"Un idiota siempre será un idiota"
|Punto de vista de Ximena|
Lo más sorpresivo de todo esto no fue que Juan me pidiera para ser amigos nuevamente, sino que se quedó el resto de las horas esperando a que mi horario laboral acabara.
Creí que se había ido después de hablar, pero había vuelto poco después con algunas pocas bolsas diciendo "fui a hacer tiempo y a comprar cosas que hacen falta".Al terminar saludé a mis compañeros y al gerente y me fui. A esta hora ya habrían el bar y empezaban a llegar unas pocas personas a esa zona.
Juan se encontraba afuera con la espalda recargada en la pared y con un cigarrillo en la boca, al verme salir lo apaga.—¿Ahora puedo considerarte todo un "bad guy"?.— comenté bromeando.
Él sonrió y comenzamos a caminar en dirección al edificio.— Me falta la chaqueta de cuero y una moto, ¿no crees?
—Claro, lo mujeriego ya lo tienes.—
Sacándole la lengua me le adelanté unos pasos, que el no tardó en igualar.
De chica solía decirle que en eso se iba a convertir. Claro, hablaba una niña de 13 años que se pasaba horas leyendo novelas clichés -bueno, sigo haciendolo- Y creía que un niño de mi misma edad podía serlo.Bueno, ¿que tan equivocada estaba?
—¿Solo por disfrutar mi sexualidad Y soltería? Pero que mente más cerrada la tuya.— había llevado su mano al pecho y negaba con la cabeza fingiendo indignación.
Entre bromas y risas llegamos al edificio y subimos directamente a su departamento. Me había invitado a cenar allí y yo había aceptado.
Bueno, nos había invitado. A Luke y Alice también.Apolo había saltado sobre él al momento de cruzar la puerta lo que me causa una completa ternura.
Juan guardó las cosas que había comprado y se dejó caer sobre el sofá, golpeando a su lado para que hiciera lo mismo. Si, durante esos cinco minutos que él guardaba las cosas, yo solo me quedé allí parada acariciando al perro.Me senté a su lado sin protestar y él enciendo el televisor, dejando una película al azar que ya había comenzado hace rato.
—Sofi vendrá a cenar igualmente, quise también invitar a Lucy, pero ella y Martin parecían un tanto... Ocupados.— comentó Juan entre pequeñas risas. — desde que viven juntos es algo complicado y hasta incómodo llamarlos o visitarlos sin saber en que condiciones los encontraremos.
—Eso lo dice un santo, ¿verdad? — bromeé. Apolo estaba acostado bajo nuestros pies, con una pelota improvisada en la mano.
Se la quite, con la intención de jugar con él, notando que, claramente, esa "pelota improvisada" no eran mas que medias de nailon atadas hasta formar un nudo grande. Me bastó ver la sonrisa cargada de burla de mi vecino para saber a quien le pertenecían.
—La próxima que sea tu ropa interior la que se vuelva un juguete para perro. — haciéndome la molesta, arroje no muy lejos el nuevo juguete de Apolo.
—¿Insinuas que habrá una próxima vez? Me pregunto... ¿sera que esa vez olvidare yo mi ropa en tu cuarto?
—Hablarte a ti es como hablarle a un juez sin un abogado presente. Creo que prefiero ignorarte.
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Aún te odio, ¡Idiota!
Teen FictionDicen que el primer amor nunca se olvida, y que uno sólo se enamora realmente una vez en la vida. Dicen que cuando dos almas están destinadas a estar juntas, volverán a unirse. Ximena siempre fue una romántica empedernida, pero cree que esas cosas...