Hace dos años atrás.
Si bien llevaba ya unos seis meses aproximadamente en el cual inicio su vida, entregando su cuerpo a cambio de una suma considerable de dinero, llego un punto en donde la cosa ya no le gustaba como iban.
Tenía clientes fijos y algunos que venían de vez en cuando. Hombres y mujeres, la edad era algo que no tenía mucho en cuenta, claro que evitaba las ofertas de personas que estaban a un paso de visitar el otro lado. Hay un límite para las cosas después de todo.
Al inicio él se consideraba un experto en cuanto a temas del sexo, creía que todo lo que había experimentado en su vida en donde era el gran y popular Wen Junhui, era más de lo que se debía tener para su edad. Que equivocado estaba.
Las peticiones que le pedían algunos, eran tan fuera de lugar, que nunca se imaginó que el mundo sexual abarcara tanta morbosidad. En parte aceptaba y en partes no, lo hacía por curiosidad, quería conocer aquello que se ocultaba de la vista de todo, eran fantasías sexuales prohibidas que no tenían que salir a la luz. Hubo cosas que le gustaron y otras a las que se negaba rotundamente a repetir.
De vez en cuando le gustaría tener algún amigo con quien hablar de su "trabajo" sin juzgarle y contarle anécdotas divertidas y absurdas como también bizarras que estaba seguro que provocarían un par de risas. teniendo un buen momento.
Pero no era fácil, no cuando donde se encontraba, el sexo o muestra de cariño era un tema tabú.
Tiene un par de recuerdos con los amantes con los que estuvo. Desde mujeres en sus cuarentas o treinta deseando tocar el cuerpo de un joven próximamente a adulto, como hombres saciando su sed de acostarse con los de su mismo género, ya que había unos cuantos que reprimían su verdadera sexualidad. También le pagaron para sorprender a algún cumpleañero, dándole como regalo sus servicios, cumpliendo la fantasía sexual del afortunado o afortunada. Los que le causaba gracia o en cierto modo ternura eran aquellos que venían a él, comentándole que nunca en su vida tuvieron relaciones sexuales, y que querían dejarlo de ser o si no, aquellos que solo querían sacarse la duda de si les gustaban los hombres o no.
Si le preguntaban que tipo de amantes prefería, diría que aquellos que solo piden placer, no le pedían nada como el BDSM o aquellos donde le gustaban que les hable o se vista de cierta forma. Ni pensar de aquellos que no conocían el limite e iban por caminos bien repugnantes y enfermos. Si no, se refería a los que disfrutaban de una sesión intensa "normal" y además que se preocupaban de que él también lo disfrutara. Había varios que solo les interesa su propio bienestar y se olvidaban del suyo. Así que cuando le llegaban clientes así, no les cobraba tan caro, se los rebajaba y si lograban repetir, les daba de regalo una atención "especial" en cuanto a juegos previos y demás. Lastimosamente era muy baja la probabilidad de cruzarse con los de ese tipo.
Recuerda a uno, el cual era un joven casi de su misma edad, nunca le pregunto su nombre ni nada. Prefería el anonimato.
Lo vio perdido y sin ánimos, estaba relajado observando al rededor sin interés a su parecer, y tomaba de un vaso que supuso que contenía vodka por la transparencia del líquido. Hace mucho que no sentía las ganas de "cazar" a alguien, era atractivo, si bien no lucia como alguien de dinero por su vestimenta, se hacía sobresalir gracias a su aura misteriosa y su inexpresiva cara.
Se le acerco preguntando si necesitaba algo, ya que estaba en su turno de mesero, igual le faltaba unos minutos para terminar y estaba un poco tranquilo el local como para ser un fin de semana. Si bien al inicio el chico se mostraba reacio a su persona, luego de un par de chistes y coqueteo indirecto, logro que entrara en confianza y se soltara más, viendo como mostraba una pequeña sonrisa y celebro internamente en victoria ya que lo veía difícil de atrapar. También consiguió lo que quería, le pidió que esperara a que terminara su turno, cuando cumplió su horario no perdió tiempo y se acercó un poco ansioso, tomando el contenido de su vaso de golpe para salir rápido. Se sorprendió cuando lo que estaba tomando no era más que agua, y se rio porque no se lo esperaba, provocando que el contrario también riera de forma más silenciosa.
Salieron de ahí y pagaron la habitación de un motel. No planeaba cobrarle, estaba de buen humor y el chico le había caído bien además de que fue el quien lo busco, cuando ingresaron a la habitación correspondiente, luego de un par de palabras intercambiando sobre cómo iban a hacerlo, fueron a la acción. Pero esta vez se lo tomo con calma, no había sentimientos de por medio, solo la necesidad de complacer la persona ajena y también saciar la suya.
Se turnaron en las posiciones, no sabe cuántas veces lo hicieron, ni la cantidad de preservativos usado, perdiendo la noción del tiempo. Cuando por fin terminaron, quedándose cada uno en silencio recuperando sus respiraciones, fue cuando noto que ya estaba amaneciendo. La claridad en el lugar lo compraba, observo a su costado y noto que el otro ya se encontraba durmiendo boca abajo dejando expuesta su espalda, se le antojo apetecible y pensaba si hacerla una última vez no estaba mal.
Pero desistió a la idea, a ese paso lo iba a secar, se río ante tal pensamiento y sin hacer ruido se levantó por sus cosas, cambiándose en el proceso. Habían dejado hecho un desastre el lugar.
Cuando ya se encontraba listo se dirigió al joven de nombre desconocido y sonrió tapándole con las sabanas, planeaba despertarlo para avisarle que se iba, pero lo vio innecesario. Era mejor así, mientras menos involucrado se encontrará era mejor para él. Y se fue, disfrutando de la niebla matutina mientras fumaba un cigarrillo que le arrebato de la cajetilla al contrario, si se enojaba o no le restó importancia, total era poco probable que se lo volviera a cruzar.
Además de que debía continuar con su rutina diaria trabajando para poder darse sus propios gustos.
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CORROMPIDOS.
Teen FictionUna historia donde Wen Junhui, Jeon Wonwoo y Kim Mingyu se conocen. Ignorando el pasado de cada uno de ellos y disfrutando del tiempo que pasan juntos sin pensar en las consecuencias.