Alec Lightwood

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— ¿Qué es exactamente lo que buscas aquí, Shadowhunter? 

La suave y melodiosa voz de la bruja lo hizo girar en su dirección. Su mirada brillante y azulada lo analizaba con curiosidad desde la escalera de la segunda planta.

— Respuestas, quizá —murmuró con simplicidad. 

— Te diré lo mismo que le dije exactamente hace ...— hizo un ademán con su mano fingiendo ver su reloj —, menos de dos horas, a tu amigo rubio y su amiga pelirroja. Aquí no hay nada.

El énfasis en su voz estaba recalcado en la palabra nada. 

— Eso no es lo pienso yo, la gente está muriendo, y creo que este lugar tiene algo que ver.

— Me siento realmente ofendida Alex — dramatizó.

—Alec, es Alec, no Alex.

Sabía que lo hacía solo para molestarlo, su sonrisa no tardó en aparecer. Bajó con pasó firme y elegante cada escalón, usaba solo una bata larga color sangre, bastante particular en ella.

Sus grandes ojos eran tan brillantes y su iris rasgado la hacían tener el aspecto de un felino. 

— ¿Por qué estás aquí realmente Alex? 

— Ya te lo dije — gruñó —, y es Alec.

— No, eso ya lo oí, pero sé que mientes. No eres muy bueno haciéndolo, por cierto.

— Rose...

— ¡Vaya!— lo interrumpió — hace mucho no me llamabas por mi nombre, siempre era bruja esto, bruja esto otro. 

Se giró caminando directa y descuidadamente a la oficina que solía usar para atender sus asuntos privados.

— La gente que murió aquí, eran mundanos, ¿Cómo fue que sucedió bajo tus narices? 

— Directo al punto, así me gusta, aunque ese tema me tiene muy, pero muy aburrida. Háblame de ti Alex.

— Es Alec —reiteró —, no cambies el tema.

— Conocí a cierta persona que amaba que lo llamara Alex, ¿o era Alexander? sabes ya no lo recuerdo bien, era alto, moreno, muy apuesto, algo posesivo, pero lo compensaba en la cam...

— Basta — tomó su antebrazo acercándola a él — solo limítate a responder. 

Soltó un bufido y rodó los ojos.

— Te has vuelto aburrido — ahora él rodó los ojos — la gente podrá decir lo que quiera sobre este lugar, pero nunca, jamás ha muerto alguien en mi bar. ¿Logran meterse eso en sus pequeñas cabecitas Shadowhunters?

La soltó lentamente y rascó su nuca nerviosamente. Eso solo significa que el Mundano estaba ya muerto cuando lo trajeron a este lugar. ¿Pero que hay del que murió horas después? 

One Shots ||MultifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora