El aire de la mansión Salvatore era un tanto lúgubre... o al menos más de lo que estaba acostumbrada.
El pueblo era un asco, la gente también. Y ni hablar de su nueva conquista. Aquella chica que les arruinó la vida años atrás. Y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Todo resulta un desastre tratándose de la vida de este par de inútiles.
Tomó un fuerte respiro y se giró, chocando con dos grandes y burlones ojos azules en la misma cama.
—¡Boo!
—Agh — bufó enderezándose en la cama — ¿Qué haces tú aquí?
—Es mi casa, ¿no te alegras de verme? —murmuró ofendido.
—En realidad quería evitarte durante mi estadía en Mystic Falls.
—No escribes, no llamas, me evitas y me das la espalda... empiezo a creer que me has reemplazado, querida.
—¿Qué no tienes victimas que succionar? ¿Una chica a quien acosar? O ¿un hermano a quien molestar?... querido.
—Para tu suerte puedo hacer esas tres cosas a la vez y ... mucho más —movió sus cejas de arriba a abajo.
—¿Por qué no me sorprende?
Se puso de pie rápidamente acomodando su cabello. Movió un par de sus cosas por la habitación bajo la atenta mirada de Damon. Al ver que no hacía nada más que sonreír decidió bajar a la sala. Había un gran desorden, cosas con polvo, herramientas, armas con cientos de años encima. Tanto o más que ellos.
Apenas puso un pie fuera del ultimo escalón, una suave brisa pasó a su lado. Quedando frente a la pequeña mesa repleta de licor.
—¿Quieres un trago? —ofreció Damon mientras elevaba una copa llena de Whisky.
—¿No es muy temprano para embriagarse?— caminó hasta sentarse en el sofá.
—No para nosotros.
Sonrió dejando una copa en su mano mientras se disponía a jugar con los objetos frente a ella.
—¿Stefan se decidió por hacer una venta de garaje?
—Fuera lo viejo, que entre lo nuevo, ¿no crees? —entornó los ojos en su dirección — Wow, mira —levanto una gran ballesta de madera, muy bien decorada y en bastante buen estado.
—Una ballesta, ¿en serio? —él solo sonreía de manera burlona.
—Es increíble que esta cosa esté aquí, ¿Qué no somos nosotros los vampiros y el resto los cazadores?
—¿Quién eres, Van Helsing?— apuntó hacia ella y lo giró hacia otra dirección —. Quita esa cosa de mi rostro.
—Tranquila tiene seguro — la giró bruscamente y la flecha salió volando en dirección al pasillo donde venía entrando Stefan.
Ambos abrieron los ojos asustados a lo que soltaron una carcajada.
—Eres un gran cazador Damon —ironizó.
—¿Ups?— soltó la ballesta en el suelo dedicándole una despreciativa mirada a Stefan.
—¿Lilith? — murmuró Stefan caminando hacia ella con los brazos abiertos.
—¿Quién más viene a visitarte cada par de siglos, imbécil?
—Siempre tan encantadora— sonrió dándole un fuerte abrazo.
Por el rabillo del ojo logró ver la molesta mirada de Damon mientras bebía el ultimo sorbo de su ahora vacía copa.
Decidió alargar más el abrazo y dar un sonoro beso en la mejilla de Stefan. Damon rodó los ojos y desapareció en un parpadeo por las escaleras hacia su habitación.
Al separarse del abrazo le dedicó una mirada a Stef quien entendió inmediatamente a que me refería.
Desapareció rápidamente de su vista para llegar a la habitación de Damon y verlo acostado, con uno de sus brazos sobre sus ojos y el otro en su pecho.
Lentamente caminó hacia él recostando la cabeza en su estomago. Él solo la ignoró, recordó inmediatamente los años en que solía molestarse por lo que fuera. Siempre terminaban en esa posición. Solo que a veces era él quien rogaba y no ella a él.
—¿Estas llorando Damon Salvatore? — se burló al sentir que soltó un suspiro.
—¿Por qué estaría llorando? —quitó su brazo y la miró de mala manera.
—Porque besé a Stef primero, cuando sabes que te mueres porque te bese a ti.
—Continúa soñando, encanto.
—¿Recuerdas hace años cuando solíamos escapar de Stefan? —ignoró su comentario anterior, pero él no respondió al suyo así que continuó — Hay una canción que siempre viene a mi mente. Sé que sabes cual es.
Lo miró esperando alguna reacción de su parte. Nada.
—Era algo cursi, pero solíamos bailarla siempre, en todos lados. En todo momento. Se transformó en nuestra canción, Damon. Vamos deja de ignorarme y dime cual es.
— Can't help falling in love...
—¡Si! — se levantó hasta quedar encima de su pecho a lo que él sonrió — Es esa. Es nuestra canción.
—¿Lo es? — pasó su dedo por su mejilla hasta su nariz.
—Siempre lo fue, y siempre será, no dejare que lo olvides, ¿entiendes?
—Me harás odiar esa canción eventualmente...
—Jamás — le dio un corto beso en los labios —, primero te golpearé tan fuerte que hasta tus herederos lo sentirán.
—Auch, ¿mis herederos? o ¿los nuestros?—le dio una sonrisa ladeada. Muy seductora.
—No tienes tanta suerte Salvatore — acarició su mejilla — recuerda que siempre serás tú, inútil, siempre eres primero, siempre serás mi prioridad, aunque seas un imbécil. Sabes que siempre te vi a ti por encima de Stefan, aunque eso a él le duela.
Ambos rieron.
—Lo que tu digas, querida.
Agh, no salió como lo imaginé D:
So, whatever, pasamos los 1k, pero no votan </3
¿Por qué? me duelen.
¿Votaran si les dejo este hermoso gif ? :')