"Las personas no cambian."
Esa es una frase que he escuchado muchas veces en mi vida, pero no es cierto.
Las personas si cambian, algunas más y otras menos, pero lo hacen. Cambian mediante pasa el tiempo, mientras ganan experiencia, mientras maduran, mientras crecen. Cambian esas personas que se encierran en su propia burbuja por alguna u otra razón. Algunos cambian en unos pocos años, a otros les cuesta la vida.
Una persona puede cambiar tanto, que hasta te resultaría irreconocible. O al contrario, puede cambiar tan poco que siquiera lo notarías.Yo cambié, no soy la misma pequeña ingenua de 13 años. Pero claro, de 13 a 18 años es un gran cambio. He dado mi primer beso, tuve mi primer novio, he salido a fiestas, me he embriagado, y me graduaré con notas promedio de la preparatoria. No es la gran historia, nada fuera de lo normal.
Han pasado ya tres años desde que me fuí.
Al principio, adaptarme me costó muchísimo, a excepción del idioma. Agradezco haber tomado clases particulares de inglés desde muy pequeña.
Actualmente tengo 18 años y estoy por entrar a la universidad.El tiempo vuela, ¿verdad?
Sofía y Luciana vinieron a visitarme el año anterior en varias ocasiones, lamentablemente no pudieron volver este año por algunos motivos, y yo no he vuelto a ir en mucho tiempo.
Me he acostumbrado al clima húmedo y mayormente frío de Londres, realmente me ha encantado vivir aquí y he conocido personas maravillosas.
—Ximena, si sigues en las nubes llegaremos tarde.— Alice se quejó, siendo que ella solo estaba acostada boca arriba en mi cama.
Alice es una chica hermosa que conocí aquí y se ha vuelto de mis mejores amigas. Sofi tenía celos de ella, pero congeniaron bastante bien. Tiene el cabello de un intenso rojo, aunque se notan sus oscuras raices. Sus ojos son oscuros, casi hasta parecen negros ,y es bastante alta.
Yo soy bastante bajita comparado a la mayoría de las mujeres londinenses. Mido 1,62 y realmente no me quejo.
—Ya, pero si te levantaras serías de mucha ayuda.—
Terminamos de empacar todo al momento que escuchamos una bocina sonar desde afuera. Simplemente tomamos las maletas y salimos de allí, después de despedirnos de su hermana.
—¡Luke, mi rey!.— gritó Alice para saltar al lugar del copiloto antes que yo.— ¿tus padres te dijeron algo?
Lucas Gregory McFly.
Capitán del equipo de futbol americano, guapo, popular y deseado entre la mayor parte de la población femenina (y otra tanta masculina) del instituto. Eso nos incluye a Alice y a mi, y él lo sabe perfectamente.
Luke es el típico personaje guapo y amable que la protagonista siempre termina rechazando para irse con el "malote", ese que siempre decimos "deja a esa perra, y ven conmigo". Bueno, él es así.—Nah, ya sabes como son. No les importó en lo absoluto.— finalmente se decidió por comenzar a manejar y alejarse de la casa de mi vecina y amiga.— al menos prometieron darme dinero todos los meses.
—Es raro que lo aceptes, normalmente lo rechazas. Por algo tienes tantos trabajos.— acoté yo.
El simplemente rió y asintió con la cabeza, de acuerdo conmigo.
La conversación continuó amena, entre bromas y risas. Después de dos horas de viaje, finalmente llegamos al aeropuerto.Realmente se me hace muy aburrido toda esta parte, así que resumiré todo; después de tanto ir y venir entre un mar de gente, casi infartarme por creer que había olvidado mi pasaporte, oír a Alice y Luke pelearse por quien se sienta en el lado de la ventana y quien en el pasillo del avión, 12 horas de viaje, detener a Alice por pelearse con un oficial, ser echados del aeropuerto y oír las risas de mi hermano al irnos a buscar, finalmente llegamos.
Mi antiguo hogar.
Donde viven dos de mis mejores amigas, donde me esperan todos los demas, donde tanto extrañaba estar. Una gran casa llena de recuerdos.Una casa que me aterraba ver años atras.
Y ahora me encontraba allí, a dos metros de la puerta, con dos amigos desconocidos para la mayoría, despues de dos años de no haber venido.
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Aún te odio, ¡Idiota!
Teen FictionDicen que el primer amor nunca se olvida, y que uno sólo se enamora realmente una vez en la vida. Dicen que cuando dos almas están destinadas a estar juntas, volverán a unirse. Ximena siempre fue una romántica empedernida, pero cree que esas cosas...