Capítulo 31

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"¿Como digo que me gusta?"

|Punto de vista de Ximena|

Realmente me hubiera gustado quedarme, pero fui yo quien dijo que sería todo demasiado apresurado, y que quería que fueramos mas despacio. Tal vez nada ocurría, tal vez solo nos quedabamos viendo películas y ya, pero no quería adelantarme a los hechos.
Al entrar nuevamente a mi departamento, todo esta en completo silecio. Extrañada camino hasta mi habitación para encontrarme con mis dos amigos durmiendo juntos. Para colmo en mi cama.
Suspiré pero decidi dejarlos ser y cambie mi ropa por un pijama, para luego recostarme en la cama de mi amiga.
Antes de siquiera notarlo, había quedado completamente dormida.

Estamos acostados juntos sobre una manta en el parque. Mi cabeza recargada en su hombro y su brazo rodeando mi cuerpo. Con su mano libre acariciaba mi cabello con sutileza y por un momento se detuvo en mi rostro. Abri los ojos, encontrandome con los de él y con su adorable sonrisa.
En ese momento me di cuenta de lo mucho que me gustaba, o que me seguía gustando.
A pesar de los años, su sonrisa seguía causandome esos revoltijos en el estómago, y sus caricias me erizaban la piel. Acercó su rostro aún mas al mío y yo lo hice igual. Y como si de una telenovela se tratase, nuestros labios se acercaban con suma lentitud, casi tortuosa.
Justo en el momento en el que nuestros labios estaban por rozarse, un grito hace que abra los ojos -esta vez de verdad- sobresaltada, y algo espantada.

Había sido un maldito sueño.

Con pereza me doy vuelta sobre la cama, viendo como mi amiga golpeaba a Luke con mi almohada una y otra vez, entre repetidos insultos, mientras este solamente se limitaba a cubrirse con sus manos.
Finalmente le arrebato la almohada y la arrojo hasta los pies de mi cama.

—¡Ya, Alice! Es solo un "calambre mañanero" , no seas tan exagerada.

—¡Esa cosa estaba pinchando mi...! ¡Ew! —mire extrañada su curiosa disputa, pero preferí no preguntar al respecto. Bostece y me senté sobre la cama.

—Vamos, tu quisiste que durmiera contigo. ¿No previste esto? —se excusó Luke bostezando al igual que yo.

—¿Que sentiría la erección de mi mejor amigo en mi pierna? ¡Por supuesto que no! —Ella sacudió los brazos hacia el techo exageradamente. Me levante y me separe de mi cama, finalmente.

—La proxima vez que decidan pelearse y luego dormir juntos, ¿podrían avisarme? O al menos, dormir en su propia cama.— les hablé desganada y con cierto mal humor, saliendo de la habitación para dirigirme a la cocina.

Despertarme con sus gritos –o mas bien, los de Alice– no era la mas grata forma de hacerlo, pero he de admitir que parte de mi mal humor mañanero se debía a que habían interrumpido aquel sueño.
El sueño donde casi beso a Juan nuevamente, despues de cuatro años.
Sacudo mi cabeza, quitando dichos pensamientos de esta y comienzo a preparar mi café.
Era sábado, por lo que normalmente debería ir a la cafetería, pero había hablado con Thalia para que me diera el día libre y que mañana estaría allí. Hoy tenía otros planes.

Luke apareció en la cocina y se sentó del otro lado del desayunador, mientras yo dejaba una taza con café frente a él y tomaba la mía. Poco después apareció Alice, aún en pijama y con un moño desordenado, bostezando cual ogro y parandose junto a mi para prepararse un té.
Yo los miré curiosa a ambos, sabía que si no preguntaba no me dirían nada, pero también era probable que no lo hicieran aunque indagara sobre el tema.

—Ya, ¿qué es lo que quieres saber? —suelta Lucas con un resoplido. Yo sonrío, a sabiendas de que era un paso afirmativo a mi curiosidad.

—Bueno...¿todo? —él elevó una ceja con incredulidad y yo continué hablando—En primer lugar, me gustaría saber porqué Alice estaba tan enojada.

Aún te odio, ¡Idiota!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora