¿Conozco a mis padres?

Capitulo 11

La muchacha pelirroja se limitó a parpadear, sorprendida. Delante de ella, el joven de ojos verdes la miraba expectante. Durante el eterno minuto que duró el colapso mental de Ginny, Harry trató de mantenerse firme. Sin embargo, en los últimos segundos de espera, la adolescente pudo ver cómo la mirada de él se volvía dudosa y temerosa ante una negativa. Pero... ¿qué demonios? ¿Acaso no le acababa de decir que le quería?

Una risa se coló por los labios de muchacha, una sonrisa que Harry llegó a ver segundos antes de tener sus delgados brazos rodeando su cuello.

And I will love you, baby - Always

And I'll be there, forever and a day - Always

Harry fijó sus ojos en los de Ginny y la devolvió la sonrisa. Ahora más que nunca sentía el olor a flores de la muchacha, sus suaves cabellos acariciando sus dedos... Le sorprendió ver brillantes los ojos de la muchacha... Brillantes de felicidad...

I'll be there till the stars don't shine

Till the heavens burst and the words don't rhyme

En aquel momento, solo importaban ellos dos. Tal era así, que incluso parecía que escuchaba música por sus oídos...

I know when I die, you'll be on my mind

And I love you - Always

Un momento...

-¡Sirius!

Harry se giró hacia su padrino, y puso mala cara al ver a éste sosteniendo una radio sobre su cabeza mientras se balanceaba al compás de la música. No se sorprendió de ver a su madre mirándole con los mismos ojos de enfado, al igual que tampoco de ver a James con un brazo sobre el hombro de su amigo, siguiendo el compás de la música y secándose lágrimas invisibles con la mano.

-Es que es tan bonito... -Susurró su padrino mientras bajaba la radio y la apagaba-. Ha sido como de película.

-No creía yo que fueras así, hijo -argumentó su padre poniéndose una mano en el corazón-. No sé si sentirme alagado o confuso.

-¿Confuso? -Lily Evans elevó una ceja incrédula-. ¿Te recuerdo lo que hiciste en nuestra primera cita?

-Eh... -unas manchas rosadas aparecieron en la cara de James-. Creo que mejor no...

-¿Vuestra primera cita? ¿Te refieres a esa en la que nos obligó a LUNÁTICO y a mí a perseguirte por todo el colegio?

-Exactamente.

-¡Ay! ¡Yo quiero saberlo! ¿Qué pasó? ¿Podré reírme de Cornamenta? -Inquirió con voz infantil Sirius.

-Pues...

-¡No! ¡No se lo cuentes! -Rogó James.

-¿Por qué no? Para conseguirte esa cita tuve que aguantar que Lily me diera un tortazo en el gran comedor. ¡Delante de todos! ¿Sabes la humillación que fue eso? ¡Y sin contar con la vez que me puse de rodillas!

-O cuando te obligué a besar a Betty Nurgley -añadió la pelirroja.

-¡Encima eso! Ya ni me acordaba. Creo que me merezco saber cuál fue tu humillación. -Sirius puso cara de cordero degollado-. ¡Quiero saberlo! ¡Quiero saberlo! ¡Quiero saberlo! ¡Quiero saberlo!

-¡Que no! -Gritó el padre de Harry desesperado.

Por su parte, el muchacho del futuro frunció el ceño intrigado. Bajo la vista y vio a Ginny, que seguía entre sus brazos. Tenía las mejillas teñidas de rosa. Un orgullo le hinchó por dentro. Si ellos se habían reído de él por declararse a la chica que le gustaba, él tenía el mismo derecho a reírse de ellos... o de su padre.