Realidad abrupta

3.9K 464 6
                                    

Dante

Conducía con demasiada rapidez por las tan conocidas calles. Esto no podía estar sucediendo. ¡Maldita sea¡ el motor del Munstang rugía a medida que me acercaba, las manos me temblaban. Escuche el traqueo de un arma y vi de reojo a Gabriel sentado en el asiento del copiloto cargando su arma. Estaba preparándose. Se veía preocupado pero en cambio yo estaba a punto de quebrarme en lágrimas. Si algo le sucedía. Si la tocaban. Iba a morirme. Me detuve frente a la pequeña casa y me baje sacando de mi cadera el arma plateada y cargada sin seguro lista para ser usada. Sentí el alma como se me caía en el suelo cuando vi la puerta principal rota. Quebrada y en par. ¡La habían encontrado¡ no pude pensarlo, no pude reaccionar. Me quede allí frio estático. Vi como el grupo de guardaespaldas que tenía se adelanto y Gabriel me sostenía de un brazo porque yo iba desplomándome.

- Arcadia...- apenas pude musitar casi sin aliento. Tome aire y fuerza de donde no sabía. Y me enderece pasándome la mano por el rostro. Camine hacia dentro del lugar. Mi casa, nuestra casa estaba totalmente vuelta nada. Me quede parado en sala viendo el mueble. Ese mueble donde siempre nos sentábamos, compartíamos. Donde la abrazaba y ella pegaba su cabeza de mi pecho. El nudo en la garganta se hizo notable y los ojos se cristalizaron. Aquellas gafas negras disimulaban mucho porque estaba a punto de caramelo de llorar por ella.

- Señor...- uno de mis hombres llamo mi atención bajando de las escaleras armado y listo para matar a quien sea. Si así yo lo necesitaba.- no hay nadie, dejaron un mensaje.- me anuncio. Gabriel y yo nos vimos.

- ¿Se la llevaron?-. me pregunto y ante aquella pregunta quería sentarme a llorar de solo pensarlo.

- No-. Respondió rápido uno de mis hombres-. El mensaje que dejaron era para ella. Al parecer vinieron y al ver que ella no estaba le dejaron un mensaje.- me explicaron. No dude dos veces y corrí escaleras arriba sin importarme que ellos vieran mi desespero. Entre a la que era nuestra recamara y me aguante un grito de terror.

"Serás nuestra, volveremos por ti"

Estaba en una de las paredes escrito con sangre por el olor tan putrefacto que tenía el lugar. Si ella hubiera estado aquí la hubieran matado y yo no hubiera podido hacer nada por ella. Todo esto porque estaba conmigo. Porque ella me importaba. ¿Cómo se habia filtrado la información?, ¿Cómo supieron llegar aquí? Mis enemigos estaban desquitándose con lo único que me habia importado... ella.

Me senté en la cama revuelta colocando el arma a un lado para pasar varias veces las manos por mi cabello exasperado. Me las iban a pagar. Me encargaría de todos ellos. Estas... me las pagaban.

- Tranquilo hermano. Ella está bien...

- Eso no lo sabemos-. Dije en seco-. Si hubiera estado aquí la hubieran matado o peor.-. dije con ira-. ¿sabes lo que hubiera significado ello?

- Pero no paso...

- Pero pudo haber pasado. Estaba la posibilidad.- dije quitándome los lentes para verlo fijo-. Es Arcadia. Es mi esposa. Es.... ¡Mierda¡-. Gruñí negando lleno de ira.- todo esto es mi culpa. Ella quería una vida tranquila. Mira lo que le estoy dando. – mire a uno de mis hombres entrar-. Limpien todo. Dejen todo como nuevo y limpien ese desastre-. Le musite señalándole aquella pared.

- ¿Qué piensas hacer?-. me pregunto sentándose a mi lado.

- Esto se me fue de las manos. Creí tenerlo bajo control. Lo que debía hacer desde un principio mantener lejos a Arcadia. Ella ha sido lo único que me ha importado hasta ahora. No dejare que nada le pase si eso conlleva tener que romperle el corazón y rompérmelo a mí.

Esto simplemente me abrió los ojos. Ella junto a mí. Corría demasiado peligro. 

El lado Oscuro de Dante (COMPLETA) (Trilogia II : Las letras del deseo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora