Capitulo 2

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-Ta vez... -empezó Lily-. Tal vez debería avisar a Sirius... Deberían saber lo que ha pasado. Y estoy segura de que el profesor Dumbledore también debería venir, al fin y al cabo, ha estado aquí hace un momento. Quizá eso que tenía que contarnos tiene algo que ver con esto

- ¿Sirius va a venir?

Harry no supo cómo dijo eso. Había salido de su boca sin que él lo planeara, sin que él quisiera. Y además lo había dicho en un tono de voz esperanzado y deseoso, con cierto toque de pena o dramatismo. James le miró con el ceño fruncido, pero Lily le contestó con una dulce sonrisa.

-Tienes ganas de ver a tu padrino, ¿verdad? -El muchacho asintió-. Sin duda, hemos elegido al mejor, James...

-No os podéis ni imaginar la razón que tienes -la dijo Harry, y ella le sonrió de nuevo, abandonando el salón, sin duda para contactar con las otras personas.

Cuando ella se fue, de nuevo se volvió a formar aquel silencio horroroso. Si no fuera por el grito de Lily a la orden de "¡James! ¡No te olvides de darles algo de comer y beber!", hubiesen seguido parados en medio de la salita, sin hablar, casi sin respirar. James salió el primero de la habitación hacia la cocina seguidos de Ginny y Harry. Se extrañó que su propio hijo fuese tan reservado, pues incluso le pidió permiso para sentarse en una silla. ¿Acaso no estaba en su casa? Les sirvió un trozo de pastel y una limonada a cada uno, aunque solo Ginny probó algo del refresco, pues Harry simplemente observaba a su padre y la casa en la que estaba.

-Bonita casa -comentó a un rato, aunque al momento se dio cuenta de que había sido un fallo, y James arqueó las cejas.

-Es tu casa, digo, te has criado aquí... ¿Por qué dices eso?

Harry se mordió la lengua. No había caído en la cuenta de lo que iba a pasar. Todos iban a saber que venían del futuro: sus padres, el director, Sirius... Le harían preguntas, eso era seguro. ¿Y si estaban ahí para cambiar el horrible futuro? Luego se lo comentaría a Ginny, sin duda tenía ganas de que fuese al día siguiente para hablar con Dumbledore sobre todo esto.

- Bueno, es que... -Pero no tuvo tiempo de excusarse pues Lily entró en la cocina sonriendo y se sentó en la silla de enfrente de Harry.

- Mañana vendrán -informó-. Sirius está deseando verte, no se cree que te parezcas tanto a James, alega que eso tiene que verlo con sus propios ojos -Harry sonrió, recordando el característico humor de su padrino-. No sé si conoces a Alice, a Alice Longbottom...

- ¿La madre de Neville? -Inquirió entonces con curiosidad Ginny, y Lily asintió-. ¡Oh! Si Neville es compañero de Harry.

Fue entonces cuando pareció que Lily se dio realmente cuenta de que Ginny estaba allí, con ellos. Tan encima de su hijo había estado que ni se había hecho caso de la chica. La miró fijamente, observando sus rasgos, a ver si la podía relacionar con alguien.

- Perdona, pero... -le dijo-. No... No nos hemos presentado.

- ¡Oh! ¡Qué tonta! -Rió la muchacha-. Soy Ginny Weasley, un placer -y la estrechó la mano por encima de la mesa, haciendo que Harry se apartara un poco, pues Ginny estaba a su lado sentada y su madre justo en frente de él.

- ¿Hija de Arthur y Molly? -Preguntó James, acercándose a Lily y sentándose a su lado. Ginny asintió-. ¿Cuántos años tienes?

- Quince -contestó-. Soy la pequeña de los Weasley y... si no me equivoco, yo nazco en este año.

- ¡Así que por fin los Weasley van a tener una niña! -Sonrió Lily-. Molly se pondrá muy feliz, con tanto chico por ahí suelto... Aún estamos en Abril, así que todavía no has nacido. Y tú, Harry, dieciséis años, ¿no? -el aludido asintió-. Eres igual que tu padre a tu edad...

¿Conozco a mis padres?Where stories live. Discover now