Miro hacia el reloj que se encuentra en la mesita de noche y verifico que son las 4:30 de la mañana. Falta media hora para empezar con el horario y en toda la noche no pude dormir después del sueño que tuve. Resignada me levanto de la cama y me encaminó hacia el baño para darme una ducha. Una vez que salgo, me recuesto sobre mi cama y en menos de diez minutos la alarma comienza a sonar. Siento como mi pequeña amiga pelirroja se remueve sobre la cama superior, por lo que me levanto con rapidez y me coloco a la altura de la litera.
-¿Podrías apagar esa cosa? Es demasiado temprano aún- dice mientras se tapa de pies a cabeza con su sábana. Apago la alarma y me recargo sobre su cama.
-Anggie, debes levantarme. Tienes veinte minutos para alistarte.
-No quiero, es demasiado temprano. Esto es una injusticia- chilla. Yo me río de como lo dijo, parece una niña pequeña que se resiste a ir a la escuela.
-Lo sé, pero son las reglas de este lugar y no podemos romperlas- le recuerdo. Ella retira la sábana de su cabeza y me deja ver sus grandes ojos grises.
-¿Sabes? Si yo fuera quien mandara aquí, haría que la alarma sonara mínimo a las diez de la mañana- me dice mientras se reincorpora sobre la cama. Frunce el ceño con curiosidad mientras me observa. -¿Te caíste de la cama hoy? o ¿por qué estas lista ya?
Río de su irónica pregunta. Le he tomado mucho cariño a esta niña en tan poco tiempo.
-No, no pude dormir bien y decidí darme una ducha para poder...relajarme.
-¿Y por qué no pudiste dormir bien?
-Pues...en parte la pesadilla de la madrugada y la comida que debió haberme caído algo pesada- digo intentando darle menos importancia al tema.
-Oh.. entiendo. Bueno, me iré a dar una ducha.
Mientras ella se dirige al baño, me recuesto sobre mi cama e inevitablemente, me pongo a pensar en como sería una vida fuera de aquí y si mis padres no hubieran muerto.
Si no estuviera en este complejo militar, ¿qué es lo que haría ahora mismo? ¿cómo sería mi vida? Quizás tendría amigas o incluso un novio como cualquier otra adolescente.
Pero antes de iniciar a formular respuestas imaginarias en mi mente, mis pensamientos son interrumpidos por Anggie.
-¿Qué dice tu horario? ¿Con quién te toca entrenamiento?- pregunta.
-No lo sé- respondo, mientras me inclino sobre la mesita de noche y de un cajón saco mi horario. -Me toca con Jaden: defensa personal.
-Uy...con Jaden- dice moviendo las cejas. -Que no daría yo por tener unos maestros personales tan sexys.
Sin poder evitarlo, ambas estallamos en carcajadas. Una vez que hemos terminado de reírnos, nos levantamos y nos dirigimos juntas hacia la puerta.
-Te veo en el almuerzo- dice mientras se dirige al pasillo del lado derecho y yo al del lado izquierdo. Me encamino hacia la sala de entrenamientos pero justo antes de llegar, paso por la oficina del entrenador Lane. Me quedo unos minutos de pie frente a su puerta debatiéndome en si debo entrar o no. Pero en eso el recuerdo de lo que platicamos ayer viene a mí.
Flash black
-Quiero hablarte sobre tu pasado. - dice mientras se acomoda en su asiento. - Sé que aún te quedan muchas dudas sobre lo que le pasó a tu familia. -Asiento en su dirección para que continúe. -Bueno, lo primero que creo que debes saber es que ellos murieron en un terrible incendio causado por una mala instalación del cableado. Tus padres hicieron todo lo posible para sacarte con vida de ahí mientras los bomberos intentaban apagar las intensas llamas y sacarlos con vida a todos. Entre varios bomberos colocaron una cama inflable justo debajo de la ventana del segundo piso donde se encontraban y tu padre logró lanzarte por la ventana justo antes de que la losa de la casa cayera. Fue demasiado rápido todo, no se pudo hacer nada para sacarlos con vida.
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PROYECTO 92209
Science FictionMi nombre es Alba Müller, o al menos eso es lo que me dijeron los militares que me trajeron aquí hace algunos meses. Recuerdo que yo desperté desorientada aquel día, no sabía donde estaba, ni quiénes eran las personas que realizaban estudios sobre...