, las lágrimas le habían corrido el maquillaje y sus ojos verdes me miraban buscando consuelo- Gracias, ellos… ellos querían abusar de mí –la miré y simplemente por instinto la abracé- Ya… ahora vas a estar bien, mi nombre es Kei –la chica me miró- Me llamo Abigail, vengo de Nueva York –la sorpresa se hizo presente en mí- Oh, ya veo –Ella asintió, le limpié las mejillas llenas de lágrimas- No llores, ¿Vale? –Ella asintió, de pronto escuché unas pisadas, no me interesó quién era, no me giré, simplemente le solté una patada y escuché como caía- ¡Idiota! ¿Qué crees que haces James? –Abigail me miró de reojo- Lo siento Rick, pero la iban a violar, ¿Qué querías que hiciera? –Rick no me miró, simplemente se tocó el lugar donde le había golpeado, miró a la chica que estaba a mi lado, su expresión cambió de estar enfadada a una expresión de desconcierto- ¿Abi? –La pelirroja lo miró- Rick –ella susurró, Rick se puso en pie y en menos de dos segundos ya estrechaba a Abigail entre sus brazos- ¿Qué haces aquí Abigail? –La chica se desplomó y comenzó a llorar- Yo… necesitaba buscarte, me dijeron que me llevarían a donde estabas, pero me mintieron y cuando me di cuenta ya era muy tarde, yo… ¡Ellos trabajan para Arabella!, querían violarme –Rick se hincó para ver a Abigail de nuevo- Lo siento Rick –dijo Abigail, las lágrimas seguían cayendo de sus ojos- James, debes ir a avisarles a todos que abortamos la misión –asentí y me fui…
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LA APUESTA DEL MILLÓN
RomanceAoi, el guapo, el popular del colegio, es retado a tener una cita con Kei, el mayor nerd y marginado de la escuela... Lo que Aoi no sabe, es que Kei está perdidamente enamorado de él... Con el paso del tiempo, Kei se enterará más sobre la peligrosa...